La fragata rusa que estuvo en Cuba llega a Venezuela el día que retoma el diálogo con EE UU
Su objetivo es “mostrar la bandera y garantizar una presencia naval en importantes zonas operativas”
La Habana/Quince días después de abandonar Cuba, la fragata militar rusa Gorshkov llegó este martes a Venezuela acompañada del petrolero Pashin. Esta flotilla, mucho menor que la que visitó la Isla y menos vistosa por la ausencia del submarino de propulsión nuclear Kazan, tiene como objetivo “mostrar la bandera y garantizar una presencia naval en importantes zonas operativas”, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
La agencia France Presse, que avistó las dos embarcaciones en el Puerto de La Guaira (cercano a Caracas) consultó al Gobierno venezolano por la visita, que no había sido anunciada oficialmente por el Ejecutivo de Nicolás Maduro.
“Recibimos (…) a estos buques hermanos de la República Federativa de Rusia, que en su paso por el Caribe están haciendo un alto en nuestro estado de La Guaira para descansar, compartir, expresar junto a las tripulaciones de estos buques su amistad, su solidaridad y por supuesto su apoyo a Venezuela”, respondió el vicealmirante Edward Centeno Mass, segundo comandante y jefe del Estado Mayor de la Armada venezolana.
La tripulación de la fragata recibió las llaves de la ciudad de La Guaira y realizó un recorrido por el centro histórico
El Ministerio de Defensa ruso tampoco ha aportado muchos detalles sobre la visita, más allá de recordar que los barcos forman parte de la Flota del Norte, que estarán “varios días” –sin concretar cuántos– y que, cuando salgan de Venezuela, proseguirán sus labores en aguas del Atlántico.
Según France Presse, la tripulación de la fragata recibió las llaves de la ciudad de La Guaira y realizó un recorrido por el centro histórico.
El Comando Sur de Estados Unidos calificó la visita de rutinaria, exactamente igual que hizo cuando los barcos llegaron a Cuba. También añadió que “esta última visita a puerto, debido a su escala y carácter, no supone una amenaza”.
Los barcos llegan a Venezuela justo un día antes de que se reanuden las conversaciones entre Washington y Caracas, que acordaron volver a dialogar tras el fracaso parcial de los Acuerdos de Barbados por falta de garantías electorales. El chavismo ha impedido que la persona elegida por la oposición, María Corina Machado, lidere la candidatura, motivo de sobra para que EE UU optase por no renovar la licencia de exportación de petróleo a la estatal Pdvsa.
Sin embargo, las presidenciales se mantienen, por ahora, para el 28 de julio, con un candidato alternativo nombrado por la oposición, Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática, por lo que la Casa Blanca ve propicio seguir dialogando.
El Comando Sur de Estados Unidos calificó la visita de rutinaria, exactamente igual que hizo cuando los barcos llegaron a Cuba
Desde que el Ministerio cubano de las Fuerzas Armadas anunció la llegada a La Habana del destacamento naval ruso, integrado por el Kazan y la Gorshkov –dos naves de guerra de última generación–, además del Pashin y el remolcador Nikolai Chiker, se supo que la Isla no era la última parada de la flota.
Los militares cubanos anunciaron que se trataba apenas de “una escala”, si bien no revelaron hacia dónde se dirigían los buques, cuya presencia en la región –advirtieron– no representaba ninguna “amenaza”. La flota llegó al puerto habanero el 12 de junio y allí permaneció hasta el 17. La visita hizo ruido en la prensa internacional, sobre todo tras los ejercicios tácticos que la fragata realizó muy cerca de la costa de Florida. A todo esto, sin embargo, Washington repitió que se trataba de maniobras rutinarias e informadas con antelación.
La visita tuvo el efecto deseado y causó irritación a "los adversarios" de Rusia, según declaró el comandante de la Armada Rusa, Alexandr Moiséev. "La cercanía de una flotilla de buques rusos a las fronteras de nuestro actual adversario irritó a alguien.
Para nosotros esto es algo muy importante, estábamos seguros de las acciones de nuestras Fuerzas. Y sobre todo, contamos con el apoyo de Cuba, cercana a nosotros. El viaje surtió efecto", afirmó, citado por Interfax. Moiséev aseguró que "los buques rusos continuarán cumpliendo misiones en las zonas de importancia para nosotros, al igual que lo hacían antes".