Un informe documenta las "intimidaciones" y el "acoso" de China a sus estudiantes en el extranjero

Amnistía Internacional acusa a Pekín y Hong Kong de "silenciar" a los jóvenes "incluso cuando se encuentran a miles de kilómetros de sus hogares"

A raíz de este informe, los Gobiernos anfitriones pueden y deben tomar medidas concretas para contrarrestar el clima de miedo, considera AI.
A raíz de este informe, los Gobiernos anfitriones pueden y deben tomar medidas concretas para contrarrestar el clima de miedo, considera AI. / EFE
EFE

13 de mayo 2024 - 10:32

Taipéi/Amnistía Internacional (AI) acusó este lunes a China de intimidar, acosar y vigilar a los estudiantes chinos y hongkoneses que viven en el extranjero, mediante una campaña de “represión transnacional” que busca impedir su participación en temas políticos o “sensibles”. En un reciente informe, el organismo de derechos humanos recoge los testimonios de 32 estudiantes chinos, entre ellos doce de Hong Kong, que han sufrido este tipo de represión mientras residían en ocho países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Alemania, Países Bajos y Reino Unido.

“Los testimonios reunidos en este informe pintan un panorama escalofriante de cómo los gobiernos de China y Hong Kong intentan silenciar a los estudiantes incluso cuando se encuentran a miles de kilómetros de sus hogares, dejando a muchos viviendo con miedo”, aseguró Sarah Brooks, directora de AI para China, según un comunicado de la organización.

Alrededor de un tercio de los alumnos entrevistados por Amnistía afirmaron que funcionarios chinos habían acosado a sus familias para impedir que siguieran participando en protestas en el extranjero, aplicando un conjunto de amenazas que van desde la revocación del pasaporte hasta la limitación de su libertad física.

Pekín aplica un conjunto de amenazas que van desde la revocación del pasaporte hasta la limitación de su libertad física

En esta misma línea, varios estudiantes señalaron que, mientras estaban en el extranjero, creían haber sido objeto de vigilancia por las autoridades chinas o sus agentes: cerca de la mitad indicó que habían sido fotografiados o grabados en protestas o manifestaciones, unas sospechas ratificadas por las propias investigaciones de Amnistía.

“Las autoridades chinas han perfeccionado una estrategia para reprimir los derechos humanos de sus estudiantes en cualquier parte del mundo. La vigilancia de los estudiantes extranjeros y el ataque a sus familiares residentes en China son tácticas sistemáticas diseñadas para controlar a los nacionales desde lejos”, apuntó Brooks.

Conscientes de esa “vigilancia”, más de la mitad de los estudiantes autocensuran sus conversaciones y publicaciones en línea, llegando a limitar sus interacciones sociales o su participación en el aula “debido al riesgo percibido de que sus comentarios y opiniones puedan ser reportados a las autoridades estatales chinas”.

El resultado es que más de la mitad de los entrevistados padecía problemas de salud mental relacionados con estos miedos: ocho de ellos incluso optaron por cortar la relación con sus familiares en China para evitar que fuesen perseguidos por las autoridades del país, lo que los dejó “aún más aislados y solos”.

Según el informe, estas experiencias forman parte de una estrategia de “represión transnacional”, entendida como un conjunto de acciones gubernamentales encaminadas a silenciar, controlar o disuadir a la disidencia y frenar las críticas de sus ciudadanos en el extranjero, algo que constituye una violación de sus derechos humanos.

Conscientes de esa “vigilancia”, más de la mitad de los estudiantes autocensuran sus conversaciones y publicaciones en línea, llegando a limitar sus interacciones sociales

Unos 900.000 chinos estudian actualmente en el extranjero, según estimaciones de Amnistía Internacional, que pidió a los gobiernos y universidades anfitriones la aplicación de medidas concretas para proteger a los alumnos que sufren este tipo de amenazas.

“A raíz de este informe, los Gobiernos anfitriones pueden y deben tomar medidas concretas para contrarrestar el clima de miedo descrito por los estudiantes, como educar a sus comunidades, establecer mecanismos de denuncia de presuntos actos de represión transnacional y denunciar cuando se produzcan incidentes”, indicó la directora de AI para China.

En septiembre del año pasado, la Embajada china en Reino Unido (país con la mayor comunidad de estudiantes chinos en el extranjero, unos 200.000) difundió un comunicado para manifestar su “firme oposición” a un artículo del Financial Times que denunciaba las prácticas descritas en este documento.

“El Gobierno exige que los estudiantes chinos en el Reino Unido respeten las leyes y regulaciones locales, los alienta a desempeñar un papel positivo como constructores de puentes y trabaja para crear condiciones favorables para sus estudios y su vida en Reino Unido”, señaló la Embajada china en su momento.

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