El Kremlin intenta borrar la memoria de Navalni un año después de su muerte, denuncia su viuda

Se espera que los moscovitas se acerquen estos días al cementerio Borísovski para inundar de flores su tumba

Imagen del funeral de Navalni, durante el que fueron detenidas decenas de personas.
Imagen del funeral de Navalni, durante el que fueron detenidas decenas de personas. / EFE
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15 de febrero 2025 - 14:26

Moscú/Rusia cumple el domingo un año desde la muerte súbita en una prisión ártica del mayor enemigo del Kremlin, Alexéi Navalni, sin que los dedos acusadores dejen de apuntar al presidente ruso, Vladímir Putin, como principal responsable del trágico deceso. "Esto tiene solo una explicación. Una sola. Lo mataron y ahora están tratando de borrar las huellas como sea posible", aseguró Yulia Naválnaya, viuda del opositor.

El fallecimiento de Navalni a los 47 años de edad sigue siendo un trauma para sus adeptos, que lo veían como la única figura capaz de enfrentarse a Putin y liderar los cambios democráticos en Rusia. Por ello, aunque sus principales colaboradores han abandonado el país y las autoridades tienen prohibido terminantemente acciones públicas de protesta, se espera que los moscovitas se acerquen estos días al cementerio Borísovski para inundar de flores su tumba.

Un año después de su muerte, la familia, la oposición y las cancillerías occidentales coinciden en acusar a Putin de estar detrás de lo ocurrido el 16 de febrero de 2024 en la penitenciaría IK-3 de la localidad ártica de Jarp (distrito autónomo Yamalo-Nénets). La versión oficial hecha pública en agosto pasado es que el líder opositor –que había sido trasladado dos meses antes al Ártico– murió por causas naturales, debido a una arritmia.

"Alexéi no tenía ninguna enfermedad cardíaca cuando estaba vivo (...). Es otro intento bastante patético de ocultar que lo sucedido es un asesinato"

"Alexéi no tenía ninguna enfermedad cardíaca cuando estaba vivo (...). Es otro intento bastante patético de ocultar que lo sucedido es un asesinato", dijo Naválnaya, quien mantiene que antes de morir su marido se quejó de un intenso dolor en el estómago.

Apenas nadie se creyó ese diagnóstico y, de hecho, un grupo de médicos y sanitarios rusos se dirigió al presidente para solicitar que se abra un caso penal contra los funcionarios de la prisión ártica donde murió el político, a los que acusaron de un "cumplimiento negligente de sus obligaciones".

"Incluso si aceptamos que el motivo de la muerte de Navalni no fuera violenta, usted es responsable, ya que ignoró la opinión de los expertos de la comunidad médica sobre la amenaza para la vida que representaban las condiciones de detención de Alexéi", subrayaron.

Otros aseguran que las largas estancias en celdas de castigo fueron la causa de la muerte de Navalni, quien acusó personalmente al jefe del Kremlin de encargar en 2020 su envenenamiento con el agente químico Novichok. En su defensa, Putin asegura que autorizó el canje de su mayor adversario, pero que éste falleció repentinamente entre rejas antes de que se consumara el intercambio.

En los últimos meses las autoridades han tomado medidas para borrar todo rastro de la memoria del político moscovita y su legado de lucha contra la corrupción en la administración pública. "Ellos no tienen nada que ver con su país y el país no tiene nada que ver con ellos (...) cualquier opinión de ellos aquí (en Rusia) no suscita ningún interés", dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, después de que Naválnaya convocara una marcha en noviembre pasado en Berlín.

Recientemente, un tribunal de San Petersburgo dictaminó que el nombre, apellido e imagen de Navalni son extremistas, ya que así han sido catalogadas las actividades de las organizaciones que dirigía, por lo que se prohíbe su uso. A finales del pasado año bloquearon el sitio web del concurso convocado por los familiares del opositor para elegir un monumento funerario en el cementerio donde reposan sus restos.

Incluyeron en la lista de extremistas y terroristas a Naválnaya después de que los tribunales la declararan en busca y captura

Además, incluyeron en la lista de extremistas y terroristas a Naválnaya después de que los tribunales la declararan en busca y captura por participar en organización extremista. El periódico independiente Sobesednik, el único que abrió en su portada con una imagen del líder opositor poco después de su muerte en prisión, fue privado de licencia de publicación por una orden judicial.

Igualmente, continúa la persecución de todos sus partidarios. Recientemente, le tocó el turno a sus abogados, tres de los cuales comparecieron en enero ante los tribunales como acusados. La Justicia les condenó a entre tres y cinco años y medio de cárcel por extremismo y difusión de los mensajes de su cliente cuando se encontraba en prisión.

De esa manera, el tribunal dio la razón a la Fiscalía que afirmaba que los abogados de Navalni se aprovecharon de su estatus como representantes legales para servir de mensajeros entre el opositor ruso y sus seguidores. Esto les habría permitido continuar liderando su movimiento "para planificar, preparar, promover y cometer delitos de carácter extremista".

Otros dos abogados de Navalni, Olga Mijáilova y Aleksandr Fedúlov, se exiliaron en el extranjero para evitar la persecución penal en Rusia.

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