Israel anuncia que ha bombardeado "la sede central" de Hezbolá en un edificio en Beirut
- Hezbolá confirma la muerte del jefe de su unidad aérea a las afueras de Beirut
- Irán condena y amenaza, pero no socorre al Líbano para evitar una guerra con Israel
Teherán/El Ejército israelí anunció que ha realizado un ataque “preciso” contra el cuartel general de Hezbolá, ubicado bajo edificios residenciales en Beirut, donde se acaban de oír fuertes explosiones.
Según el portavoz castrense, Daniel Hagari, la Fuerza Aérea israelí atacó hace una media hora “el epicentro” de Hezbolá en la capital libanesa, incrustado bajo “edificios civiles” en el suburbio de Dahiyeh, un conocido bastión de esta milicia chií.
“Después de casi un año en el que Hezbolá disparó cohetes, misiles y drones suicidas contra civiles israelíes, después de casi un año en que Israel advirtió al mundo y le dijo que debía detener a Hezbolá, Israel está haciendo lo que todo Estado soberano del mundo haría”, dijo Hagari en una rueda de prensa tanto en hebreo como en inglés.
“(Israel está) tomando las medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo, para que las familias israelíes puedan vivir en sus hogares, de forma segura”, añadió.
“Israel está tomando las medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo, para que las familias israelíes puedan vivir en sus hogares, de forma segura”
En Beirut, por primera vez, resonaron explosiones en toda la capital, pese a que esa misma zona ya ha sido bombardeada por Israel en otras cuatro ocasiones esta última semana, matando tanto a civiles como a miembros de Hezbolá.
Por otro lado, Hezbolá confirmó este viernes el fallecimiento del comandante de su unidad aérea, Muhamad Hosein Sarur, en un bombardeo israelí perpetrado ayer contra los suburbios del sur de Beirut y en el que murió al menos una persona más.
Según una breve biografía publicada por Hezbolá, el fallecido había “liderado las operaciones militares de la Fuerza Área de la Resistencia” desde el comienzo del fuego cruzado con Israel el pasado 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra de Gaza.
El “líder” formaba parte de las filas de la formación desde 1986 y perdió la vida en la “traicionera operación israelí de asesinato” perpetrada el jueves contra un edificio en el extrarradio sur de Beirut conocido como el Dahye, un importante bastión de Hezbolá, confirma el texto.
El Ministerio de Salud Pública del Líbano cifró el número de víctimas por ese ataque en dos muertos y 15 heridos, aunque no ofreció detalles sobre sus identidades.
El “líder” formaba parte de las filas de la formación desde 1986 y perdió la vida en la “traicionera operación israelí de asesinato”
No obstante, Israel ya se había atribuido el jueves el asesinato de Sarur y esta mañana ha asegurado que junto a él perecieron también su número dos y un miembro destacado de la Unidad de Misiles de Hezbolá.
Por otro lado, Irán ha reiterado su apoyo a su aliado Hezbolá desde que Israel comenzó una intensa campaña de bombardeos en el Líbano, pero ha optado hasta ahora por la “contención” y no ha socorrido a la milicia para evitar una guerra directa con el Estado judío. La República Islámica de Irán trata de evitar un conflicto directo con Tel Aviv porque “ningún Estado quiere autodestruirse” y considera que Hezbolá puede defenderse, por lo que apuesta por su política a largo plazo de debilitar a Israel a través de sus aliados, explicaron analistas a EFE.
Israel comenzó el lunes una campaña de bombardeos contra el Líbano que ha causado más de 700 muertos y el desplazamiento de 90.000 libaneses y se prepara para una posible incursión terrestre del país árabe. Los bombardeos estuvieron precedidos por explosiones de dispositivos de comunicación en manos de miembros de Hezbolá que causaron 37 muertos, en unos ataques atribuidos a Israel en los que resultó herido de levedad el embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani.
Teherán ha condenado en todos los términos posibles las acciones israelíes -“han cruzado las líneas rojas”, “barbarie”, “asesinatos en masa”- y ha recalcado una y otra vez su apoyo al grupo chií, su aliado más importante y al que respalda desde su fundación en los años 80.
El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, aseguró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que su país apoya “firmemente” al Líbano y subrayó la “tremenda paciencia y contención” de Teherán. El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, fue aún más claro. “No queremos luchar. Es Israel el que quiere arrastrar a todos a una guerra y desestabilizar la región. Nos están arrastrando a un punto al que no deseamos llegar”, dijo el mandatario a periodistas en Nueva York, donde asistió a la Asamblea General de la ONU. La nota discordante vino de la Guardia Revolucionaria iraní que prometió “una aplastante respuesta” por el ataque con los dispositivos de comunicación.
La nota discordante vino de la Guardia Revolucionaria iraní que prometió “una aplastante respuesta” por el ataque con los dispositivos de comunicación
El iranólogo Raffaele Mauriello considera que Irán no quiere una guerra directa porque “no está en su interés, ni en su estrategia”. "Su Ejército, y me refiero en particular a los Guardianes de la Revolución, no está organizado para guerras directas", dice Mauriello, profesor en la Universidad Allame Tabatabaí de Teherán. El analista considera que un ataque directo con misiles como el del pasado abril, que fue una respuesta a la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en el consulado iraní en Siria, “no serviría para nada, porque ya lo han hecho una vez”.
Un conflicto directo con Israel arrastraría además muy probablemente a Estados Unidos, mientras que regiones periféricas del país, como el Kurdistán y Sistán y Baluchistán, podrían usar la oportunidad para levantarse. “Ningún Estado quiere autodestruirse”, resume el analista, en referencia a la posición iraní. En lugar de ello, Teherán continuará con su estrategia de debilitar a Israel con los picotazos del llamado ‘Eje de la Resistencia’, la alianza informal antiisraelí liderada por Irán y formada además de por Hezbolá por los palestinos de Hamás, los hutíes del Yemen y milicias iraquíes.
“La política de largo plazo de Irán es que Israel se derrumbe, se autoderrumbe”, dice Mauriello. Un punto de vista con el que coincide el analista Gregory Brew del laboratorio de ideas Eurasia Group. “Como siempre, Irán juega a largo plazo. Pérdidas de Hezbolá, e incluso una humillante retirada, puede ser valer la pena si eso aísla aún más a Israel”, dijo Brew en X. “Por lo menos, ayuda a equilibrar los inmensos riesgos de verse arrastrado a una guerra más amplia”, añadió. De hecho, Irán aún no ha respondido al asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán a finales de julio, durante la toma de posesión de Pezeshkian, y que se atribuyó a Israel.