Los cubanos varados en Panamá desconfían de la deportación iniciada por el Gobierno

Miami/Este lunes comenzó el proceso de repatriación de 75 migrantes indocumentados que quedaron varados en Panamá tras el fin de la política pies secos/pies mojados. Los cubanos aceptaron la propuesta del Gobierno panameño de regresar a su país a cambio de apoyo económico y la promesa de un visado para regresar legalmente al país centroamericano, pero algunos dicen sentirse "traicionados" porque a los primeros deportados no se les dio la cita en el consulado.

"Nos sentimos traicionados por Panamá porque enviaron a los primeros dos emigrantes a Cuba y no les dieron la pre cita en el consulado de La Habana", dice vía telefónica uno de los cubanos que ha pedido permanecer en el anonimato por temor a represalias.

Este lunes una pareja de cubanos fue repatriada a la Isla y según el viceministro panameño de Seguridad, Jonathan Del Rosario, se le entregó la ayuda económica para que puedan recomenzar su vida como cuentapropistas. Con respecto a la citación, la pareja dice que solamente les entregaron los números de teléfono del consulado de Panamá en La Habana y no una cita como había dicho el viceministro.

"Yo soy un hombre de palabra. Todo cuanto hemos prometido lo vamos a cumplir", dijo Del Rosario a 14ymedio desde Ciudad de Panamá.

Este lunes una pareja de cubanos fue repatriada a la Isla y según el viceministro de Seguridad panameño, Jonathan Del Rosario, se le entregó la ayuda económica

Según el viceministro, la pre cita es un registro que demuestra que los migrantes han cumplido con la promesa de volver a Cuba. "El listado de quienes regresen será transmitido al consulado a través de la Cancillería", explicó.

"Tenemos que tener paciencia y confianza porque todo lo que hemos prometido se ha cumplido a través del tiempo", agregó.

Los primeros cubanos repatriados fueron los que más tiempo habían permanecido fuera de su país. Según los familiares de ambos migrantes, que residen en La Habana, el viaje fue acorde a lo previsto y se encuentran ahora "reencontrándose con la familia".

"He sido muy claro, muy honesto y muy franco. No veo cuáles son las suspicacias de los migrantes. Aquellos que se porten mal o que se pongan rebeldes pasarán del albergue de Gualaca al de Migración para su deportación", aseveró el viceministro, quien lamentó que el proceso de repatriaciones pueda correr riesgo por el desespero de algunos isleños.

Hasta ahora, ningún otro migrante ha sido enviado de vuelta a Cuba

Hasta ahora, ningún otro migrante ha sido enviado de vuelta a Cuba debido a que es la administración panameña la que paga los pasajes y el apoyo económico, algo para lo que todavía se encuentra organizando el presupuesto. "Es un proceso complejo que requiere de tiempo", explicó Del Rosario.

Mientras tanto, una veintena de cubanos organizaron este martes una conferencia de prensa a las afueras del campamento de Gualaca, en la provincia de Chiriquí, para "denunciar" que han sido víctimas de un "engaño".

"No todos los cubanos pensamos de la misma manera, hay algunos mal agradecidos que no valoran lo que está haciendo este país por nosotros, pero no somos todos", aclara un segundo migrante que pide el anonimato por temor a los cabecillas de la protesta.

"Estamos desesperados, eso es cierto. Pasan los meses y seguimos en este lugar pensando que tendremos que regresar a Cuba y comenzar desde cero", añade.

El temor de los cubanos es tener que enfrentarse a la difícil tarea de conseguir una cita en la embajada de Panamá en La Habana

El temor de los cubanos es tener que enfrentarse a la difícil tarea de conseguir una cita en la embajada de Panamá en La Habana. Algunos solicitantes han necesitado más de seis meses para ser atendidos por el consulado debido a las miles de llamadas que cada jueves reciben para tramitar visados a ese país. Ante el aumento de la demanda, el director general de Migración Panamá, Javier Carrillo, dijo a 14ymedio que se aumentaría el número de visados desde los 500 actuales a unos 1.000.

El Gobierno panameño propuso a finales de junio a 124 cubanos que se encontraban en el campamento de Gualaca el retorno voluntario a su país a cambio de 1.650 dólares y un visado de entradas múltiples a Panamá.

Un poco más de la mitad de los indocumentados se acogió a esta propuesta ante la imposibilidad de legalizar su estatus en el país o de entrar a Estados Unidos, donde a partir del 12 de enero, con el fin de la política de pies secos/pies mojados, los cubanos perdieron el privilegio de refugio automático que les concedía la legislación de ese país si alcanzaban suelo estadounidense y no eran interceptados por el camino.