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García-Margallo y Felipe González avisan del riesgo de un conflicto violento en Venezuela

Felipe González fue presidente del Gobierno español entre 1982 y 1996. (CC)

02 de junio 2016 - 18:52

Madrid/(EFE).- El exjefe del Gobierno Felipe González y el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, han advertido este jueves de la posibilidad de que se produzca un conflicto social violento en Venezuela si no hay un diálogo urgente entre Nicolás Maduro y la oposición para abordar la crisis del país caribeño.

González y García-Margallo han participado este jueves en un coloquio organizado en Casa América por el Foro Red de Casas bajo el título Venezuela: una reflexión sobre el presente, en el que también ha tomado parte Juan Luis Cebrián, presidente de Prisa.

El expresidente y el ministro de Exteriores han abordado el "deterioro" que vive el país y la situación de los 200.000 españoles que residen allí, justo un día después de que los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaran por consenso una declaración conciliadora sobre Venezuela.

Felipe González ha avisado de la posibilidad de que se produzca un "caracazo", en referencia a la revuelta popular ocurrida en este país en 1989 contra las medidas económicas del Gobierno de Carlos Andrés Pérez y en el que hubo cientos de muertos, en tanto que el ministro ha hablado de "conflicto violento" e "implosión social".

Ambos han expresado la necesidad de que haya un diálogo inmediato en Venezuela entre el Gobierno de Maduro y la oposición para crear un clima que permita abordar reformas económicas y políticas en el país que, a juicio de González y García-Margallo, vive una crisis humanitaria, socioeconómica, de seguridad e institucional.

A juicio del expresidente del Gobierno, Venezuela atraviesa "el periodo especial que vivió Cuba tras la caída de la Unión Soviética entre 1992 y 1995 pero mucho peor"

No obstante, han reconocido la dificultad de ese proceso de diálogo que lleve a la reconciliación nacional pero han asegurado que no se resignan a que no sea así.

Tanto el expresidente como el titular de Exteriores en funciones han apoyado el referéndum revocatorio del Ejecutivo que ven "impecable de acuerdo con la Constitución venezolana", y han coincidido igualmente en que "políticamente no puede haber reconciliación ni diálogo sin liberación de presos".

García-Margallo ha señalado que mediará el 20 de junio en el marco del consejo de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas para que la Unión financie un programa de ayuda humanitaria para Venezuela para que lo desarrollen juntos gobierno y oposición.

Para el jefe de la diplomacia española, Venezuela "está en la frontera del caos" y por ello ha considerado que "es posible" que haya "una implosión social" aunque "no es probable".

Ha señalado que el país "no tiene reservas y las importaciones se están reduciendo, no hay alimentos ni medicinas" y, en este sentido, ha dicho no saber "hasta dónde se puede llegar sin que haya una implosión social que desencadene una reacción del Ejército", algo que a su juicio no conviene ni al gobierno ni a la oposición.

Por eso ha ofrecido la ayuda y plena disponibilidad de España para "poner las condiciones que ayuden a resolver la crisis" y que el país salga de su actual situación, colaborando en resolver la ayuda humanitaria que el país necesita "de forma urgente".

"En contra de lo que dice Nicolás Maduro, la política de España no es en contra de Venezuela, sino a favor", ha subrayado.

Felipe González ha asegurado que Venezuela "necesita diálogo y reconciliación y lo que no tiene es tiempo", por lo que ha apremiado a las partes implicadas a iniciar esa negociación.

A juicio del expresidente del Gobierno, Venezuela atraviesa "el periodo especial que vivió Cuba tras la caída de la Unión Soviética entre 1992 y 1995 pero mucho peor" porque "el Estado cubano distribuía la escasez con eficiencia".

"Hay más que urgencia", ha dicho González, que ha considerado que si hay voluntad de las partes implicadas "se puede ordenar" siempre dentro del respeto a la Constitución y "sin desequilibrios".

Para González, la solución puede ser "un presidente de consenso, posiblemente fuera de las fronteras de Venezuela" como pasó en El Salvador que "dio resultado y se reconciliaron".

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