Hong Kong condena a cárcel a 45 activistas prodemocracia bajo la ley de seguridad nacional

EE UU condena "firmemente" el encarcelamiento, mientras China rechaza las críticas occidentales, a las que considera injerencia

Benny Tai, ex profesor de derecho de 60 años, fue sentenciado a diez años por su papel en la organización de unas elecciones primarias no oficiales consideradas subversivas.
Benny Tai, ex profesor de derecho de 60 años, fue sentenciado a diez años por su papel en la organización de unas elecciones primarias no oficiales consideradas subversivas. / EFE/EPA/Jerome Favre
EFE

19 de noviembre 2024 - 11:24

Hong Kong / Pekín/Un tribunal de Hong Kong condenó este martes a 45 destacados activistas prodemocracia a penas de entre cuatro y diez años de prisión por “conspiración para subvertir el poder del Estado", en la conclusión del mayor juicio celebrado hasta ahora bajo la polémica ley de seguridad nacional impuesta por Pekín en 2020.

Entre los condenados se encuentra Benny Tai, un ex profesor de derecho de 60 años, sentenciado a diez años por su papel en la organización de unas elecciones primarias no oficiales consideradas subversivas, el caso central de las acusaciones.

La ley de seguridad nacional, aplicada tras las manifestaciones prodemocracia de 2019, ha sido criticada por eliminar prácticamente toda disidencia política en el territorio.

Au Nok-hin, Andrew Chiu y Ben Chung, quienes testificaron a favor de la acusación contra sus compañeros demócratas durante el juicio, han sido condenados a penas de seis años y nueve meses, siete años y seis años y un mes, respectivamente.

La segunda condena más larga fue impuesta al activista Owen Chow, quien fue sentenciado a siete años y nueve meses de prisión

Este trío, junto a Benny Tai y Gordon Ng, que recibió una condena de siete años y tres meses, fue considerado organizador de las elecciones primarias. La segunda condena más larga fue impuesta al activista Owen Chow, quien fue sentenciado a siete años y nueve meses de prisión.

Chow reflexionó sobre la ilusión tras su condena, subrayando la importancia de convertir una comunidad inundada de dolor en una de esperanza. Además, cuestionó la validez de la persistencia sin anhelo, pero destacó que centrar las expectativas en los principios y establecer metas pequeñas hace el camino más accesible.

El activista comparó su situación con la de atletas que, a pesar de tener pocas posibilidades de éxito, siguen entrenando y compitiendo, encontrando motivación en su propio progreso y equiparó su situación con la de los europeos al final de la Segunda Guerra Mundial, quienes, al conocer la contraofensiva aliada, se levantaron con la esperanza de recuperar sus tierras.

Aunque reconoció que su sentencia no es motivo de optimismo, afirmó ver esperanza en el horizonte, sintiendo que, a pesar de la lejanía de la libertad, finalmente se vislumbra un final en la lucha por la democracia en Hong Kong.

Otras de las sentencias más largas ha sido para Gwyneth Ho, con siete años de prisión. En su primera declaración pública en mucho tiempo, publicada en su página de Facebook, Ho reflexionó sobre la lucha por la libertad y la democracia.

En la publicación mencionó la historia de Maria Kolesnikova, activista bielorrusa encarcelada, quien se ha convertido en un símbolo de resistencia contra el régimen autoritario de Alexander Lukashenko. En su mensaje, Ho subrayó la importancia de las conexiones humanas y el valor de la expresión política frente a la opresión y destacó que el auténtico sentido de la lucha radica en la fe mutua y en la acción colectiva.

“La democracia y la libertad nunca implican paz y tranquilidad: la verdadera democracia supone hacer ruidos fuertes"

"La verdadera subversión es el deseo de los hongkoneses de ser escuchados y reconocidos", afirmó, criticando así la narrativa oficial que “distorsiona la realidad de la resistencia democrática en Hong Kong”.

“La democracia y la libertad nunca implican paz y tranquilidad: la verdadera democracia supone hacer ruidos fuertes (la gente de Hong Kong debería saberlo mejor que nadie), y la libertad tomar buenas decisiones, pensar en elegir y asumir responsabilidades”, indicó la activista.

A pesar de las adversidades, Ho expresó su firme compromiso de seguir luchando por la democracia, e instó a otros a unirse a la causa para “hacer frente a la corrupción del poder, ofrecer a los dictadores autoritarios un ejemplo menos de democracia fallida para justificar su dominio, y restaurar la fe en los valores democráticos a través de la acción”.

La ex reportera del extinto rotativo Stand News, se destacó por su cobertura de primera línea durante las multitudinarias protestas antigubernamentales de 2019.

