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Tras el paso de Irma enviar ayuda a los familiares en Cuba es complicado

Vecinos de calle Ánimas refrescan en la acera el intenso calor ante la fatla de electricidad. (14ymedio)
Nora Gámez, Mimi Whitefield y Mario J. Pentón

17 de septiembre 2017 - 17:27

Miami/Preocupados porque el Gobierno de Cuba usualmente no acepta donativos provenientes de Estados Unidos, la comunidad cubanoamericana está buscando alternativas para ayudar a sus familiares en la Isla, que ha quedado devastada tras el paso del huracán Irma.

Según una evaluación preliminar realizada por Naciones Unidas, 3.1 millones de personas no tienen agua corriente. Aunque el Gobierno no ha ofrecido estimados, miles quedaron sin hogares, destrozados por la furia de los vientos o las inundaciones. Solo en la capital cerca de 4.200 viviendas quedaron dañadas y en la provincia de Camagüey, por donde pasó el ojo del huracán, 7.900. Según la prensa oficial, unas 26.000 personas siguen en los albergues. Algunos han regresado a sus pueblos, pese a que sus casas quedaron en ruinas

Idanis Martín tiene 34 años y lleva dos viviendo en West Kendall, Miami. Toda su familia reside en la calle Goicuría de la ciudad costera de Caibarién en la provincia de Villa Clara, uno de los pueblos más golpeados por el huracán, que tocó Cuba con categoría cinco.

“Aquello quedó destrozado. Mi familia cuenta que en el pueblo no quedó una mata en pie”, dijo vía telefónica a 14ymedio. “Lo poco que tenían [de comida] se les echó a perder” por la falta de electricidad. “Ellos me cuentan que la última caja de pollos que les mandé se les pudrió cuando todavía quedaba más de la mitad”, añadió.

Aún recuperándose del paso de Irma por el sur de Florida, el martes envió a su familia picadillo, cortes de carne de res, una caja de pollo y escalopes de cerdo que compró en la tienda online Supermarket23 por unos 130 dólares.

Aunque no lo aclara en su sitio digital, Supermarket23 es probablemente uno de los múltiples sitios del Gobierno cubano que desde Canadá, permiten comprar productos y alimentos muy difíciles de conseguir en los desabastecidos mercados de la Isla, aunque a precios más caros.

Aunque no lo aclara en su sitio digital, Supermarket23 es probablemente uno de los múltiples sitios del Gobierno cubano que desde Canadá, permiten comprar productos y alimentos muy difíciles de conseguir en los desabastecidos mercados de la Isla

“Eso lo entregan en la misma puerta de la casa. Tarda entre una semana y 15 días y es de mucha utilidad porque así no tienen que ir a las shopping” [tiendas que venden en divisas], explicó Martín, que trabaja en Miami como asistente en una agencia de servicios de atención a ancianos.

“Tenemos que sacrificarnos nosotros que tenemos un poco más para ayudarlos a ellos que no tienen nada”, dijo.

Otros cubanos en Miami están recurriendo a las agencias de paquetes para ayudar a sus familiares en la Isla, pero el proceso es lento debido al daño en puertos y aeropuertos a ambos lados del estrecho de Florida.

Yudelkis Barceló, mánager de Envíos y Más Express, una agencia para mandar paquetes a Cuba con sede en Miami, dijo que aún no apreciaba “un incremento” en el número de bultos a la Isla tras el paso del huracán Irma y que restablecer el flujo de mercancías entre ambos países, “tomará tiempo”.

“En infraestructura no estamos listos. El aeropuerto y los puertos ahora es que se están recuperando del paso del ciclón. Todavía va a tardar un poco que regresemos a la normalidad”, dijo.

La reapertura de los aeropuertos en la Isla facilitará el envío de alimentos y otros suministros humanitarios. El Gobierno ya ha recibido donativos de otros países, entre ellos Venezuela, Vietnam y Panamá. El Aeropuerto Internacional José Martí reabrió el martes, pero el aeropuerto de Santa Clara, que sufrió daños severos, no aceptará vuelos hasta fines de octubre, dijo Marta Pantin, vocera de American Airlines.

Varias organizaciones en Estados Unidos están realizando campañas para recaudar fondos y provisiones con la idea de ayudar a los cubanos. Pero sin la aprobación del Gobierno, las organizaciones estadounidenses no podrán enviar grandes cantidades de alimentos. Es el momento de encontrar soluciones creativas.

Después de que Irma se alejara de Cuba hacia Florida, la Fundación Nacional Cubano Americana se puso en contacto con grupos de la sociedad civil con los que trabaja en Matanzas, al este de La Habana.

La reapertura de los aeropuertos en la Isla facilitará el envío de alimentos y otros suministros humanitarios. El Gobierno ya ha recibido donativos de otros países, entre ellos Venezuela, Vietnam y Panamá

“Dijimos que les íbamos a enviar dinero y dijeron: ‘Necesitamos comida’”, aseguró Pepe Hernández, presidente de la Fundación.

Así que la Fundación planea trabajar con agencias de paquetes o emplear a las llamadas “mulas” para hacer llegar artículos de primera necesidad. Algunas mulas cobran el precio del billete de ida y vuelta a la Isla por llevar 100 libras de mercancías; otros cobran entre cuatro y seis dólares por libra, detalló Hernández.

