Maduro acusa a la extrema derecha, la CIA y Anonymous por el apagón en Venezuela

Caracas / La Habana/Tras un apagón que sumió la madrugada de este viernes a gran parte de Venezuela en la oscuridad, Nicolás Maduro aseguró que "una cuenta llamada Anonymous", de "la extrema derecha", ya había amenazado con sabotear el sistema eléctrico nacional. Según dijo, el "ataque al corazón" se produjo en el sistema de Guri, la principal instalación de generación eléctrica ubicada en el estado Bolívar.

"Una cuenta llamada Anonymous –ya sabemos quién la operó, quién la contrató, quién financió. No digo más–, al servicio de la guerra y del odio contra Venezuela, amenazó en varias oportunidades con un apagón nacional", aseguró Maduro durante una transmisión del canal estatal VTV. El mandatario mostró una supuesta publicación en X del 7 de agosto que vinculó con el grupo de piratas informáticos y en la que estos pedían "excusas (sic) al pueblo de Venezuela por el ataque que recibirá el sistema eléctrico nacional". Asimismo, Maduro afirmó que la cuenta es "antivenezolana" y "trabaja directamente con la CIA".

Aseguró que el Gobierno tiene "determinados los mecanismos que fueron utilizados" en el ataque, pero no precisó más detalles, pues –dijo– la investigación "está en pleno proceso" para "poder lograr la justicia en este caso". "Las investigaciones están avanzadas, aceleradas, se van a profundizar", prometió.

Aseguró que el Gobierno tiene "determinados los mecanismos que fueron utilizados" en el ataque, pero no precisó más detalles

Con secretismo, el líder chavista subrayó que "hay detalles técnicos" que no debe revelar, pero insistió en que "más del 90% de los supermercados del país" estuvieron "activados" con sus "plantas de autogeneración", así como el "100% de los mercados populares y municipales" y "casi 60%" del "comercio en general", mientras que el servicio de Internet se está "restableciendo". Asimismo, declaró que "prácticamente el 100% del sistema de salud" trabajó con su "autogeneración" eléctrica, un dato que engrandeció afirmando que durante el apagón se realizó un "trasplante de médula ósea en uno de los hospitales de Caracas".

Maduro informó de que las autoridades permanecen en Guri para "restablecer la normalidad" del servicio eléctrico para que el pueblo "siga disfrutando del derecho a la paz", aunque no ofreció un balance de la restauración eléctrica en los estados del país.

El apagón de este viernes afectó a la mayoría de los estados, según reportes locales, y fue el segundo más grande en Venezuela tras el de marzo del 2019 –cuando buena parte del país estuvo cuatro días sin luz– por el que el Gobierno culpó también a la oposición y a Estados Unidos y Colombia, liderados entonces por Donald Trump e Iván Duque, respectivamente.

En defensa del chavismo salió este viernes la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), que condenó "las operaciones de sabotaje" al sistema eléctrico de Venezuela. "El Alba-TCP repudia contundentemente la violación directa, descarada y flagrante de los derechos humanos del pueblo venezolano y exige que cese el hostigamiento a esta nación hermana", expresó a través de un comunicado la alianza, integrada por Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada, Santa Lucía y Venezuela.

Siguiendo los pasos de Maduro, la organización responsabilizó por el "acto vandálico y criminal" a "un sector fascista" que "no acepta la voluntad de los venezolanos" e "insiste en seguir con sus planes golpistas", en referencia a la oposición.

Siguiendo los pasos de Maduro, la organización responsabilizó por el "acto vandálico y criminal" a "un sector fascista"

La alianza –liderada por el chavista y ex canciller venezolano Jorge Arreaza– manifestó su apoyo en "todas las acciones" del Gobierno "para recuperar la normalidad", "determinar los responsables" y devolver la "tranquilidad" a Venezuela tras el apagón nacional. El grupo ha cerrado filas en torno a Maduro desde las elecciones de julio, cuando gran parte de la comunidad internacional y el pueblo venezolano acusó al chavismo de manipular los resultados y cometer fraude. Cuba, que busca defender sus intereses financieros en Venezuela, ha sido uno de los países que ha mantenido una postura inflexible en cuanto a la supuesta victoria del oficialismo en las urnas.

"Incivilizada, violenta y fascista" fueron las palabras que esta semana utilizó Miguel Díaz-Canel para describir a la oposición venezolana, a la que culpa de crear caos en el país al negarse a aceptar que Nicolás Maduro ganó las elecciones. El gobernante cubano habló en la XI Cumbre Extraordinaria del Alba "en nombre del general de ejército Raúl Castro Ruz" y denunció "la grosera y concertada campaña de descrédito" que vive –según dijo– Venezuela. Asimismo, aseguró que la oposición venezolana "busca enmascarar otro intento de golpe de Estado". 

Con voz robótica y un cabestrillo en su brazo que ha sido objeto de debates y rumores, Díaz-Canel citó los pretextos de siempre: "las desafiantes posturas" de los grupos políticos antichavistas, la "violencia" desatada en el país –que, pese a la represión del Gobierno, él adjudica a la oposición– y la injerencia extranjera, en particular de Estados Unidos.