Kwok Ka-ki, Jeremy Tam, Claudia Mo, Andy Chui y Gary Fan han recibido las penas más bajas, de cuatro años y dos meses.

En virtud de la Ordenanza de Salvaguarda de la Seguridad Nacional de Hong Kong, promulgada en marzo para cerrar las "lagunas" de la legislación de Pekín, los reclusos condenados por delitos contra la seguridad nacional deben cumplir un umbral más alto para acceder a la libertad anticipada, lo que hace improbable su remisión.

El veredicto del Tribunal de Primera Instancia, emitido el 30 de mayo, declaró culpables a 14 figuras prodemocráticas tras un largo proceso iniciado después de que Pekín introdujese en junio de 2020 una Ley de Seguridad Nacional en la miniconstitución de la ciudad -pasando por alto el poder legislativo local- un año después de multitudinarias protestas antigubernamentales.

Otros dos acusados fueron absueltos, mientras que 31 admitieron los cargos: en total, son 47 los implicados en el proceso, que comenzó a raíz de su participación en una elección primaria no oficial celebrada por el campo prodemocrático en 2020 y en las que más de 600.000 votantes eligieron candidatos para las elecciones al Consejo Legislativo.

Otros dos acusados fueron absueltos, mientras que 31 admitieron los cargos: en total, son 47 los implicados en el proceso

En marzo de 2021, el bloque fue acusado conjuntamente de “conspiración para cometer subversión” en torno a las primarias extraoficiales celebradas en julio de 2020, cuyo objetivo era ayudar a los partidarios de la democracia a seleccionar candidatos para los comicios y asegurarse la mayoría.

Los ahora condenados fueron señalados por haber planeado, en caso de obtener la mayoría, utilizar sus facultades como legisladores para bloquear proyectos de ley presupuestaria, paralizar el funcionamiento del Gobierno y, eventualmente, forzar la dimisión de la entonces jefa del Ejecutivo, Carrie Lam.

Tres jueces del Tribunal Superior, todos ellos elegidos a dedo por el dirigente municipal para instruir casos de seguridad nacional, consideraron que las votaciones formaban parte de un complot más amplio para “socavar, destruir o derrocar” el gobierno municipal provocando una crisis constitucional tras la toma de posesión de la legislatura.

Según el tribunal, la conspiración, de haber tenido éxito, habría interferido gravemente, perturbado o socavado el funcionamiento del Gobierno debido al daño sustancial que habría causado al "poder y la autoridad del gobierno y del jefe del Ejecutivo".

Estados Unidos manifestó este martes su "firme condena" al encarcelamiento de los activistas, señalando que estos “fueron perseguidos y encarcelados de manera agresiva por participar pacíficamente en actividades políticas normales, amparadas por la Ley Fundamental de Hong Kong”.

Un portavoz del consulado estadounidense en la región semiautónoma calificó las sentencias como un retroceso en las libertades civiles y los derechos políticos del territorio

Un portavoz del consulado estadounidense en la región semiautónoma calificó las sentencias como un retroceso en las libertades civiles y los derechos políticos del territorio.

Por su parte, Anna Kwok, directora ejecutiva del Consejo para la Democracia de Hong Kong (HKDC), calificó la decisión judicial como “un ataque a la esencia de Hong Kong, que clama por libertad y democracia”.

Kwok subrayó que las condenas no solo afectan a los líderes prodemocráticos, sino que también “sentencian a las próximas generaciones que aspiran a un futuro político”.

Además, instó al Gobierno estadounidense a “imponer sanciones selectivas a los responsables de esta represión” y pidió al Congreso la aprobación de la Ley de Certificación de la Oficina Económica y Comercial de Hong Kong.

Por su parte, China rechazó las críticas de varios países occidentales a las sentencias, calificándolas de “injerencias injustificadas” en sus asuntos internos.

El portavoz del Ministerio de Exteriores chino Lin Jian aseguró en rueda de prensa que Hong Kong opera bajo un sistema “regido por el Estado de derecho”, en el que “las leyes deben cumplirse” y las violaciones enfrentan “consecuencias legales”.

Pekín acusó a algunos países de "ignorar sus propios procedimientos judiciales mientras critican injustamente los de Hong Kong"

Pekín acusó a algunos países de "ignorar sus propios procedimientos judiciales mientras critican injustamente los de Hong Kong".

Estas acciones, según la posición oficial, constituyen una falta de respeto al espíritu del Estado de derecho y buscan desacreditar el sistema judicial hongkonés.

El Gobierno chino reiteró su respaldo a las autoridades de la antigua colonia británica en la protección de la seguridad nacional y el castigo a quienes realicen actividades que amenacen la estabilidad del territorio.

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