Hernández explica que la Fundación también está evaluando otros modos de socorrer a los habitantes de la Isla. Una de las iniciativas es correr con los gastos de envío de quienes quieran mandar dinero a través de Western Union a Cuba. Con la ayuda de organizaciones de la sociedad civil, también planean acudir en auxilio de personas necesitadas, no necesariamente vinculadas a los opositores.

“Los grupos de la sociedad civil planean ir a las áreas afectadas e identificar familias necesitadas”, explicó. “Tomarán sus nombres, números y direcciones, y luego enviaremos a cada familia 100 dólares a través de Western Union”, con 450 oficinas en toda Cuba.

La Fundación también intenta impulsar un programa de asistencia que provee fondos a los cubanos que necesitan hacer reparaciones en su hogar. El programa, que proporciona hasta 1.200 dólares en asistencia, ha posibilitado la reparación de 60 casas hasta el momento.

“Ahora esperamos intensificar este programa y esperamos que haya más donaciones”, dijo Hernández. “Hasta ahora, el Gobierno no nos ha dado problemas con este programa”.

Pero este no siempre es el caso cuando se trata de enviar ayuda desde Estados Unidos, especialmente si proviene de la comunidad de Miami. Cuando el huracán Matthew golpeó la provincia de Guantánamo, al oriente del país, la Iglesia Católica no recibió autorización para recibir aviones en la Isla con las donaciones de alimentos de la Arquidiócesis de Miami o de Catholic Relief Services, con sede en Baltimore.

“Los grupos de la sociedad civil planean ir a las áreas afectadas e identificar familias necesitadas. Tomarán sus nombres, números y direcciones, y luego enviaremos a cada familia 100 dólares a través de Western Union”

El Arzobispo de Miami, Thomas Wenski, aseguró que finalmente pudo realizar una donación en efectivo al obispo de la Diócesis de Guantánamo pero sin un mercado mayorista en la Isla y con problemas de abastecimiento en la red de supermercados controlados por el Estado, tuvo que comprar los productos necesarios en el extranjero.

Otras iniciativas para recaudar dinero y enviarlo a Cuba, como por ejemplo la impulsada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos con sede en Madrid, se apoyan en la Iglesia Católica para la distribución de la ayuda en la Isla, la única institución, más allá del Estado, con una infraestructura independiente para hacerlo. Distintas agencias de la ONU tienen presencia en Cuba pero deben coordinar la entrega de donativos con el Estado.

La arquidiócesis de Miami está aceptando donaciones financieras a través de Catholic Charities y otras entidades para ayudar a los residentes de los cayos de la Florida y las Islas del Caribe azotadas por la furia de Irma, incluidas Cuba.

“Tenemos alimentos y agua disponibles pero no podemos enviarlos hasta tanto nos digan que las necesitan y que los puertos y aeropuertos están abiertos para recibirlos”, aclaró Mary Ross Agosta, Directora de Comunicaciones de la arquidiócesis.

Wenski adelantó que planeaba ir a Cuba para la investidura del nuevo obispo de Ciego de Ávila el 30 de septiembre, y esperaba comprender mejor las necesidades de los cubanos y “ver de qué manera podemos ayudarles”.

A pesar de que muchos en Florida todavía están recuperándose de los daños causados por el huracán, Wenski reconoció que había visto “mucha generosidad. Hay un gran espíritu de solidaridad. Todos estamos respirando con alivio en Miami porque nos libramos de lo peor de Irma y eso puede inspirar generosidad”.

“Vamos a ver si cambia esta vez y Cuba está dispuesta a aceptar donaciones”, dijo Wenski.

CubaOne Foundation, con sede en Miami, y Give2Cuba, con sede en Seattle, han tomado otro camino. Trabajando en conjunto, ambas están buscando voluntarios para recaudar dinero a través de la plataforma Crowdrise y llevar provisiones para ayudar a los damnificados en la Isla, sobre todo en las provincias de Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Santa Clara, las más afectadas por el huracán.

CubaOne ha organizado varios viajes de jóvenes cubanoamericanos para conocer la Isla y Give2Cuba llevó ayuda humanitaria a Baracoa, muy afectada por el huracán Matthew en el 2016. Según explicó, Giancarlo Sopo, cofundador de CubaOne y presidente de su junta directiva, el viaje, autorizado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos bajo la categoría de contacto entre los pueblos (people to people), tendría lugar en octubre. Pero antes, CubaOne se ha unido a la campaña 3:05 Cafecito para recoger alimentos, medicinas y otras provisiones y enviarlas a Cuba a través de Cáritas.

“Nuestra comunidad se preocupa por el pueblo cubano”, dijo Sopo, “y vamos a hacer todo lo posible para apoyarlos durante este difícil momento”.

Para donar a las víctimas del huracán Irma en Cuba:

Arquidiócesis de Miami: Para donar a Catholic Charities, visite www.ccadm.org y https://give.adomdevelopment.org/irma.

CubaOne Foundation: Para inscribirse en el viaje de ayuda humanitaria a Cuba, visite el sitio de la organización http://cubaone.org/irma-relief//

CubaOne y 3:05 Cafecito están recogiendo alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad, en 1549 SW 8th Street, segundo piso, desde las 10 am hasta las 7:00 PM.

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Este artículo forma parte de un convenio de colaboración entre el diario del sur de Florida, el Nuevo Herald y 14ymedio.

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