El opositor cubano Ariel Ruiz Urquiola ingresa en un hospital en su octavo día de huelga
"Lo único que me queda es pedirle a la alta comisionada que se adhiera a la Declaración Universal de los Derechos Humanos"
Ginebra/El biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola fue ingresado en un hospital durante su octavo día de huelga tras un "problema cardiovascular" atribuido al estrés por la activista Beluka Calderón, que dio la información a través de Facebook y afirmó que el opositor está siendo rehidratado.
El activista medioambiental y LGTBI cumplía este lunes ocho días en huelga de hambre frente a la sede de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Ginebra, a la que reclama que intervenga para detener el acoso que sufre su familia en Cuba.
"Lo único que me queda es pedirle a la alta comisionada (Michelle Bachelet) que se adhiera a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que ha sido violada contra mi hermana y conmigo mediante torturas médicas y crímenes de lesa humanidad", señaló pocas horas antes el activista cubano, residente en Suiza desde 2019.
Ruiz Urquiola acusó al régimen cubano de haberlo expulsado, tanto a él como a su hermana, de la Universidad de La Habana por su activismo político, de intentar decomisarles las tierras que trabajan tras no poder dedicarse a la docencia, y ahora de impedir que su hermana regrese a Cuba después de viajar a EE UU para tratar un cáncer de mama.
Sólo un responsable de la oficina que dirige Bachelet se ha interesado por su salud en estos días, por lo que consideró "desastrosa" la respuesta de una institución
Además, el activista afirmó que las autoridades cubanas le inocularon en 2019 el virus VIH, cuando se encontraba en otra huelga de hambre, y le han suministrado en varias ocasiones a su hermana productos placebo en lugar de los medicamentos que necesita.
"Ahora que prohíben a mi hermana entrar en Cuba, mi madre ha quedado sola y van a por ella: quieren decomisar nuestra finca", denunció Ruiz Urquiola, quien dormía a la intemperie un una plaza de Ginebra desde el 4 de julio, donde pensaba seguir mientras el cuerpo aguantara.
"Los servicios médicos de Ginebra y la policía se han mostrado muy preocupados por mi salud, pero mi elección es continuar", había afirmado, tras responsabilizar a la Oficina de la ONU de las consecuencias médicas de su huelga, quinta que realiza en casi 20 años de activismo.
El experto cubano añadió que sólo un responsable de la oficina que dirige Bachelet se ha interesado por su salud en estos días, por lo que consideró "desastrosa" la respuesta de una institución ante la que ya llevó a cabo de forma más breve una huelga de hambre en 2020.
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