De la "Jungla" a El Dorado
Miles de refugiados esperan cada día a dar el salto a Inglaterra por el Canal de la Mancha. Desde junio ya han muerto nueve
La "Jungla" está a pocos kilómetros del Reino Unido. Así es como miles de africanos han llamado al campamento de Calais, Francia, en el que aguardan el momento de dar el salto a Inglaterra donde creen que les espera una vida mejor.
Desde que el pasado lunes 2.000 personas intentaran cruzar de forma irregular el túnel que comunica Francia y Reino Unido, Europa vive pendiente de su último drama migratorio. La ONG Médicos del Mundo ha alertado de la gravedad de la situación. Desde el pasado junio, se han producido nueve muertes y más de 200 personas han resultado heridas al intentar atravesar el Eurotúnel escondidos en trenes y camiones. La empresa que gestiona el túnel del Canal de la Mancha, de poco más de 50 kilómetros, contabiliza más de 37.000 intentos de entrada en lo que va de año.
Un informe de Acnur denunció en marzo las pésimas condiciones de vida en la "Jungla": 30 grifos de agua potable para cerca de 3.000 personas, 60 duchas, 20 sanitarios, alimentación escasa y atención médica insuficiente. En el campamento malviven miles de personas procedentes de Sudán, Afganistán, Eritrea o Etiopía.
Después de atravesar miles de kilómetros, su mirada está puesta en el Reino Unido, un país con el que muchos comparten lengua, lo que, sumado a las ayudas sociales que obtienen los refugiados, lo convierte en un lugar muy atractivo para los inmigrantes.
Tanto Francia como Inglaterra cuentan con ayudas sociales para los refugiados que están pendientes de una decisión sobre su solicitud de asilo. Pero, además, ambos países dan derecho a buscar trabajo a los inmigrantes cuya solicitud lleve más de un año procesándose.
Los solicitantes de asilo también tienen acceso a los sistemas de salud y educación gratuitos que hay en Inglaterra y Francia, aunque en el caso de esta, deben demostrar que sus ingresos son muy limitados para contar con los mismos derechos de sanidad universal que el resto de ciudadanos.
Además del factor lingüístico y colonial –que ha facilitado la presencia de comunidades étnicas en Inglaterra–, otra razón que los expertos apuntan como importante para que los inmigrantes prefieran cruzar a Reino Unido es la ausencia de un sistema nacional de identidad, lo que dificulta las detenciones aleatorias para exigir documentación que sí tienen lugar en otros países europeos.
Reino Unido y Francia llevan años fracasando en su intento de frenar un caos que les ha explotado este verano con más fuerza que nunca. Un conflicto laboral en la empresa de ferris MyFerryLink ha llevado a muchos camiones a tener que esperar frente a las instalaciones del túnel para poder pasar al Reino Unido, lo que ha aumentado las posibilidades de los refugiados de cruzar.
Como consecuencia, en estos últimos días se ha reforzado la vigilancia policial con más de 120 hombres adicionales vigilando los alrededores del paso de Calais, pero la comisaría no da abasto. Unas 1.200 personas intentan cruzar cada día desde la "Jungla" a su particular El Dorado.
El pasado fin de semana, el primer ministro David Cameron y el presidente francés François Hollande mantuvieron una conversación telefónica en la que no han sido capaces más que de acordar medidas policiales. Londres, además, ha anunciado este lunes que los caseros británicos deberán expulsar de su vivienda a los inmigrantes que pierdan el derecho de residencia en el Reino Unido, sin necesidad de autorización judicial.
Por su parte, los ministros de Interior de ambos países, Bernard Cazeneuve y Theresa May, señalaron este domingo que frenar esta crisis migratoria es su "prioridad absoluta" y admitieron la "desesperanza" de quienes se juegan la vida en el intento por cruzar el canal. La solución perenne, señalaron, radica en ayudar al desarrollo económico y social de los países de origen para reducir el número de inmigrantes que llegan a Europa.