Obama prorroga situación de emergencia con Cuba que modificó el pasado año
Washington/(EFE).- El presidente de EE UU, Barack Obama, prorrogó hoy por un año la declaración de emergencia con Cuba que modificó en 2016 respecto a la aprobada en 1996, tras el derribo de dos avionetas civiles de la organización de exiliados cubanos "Hermanos al Rescate".
En una "proclamación" enviada al Congreso, Obama prorroga la directiva a apenas una semana de dejar su mandato, mediante la cual suavizó el pasado año las restricciones del estado de emergencia emitido por primera vez el 1 de marzo de 1996 por el entonces presidente, Bill Clinton, y que afectan fundamentalmente a la entrada de buques estadounidenses en aguas territoriales cubanas.
Hace algo más de 20 años se produjo un ataque de cazas MiG cubanos contra tres avionetas del grupo de exiliados "Hermanos al Rescate" que motivó la declaración de emergencia de Clinton.
Según Cuba, las avionetas violaron su espacio aéreo para divulgar material propagandístico contra el régimen cubano, aunque EE UU mantiene que se encontraban en espacio aéreo internacional, al norte de la isla.
El lenguaje de esta "proclamación" contrasta con las emitidas por Obama en años anteriores, cuando aseguraba que el Gobierno cubano no había demostrado que se abstendría "del uso de fuerza excesiva contra buques o aeronaves estadounidenses"
Cuatro personas, entre ellos un piloto y un copiloto, sobrevivieron a ese ataque con misiles ocurrido el 24 de febrero de 1996, pero otros cuatro pilotos perdieron la vida a consecuencia del derribo de dos de los tres Cessna Skymaster.
La decisión de hoy reconoce que ciertas descripciones de la declaración de emergencia "ya no reflejan" el estado de las relaciones entre EE UU y Cuba, cuyo restablecimiento fue impulsado por el propio Obama en 2014.
Como afirma el mandatario, esta nota "reconoce el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba", y que Washington "continúa persiguiendo una progresiva normalización" con la Isla a la vez que espera ver "una Cuba pacífica, próspera y democrática".
El lenguaje de esta "proclamación" contrasta con las emitidas por Obama en años anteriores, cuando aseguraba que el Gobierno cubano no había demostrado que se abstendría "del uso de fuerza excesiva contra buques o aeronaves estadounidenses que pueden participar en actividades conmemorativas o protestas pacíficas al norte de Cuba".
No obstante, el presidente no deroga la declaración de emergencia y mantiene la advertencia sobre la entrada no autorizada de embarcaciones estadounidenses en aguas territoriales cubanas.