Hermetismo total de la Policía y perplejidad de los amigos del médico cubano asesinado en España
Uno de ellos cuenta a '14ymedio' que no le consta ningún robo en la casa
Madrid/“Inusual” es la palabra con la que un amigo cercano de Rafael Piorno Fermoselle, el pediatra cubano asesinado en la provincia española de Almería la semana pasada, describe el crimen. En una conversación con 14ymedio, esta fuente, cuyo nombre pidió que no se revelara, asegura que sobre el caso existe un hermetismo total que mantiene a vecinos y amistades en estado de estupor. “No me explico cuál pudo ser la razón para que le ocurriera eso”, asevera.
Piorno, de 76 años y emigrado en España desde hace tres décadas, fue encontrado el pasado domingo amordazado y apuñalado en su casa del barrio Aguadulce, en el municipio de Roquetas de Mar. Cuando la Guardia Civil accedió a la vivienda por la alerta de un residente de la zona, el médico ya llevaba varios días fuera de contacto. En el portal de su casa quedaba el único indicio del crimen: una huella de zapato marcada en sangre.
Según su amigo cercano, la Guardia Civil es discreta para evitar entorpecer la investigación. No obstante, eso no ha impedido que circulen ciertas hipótesis sobre lo que pudo ocurrirle a Piorno, quien residía solo. “Se ha hablado de un robo, de que entraron para intentar llevarse algo, pero hasta donde sé no desapareció ningún objeto de la casa”, cuenta.
Según su amigo cercano, la Guardia Civil es discreta para evitar entorpecer la investigación
También descarta que Piorno estuviera metido en “riñas políticas” pues, aunque era miembro del Partido Popular (conservador) y se había presentado a alguna que otra elección municipal, su presencia era casi “simbólica”. “Nunca iba a llegar a ningún puesto. Eso está totalmente descartado”, asegura.
Otro detonante pudo ser el dinero, pero “Piorno estaba bien. Es cierto que uno nunca sabe lo que pasa puertas adentro en las familias, pero él recibía una pensión de viudedad por su esposa, fallecida entre 2004 y 2005, además de su propia jubilación y su salario por las consultas que seguía realizando”, cuenta la fuente.
Según su amigo, los medios locales habían cometido una equivocación al difundir que el cubano seguía ofreciendo consultas en su residencia, lo que pudo dar pie a la hipótesis de que un agresor o varios se colaran en la vivienda, cuando en realidad Piorno daba consultas privadas en una clínica cercana, en Aguadulce. También, explica, llevaba una vida tranquila y “tenía mil amigos”. “Él no se llevaba mal con nadie. Al contrario, era muy extrovertido. Era cubano después de todo”, reflexiona.
La puesta en venta de la casa del médico también ha sido motivo de especulaciones
La puesta en venta de la casa del médico también ha sido motivo de especulaciones. Según explica su conocido, uno de los dos hijos del pediatra –ambos residentes en Estados Unidos– había decidido mudarse a Alicante, por lo que Piorno puso en venta su casa con la intención de trasladarse también a esa provincia. Orquestada como una visita a la vivienda, los asesinos podrían haber llegado hasta Piorno sin levantar sospechas, han teorizado algunos vecinos en declaraciones a la prensa local, pero lo cierto es que del crimen se conoce poco o nada.
En cuanto al médico, cuya muerte mantiene alarmados a los residentes en Aguadulce, su amigo refiere que llegó de Cuba con su mujer, la neuróloga Julia Rogers, y sus dos hijos. Proveniente de San Luis, en Santiago de Cuba, Piorno se especializó en Cirugía Ortopédica y Traumatológica en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana. Tras emigrar siguió ejerciendo como pediatra “desde que llegó hasta que murió”, al punto de que muchos de los vecinos que ofrecieron declaraciones a la prensa española habían sido pacientes de Piorno o habían llevado a sus hijos a su consulta.
“Todavía estoy consternado por la forma en que murió. No se explica que a un hombre así lo quisiera matar nadie”, lamenta su amigo.