La Habana veta el regreso a la Isla de Iván Márquez, líder de las Farc y prófugo de la Justicia
Su retorno puede ocasionar una nueva inclusión de Cuba en la lista de países que no coopera con los esfuerzos antiterroristas de Washington
La Habana/Al rostro de Iván Márquez –nombre de guerra del colombiano Luciano Marín Arango– se acostumbraron los cubanos por su presencia en La Habana como negociador, en nombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), en la mesa de paz. Ahora, sin embargo, no podrá volver a la Isla, cuyas autoridades –según el diario Semana– alegan que recibir a un prófugo de la Justicia podría traer complicaciones diplomáticas con Washington.
La Habana, explica el periódico colombiano sin identificar a su fuente, “dejó saber” que el retorno de Márquez, con órdenes de captura del Departamento de Estado de EE UU, puede ocasionar una nueva inclusión de Cuba en la lista de países que no cooperan con Washington en sus esfuerzos antiterroristas, de la cual La Habana salió el pasado mayo.
Márquez debía participar en el segundo ciclo de diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y la Segunda Marquetalia –uno de los movimientos disidentes de las Farc, que no se adhirieron a los acuerdos de paz firmados en 2016, en los que Márquez fue uno de los rostros más visibles–, pero ni siquiera se conoce su paradero y hay rumores de que está muerto o que se refugió en Venezuela.
Márquez debía participar en el segundo ciclo de diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y la Segunda Marquetalia
Antes los reclamos para clarificar la situación, Otty Patiño, Alto Comisionado para la Paz del Gobierno colombiano aseguró este miércoles a Semana que es “una especulación” afirmar que Márquez está muerto, pero no se atrevió a ofrecer una “confirmación taxativa” de que está vivo. “Nadie lo ha visto ni ha hablado con el jefe de la Segunda Marquetalia”, dijo, citando a una fuente “cercana al círculo de Márquez”.
La Segunda Marquetalia y el Gobierno acordaron adelantar para este mes el diálogo en La Habana por las manifestaciones que se han realizado en el país “para expresar la necesidad de que la paz se base en apuestas territoriales”, dijo el obispo Héctor Henao, que participa en los diálogos representando a la Conferencia Episcopal. Henao aseguró que el primer ciclo de diálogos había dado resultados positivos y logró una desescalada del conflicto, un objetivo que se quiere profundizar ahora.
De Márquez, que retomó las armas en 2019 y asumió el liderazgo de la guerrilla disidente, se dijo que había huido a Venezuela durante el mandato de Iván Duque. La Administración de Gustavo Petro ha negado tener información sobre el guerrillero, prófugo de la Justicia desde que se declaró alzado.
La prensa oficial cubana presentó siempre a Márquez, durante las negociaciones, como el principal vocero y líder de las Farc en el extranjero. Comunista desde su juventud, cursó estudios en la Unión Soviética y se unió a la guerrilla en 1977, donde ocupó varios cargos. Participó en los acuerdos de paz discutidos primero en Oslo y luego en La Habana, y se negó –después de la firma en 2016– a ocupar un cargo como congresista. A las Farc se les garantizaba, de convertirse en movimiento político, cinco escaños en el Senado y otros tantos en la Cámara durante dos períodos.
En 2018, Márquez se instaló en el sur de Colombia, ya sin las escoltas que el Gobierno le había asignado para su protección. El año siguiente, se reagrupó junto a varios líderes disidentes y declaró el comienzo de la Segunda Marquetalia, “una nueva etapa de lucha” contra el “Estado tramposo” que les quitó las armas.
Duque, durante su mandato, dijo que Márquez contaba con la protección de Nicolás Maduro
Duque, durante su mandato, dijo que Márquez contaba con la protección de Nicolás Maduro. Caracas nunca ha confirmado la presencia del guerrillero en Venezuela, pero en 2019 confirmó que tenía las puertas abiertas. En 2022, el guerrillero sufrió un atentado. Desde entonces no han dejado de circular rumores sobre su muerte.
Márquez es buscado por la Interpol y por Washington, que ofrece 10 millones de dólares por información que permita su captura. También está acusado por la Fiscalía colombiana tras haber cometido actos violentos en las últimas décadas, y la Corte Suprema de Justicia lo sentenció el pasado marzo a 41 años de prisión por homicidio y terrorismo.
El pasado mayo, Márquez reapareció sorpresivamente en un video apoyando la Asamblea Constituyente propuesta por Petro. Según varias fuentes, Petro quería que Márquez participara en las conversaciones de paz de La Habana este año. Ningún alto cargo del régimen ha confirmado, de momento, si el antiguo inquilino de El Laguito podrá volver a Cuba.