La Guardia Costera traslada a 20 balseros a Guantánamo
Miami/La Guardia Costera de EE UU ha decidido este viernes enviar a la Base Naval de Guantánamo a 20 de los 24 balseros que se refugiaron en mayo en un faro a siete millas náuticas de Sugarloaf Key. En un documento entregado a la corte se indica que los cubanos que serán llevados a las instalaciones norteamericanas han demostrado "miedos fundados de persecución", mientras que los otros cuatro serán repatriados a la Isla.
"El Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos ha completado la protección a los 24 migrantes cubanos que fueron interceptados en el faro American Shoal", dice el documento firmado por el fiscal federal Wilfredo A. Ferrer.
El traslado a la base de Guantánamo es un procedimiento que la Guardia Costera utiliza desde 1994 para aquellos cubanos que son interceptados en el mar y, por lo tanto, no pueden acogerse a la política de pies secos/pies mojados, pero que demuestran que podrían ser perseguidos en caso de regresar a la Isla.
Los migrantes trasladados a Guantánamo son aceptados con posterioridad por un tercer país que los acoge en calidad de refugiados y pueden intentar entrar nuevamente a Estados Unidos a través de las fronteras terrestres.
"Si al menos tuviéramos los nombres de los que serán repatriados y de los que llevarán a Guantánamo podríamos saber qué esperar", explicó uno de los familiares en Puerto Padre, en el oriente cubano.
En una sentencia emitida el pasado martes, el juez federal Darrin P. Gayles dijo que no encontraba ningún obstáculo para que los cubanos fueran devueltos a Cuba.
Tras el hallazgo por parte de un pescador norteamericano de una botella a la deriva en la que se encontraba un mensaje de los balseros denunciando los supuestos abusos a los que estaban sometidos mientras permanecían a bordo del escampavías de la Guardia Costera, los oficiales de esta institución abrieron una investigación sobre el tema.
En una audiencia celebrada ayer jueves, los abogados expresaron el temor a que los migrantes fueran repatriados, por casos precedentes, en que los balseros al llegar a la Isla, producto de la presión del Gobierno cubano, cambian sus declaraciones. Además, pidieron que les permitan conversar con sus defendidos, algo que hasta el momento no han logrado hacer.
