Casi cuatro meses después, México acepta sobrecostos y cancela el desembarco de la piedra cubana
El buque 'Gazibey', con 17.000 toneladas de piedra rajón de Cienfuegos, desaparece del radar
México/El alto costo de la operación terminó por cancelar el desembarco, en Puerto Morelos, de la de la piedra rajón proveniente de Cienfuegos, Cuba. Este jueves, la Administración Portuaria Integral del estado mexicano de Quintana Roo (Apiqroo) confirmó la "prohibición definitiva" y precisó que en tres meses sólo se desembarcaron 7.000 de 20.000 toneladas de la carga del buque Melody que actualmente se encuentra en el puerto de Seybaplaya (Cozumel).
El director de Apiqroo, Vagner Elbiorn Vega, explicó que se realizaron tres operaciones debido a que el calado en este puerto es de 4,5 metros y esto generaba dificultades logísticas y costos operacionales adicionales, pero no ofreció más detalles.
"Era imposible hacer el desembarco ahí", dice a 14ymedio José Urbina, conocido como Pepe Tiburón. "Esto demuestra que no saben de lo que están hablando", subraya el activista medioambiental, que además reitera que "la necedad" del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo ha llevado a "deforestar la selva, tapar cenotes, y dañar los corales" de la Reserva de la Biósfera del Caribe Mexicano, un área establecida para proteger ecosistemas marinos y preservar la diversidad biológica.
Los "argumentos que presentamos sobre el ecocidio tienen respaldo", insiste el también buzo, aunque el Gobierno de México asegura que la construcción del Tren Maya, que recorrerá 1.500 kilómetros entre Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, no ha ocasionado daños.
El activista desmiente al Gobierno mexicano y denuncia que entre los afectados está el cenote Dama Blanca, donde habita un pez que es ciego y no se encuentra en ninguna otra parte del mundo, además de que quedarán "sepultados por el concreto los vestigios arqueológicos" que hay en el lugar.
Bajo el argumento de que la construcción del Tren Maya es de "seguridad nacional", la Administración de López Obrador se ha negado a hacer público los detalles de una de sus obras insignias. En 2018, tenía previsto un costo de alrededor de 6.500 millones de dólares y pasó a 11.800 millones en 2022, según información contenida en el Programa Nacional Ferroviario 2022. Entre los datos reservados se encuentra el acuerdo con La Habana por la venta de 876.789 metros cúbicos de piedra rajón.
La piedra porfiria cubana ha generado altos costos a México. Desde Cienfuegos salieron entre febrero y marzo pasado los buques Gazibey con 17.000 toneladas y el Melody con 20.000. Pero el negocio cubano está a punto de fracasar, pues sólo se ha usado un 19% de los primeros embarques. El resto del cargamento sigue sin descargarse.
Por el traslado de la piedra para el balasto que se usará en el Tren Maya, según el economista Mauricio Flores, México desembolsará 20 millones de dólares, de los que ya se adelantaron solo cuatro millones. El incumplimiento en las fechas de desembarco ha generado una deuda de ocho millones de dólares.
En mayo, Santo Domingo Inversiones ofreció al general Gustavo Vallejo, jefe del Agrupamiento de Ingenieros Felipe Ángeles, responsable de los Tramos 5 Norte, 6 y 7 del Tren Maya, material pétreo proveniente de Cienfuegos. El ofrecimiento de la empresa consistía en la venta de 1,2 millones de metros cúbicos de balasto cubano a un precio de 143 dólares por metro cúbico, lo que pudo haber cambiado al tener como socio al Grupo Indi.
El traslado de la piedra rajón está a cargo de la empresa de servicios marítimos y comerciales Mide, que ha señalado que tener un buque anclado le ocasiona pérdidas por 100.000 dólares diarios. Tan sólo por la renta de los buques Melody y Gazibey, hasta este viernes, México ya ha gastado 1.740.000 dólares.
Al cancelarse el desembarco de piedra cubana en Puerto Progreso, el buque Melody lo hará en el Puerto de Veracruz. El Gazibey lo deberá hacer en Puerto Progreso, sin embargo las autoridades marítimas señalaron que desde el lunes pasado tienen a este carguero como "desaparecido".
José Urbina contó que el barco que rastreaban para saber su ubicación apagó el GPS. "Alguna movida se han de traer, alguna cosa en particular. No es un accidente esto definitivamente".
Una fuente confirmó a 14ymedio que la embarcación se encuentra a la espera de un pago pendiente desde hace meses. El buque con bandera de Panamá, con número OMI 9121912, 141 metros de eslora y 22,5 metros de manga, no llegó a Cozumel, como se tenía previsto que lo hiciera el 25 de mayo.
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