Guyana contrata a ingenieros cubanos y se lleva una de las 'patanas' turcas ancladas en La Habana
La capacidad de ninguna de las centrales que la Isla tiene instaladas coincide con la prevista por el país sudamericano
La Habana/Diez ingenieros cubanos con "habilidades relevantes" fueron contratados la semana pasada por el Gobierno de Guyana para ayudar a la estatal Power and Light (GPL) a resolver su crisis energética. De Cuba también saldrá este miércoles, para "hacer frente a los apagones" en ese país, una patana con 36 megavatios (MW) de capacidad de la empresa turca Karpowership. La coincidencia de ambos eventos sugiere que La Habana se implicará –con experiencia y mano de obra– en la instalación de la central flotante.
Según un artículo del medio local Kaieteur, el presidente guyanés, Irfaan Alí, celebró la llegada de los ingenieros de la Isla e hizo saber, durante una transmisión en Facebook, que "se ha comprometido" con el embajador de Cuba en Georgetown para la "importación" de los técnicos.
Sin ofrecer el nombre de la central de 36 MW recién alquilada, la Administración de Alí ha explicado que se trata de un "barco a motor" que se conectará a la red nacional, fletado por dos años a Karpowership a través de UCC Holdings, una filial del conglomerado Power International Holding, con sede en Catar. Estas dos empresas tienen una alianza para operar en América Latina, con centrales flotantes en Brasil, República Dominicana y Cuba.
La Administración de Alí ha explicado que se trata de un "barco a motor" que se conectará a la red nacional, fletado por dos años a Karpowership
Aunque el ministro de Obras Públicas guyanés, Deodat Indar, aseguró que la patana saldría de Cuba, el anuncio deja varias incógnitas. En primer lugar, la capacidad de ninguna de las centrales que la Isla tiene instaladas coincide con la prevista por Guyana (36 MW). En La Habana, por ejemplo, están ancladas la Erol Bey (63 MW), la Suheyla Sultan (240 MW) y la Belgin Sultan (15 MW). Este miércoles, 14ymedio comprobó que todas se encuentran en sus respectivos enclaves. El monitoreo constante de este diario sobre las embarcaciones que recalan en la bahía habanera tampoco ha revelado que una nueva patana haya llegado a aguas cubanas.
No obstante, el barco remolcador y contra incendios Karadeniz One, que también pertenece a Karpowership –y que ha trasladado varias de las centrales turcas que alquiló Cuba–, está anclado en la bahía habanera, desde inicios de abril. Esto podría indicar que es esta nave la que transportará la supuesta patana. Sin embargo, según pudo comprobar este diario, este miércoles la Karadeniz One seguía en aguas cubanas.
Hace una semana, el vicepresidente guyanés, Bharrat Jagdeo, reveló también el precio que pagará su país por la central flotante, a la que suministrará el combustible para la generación de electricidad. "Hay un cargo por capacidad y un cargo por operación y mantenimiento. Combinado, eso es menos de ocho centavos (dólar) por kWh (kilovatio por hora)", dijo el funcionario, que no ofreció una cifra global. El dato da una idea de lo que podría estar pagando Cuba por cada uno de estos barcos.
"No podríamos producir allí porque la tubería principal de transmisión sólo puede mover la energía de Georgetown"
Según ha explicado la Administración de Alí, la central turca se instalará en el río Berbice, que desemboca al Atlántico, puesto que Georgetown, la capital, no puede admitir la potencia de la central. Este problema disuadió al Gobierno de contratar una central flotante de 70 MW, como inicialmente habían planificado.
"No podríamos producir allí porque la tubería principal de transmisión sólo puede mover la energía de Georgetown. Por eso estamos pensando en llevarlo al río Berbice en el Everton. De esa manera, podríamos enviar la energía (a la red nacional). Tuvimos que mirar el río, la profundidad, la conexión a la red existente, lo que se ha hecho y el tipo de combustible (a utilizar)", dijo Jagdeo.
Ante la duda de los medios locales de si la contratación de la patana es "viable", el presidente guyanés, por su parte, defendió a capa y espada el trato con la empresa turca y culpó al Gobierno anterior al suyo de detener la construcción de la hidroeléctrica Amalia Falls (proyectada en 900 millones de dólares) por costosa y defectuosa. "Habríamos tenido 165 megavatios disponibles de Amaila Falls para impulsar la energía que necesitamos ahora", esgrimió el mandatario.
Para 2025, cuando venza el contrato con Karpowership, la estatal GPL tiene planeada la terminación de un proyecto de 2.000 millones de dólares para convertir gas en energía, y que se estima que entregue al país unos 300 MW. Por el momento, la empresa ha puesto todas sus esperanzas en que la patana fletada suministre parte de la electricidad que dos motores rotos de sus instalaciones, según la prensa local, han dejado sin cubrir. Según el medio I News Guyana, GPL genera unos 165 MW de energía, 15 MW por debajo de la demanda máxima actual de electricidad, de 180 MW.
Cuba no ha perdido pie ni pisada a la situación energética en Guyana, que se encuentra en plena disputa con Venezuela, otro aliado energético del régimen cubano
El Gobierno también ha atribuido el aumento de los apagones a la entrada de unos 2.000 nuevos clientes a GPL desde 2020, al alza de las temperaturas –que provocan un uso más frecuente de los aires acondicionados– y al incremento de instalaciones hoteleras en el país, que está conociendo un espectacular 'boom' económico después del descubrimiento de importantes yacimientos petrolíferos.
Cuba no ha perdido pie ni pisada a la situación energética en Guyana, que se encuentra en plena disputa con Venezuela, otro aliado energético del régimen cubano, por la región petrolera de Esequibo. Atendiendo a las exportaciones de crudo venezolano a La Habana –que cayeron un 39% en los últimos meses pese a que Caracas ha aumentado sus exportaciones–, es posible que la Isla esté en busca de otro suministrador en la región.
La propuesta de construcción de una refinería para 2027 en Guayana, que se estima que produzca 1,2 millones de barriles por día, podría ser una de las razones que tientan a La Habana a hacer cada vez más negocios con Georgetown.