Panamá lamenta actitud de otros países centroamericanos frente a la crisis migratoria
Miami/La canciller panameña y vicepresidenta de Panamá, Isabel de Saint Malo de Alvarado criticó en Estados Unidos la actitud de algunas naciones centroamericanas al cerrar sus fronteras al flujo migratorio de cubanos, africanos y asiáticos que ha puesto a su nación en una situación “en extremo difícil”.
Alvarado asistió en Washington a la inauguración del foro “Migración y desarrollo en las Américas: hacia la implementación de la agenda global de desarrollo”. Una cita que se desarrolla en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la que la canciller insistió en la dimensión humanitaria de estos flujos migratorios.
Saint Malo de Alvarado también apeló a la solidaridad de los países centroamericanos y recordó que muchos de ellos son “fundamentalmente países de migrantes”.
En la reunión, la canciller lamentó que su país se viera obligado a tomar medidas similares a la que tomó Nicaragua y Costa Rica para limitar el flujo de migrantes dado que no existe una solución integral del problema.
La canciller lamentó que su país se viera obligado a tomar medidas similares a la que tomó Nicaragua y Costa Rica para limitar el flujo de migrantes
Además Alvarado aplaudió el interés que la OEA ha puesto en el tema migratorio. Según dijo, solo la voluntad política podrá reducir las resistencias vinculadas al tema migratorio y “maximizar las oportunidades que las migraciones representan”.
El pasado noviembre Costa Rica cerró su frontera al paso de los migrantes cubanos, después de que Nicaragua promulgara una medida similar, dejando alrededor de 8.000 cubanos varados en su territorio.
Tras un acuerdo firmado entre México y Panamá, para tender un puente humanitario que permitiera a los cubanos llegar a su destino, en la nación istmeña se han acumulado otros 3.5000 migrantes que esperan poder volar a tierra azteca a partir del lunes próximo.
Congestión en los centros para retirar dinero
Cientos de cubanos se agolpaban ayer en los centros de envío de dinero de la ciudad de David en el occidente panameño, en un intento de cobrar las transferencias enviadas por sus familiares para adquirir los boletos aéreos. Los vuelos comenzarán este lunes y llevarán a los migrantes hasta la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo en México para desde allí proseguir su viaje a Estados Unidos.
Acostumbrados a hacer filas durante horas debido a la escasez de productos en la Isla, los cubanos amanecieron en los centros para cobrar envíos de dinero como Western Union. Según ha podido constatar este diario, muchos de ellos llevaban más de 24 horas en espera para poder acceder a las transferencias monetarias.
Acostumbrados a hacer filas durante horas debido a la escasez de productos en la Isla, los cubanos amanecieron en los centros para cobrar envíos de dinero
“El principal problema es que estos centros no cuentan con la infraestructura adecuada para recibir este molote de gente, ya se han quedado sin dinero”, afirma contrariado el cubano Enrique Pérez.
Otro migrante, Silvio Enrique Campos dice que no entiende cómo una compañía que se dedica a la transferencia de dinero “solamente permite tres envíos y bloquean a los que van por múltiples cobros”.
Según Campos la política de la compañía puede terminar obstaculizando la salida de muchos de los migrantes. “Nuestros familiares y amigos en Estados Unidos no tienen el dinero completo para los pasajes, a veces nos mandan sólo parte del dinero y nosotros vamos completándolo”, argumentó.
El pasado jueves Panamá comenzó la venta de boletos aéreos hacia México con un costo de 805 dólares por persona en el caso de los adultos. Para obtener el visado mexicano se les exige a los migrantes, junto al costo del pasaje, el pago de 34 dólares por el trayecto en bus hacia el aereopuerto panameño y el viaje a la frontera entre México y Estados Unidos. Las aerolíneas Copa y Aereoméxico ofrecerán una tarifa diferenciada para niños de dos a 11 años de 332 dólares y, para menores de un año, de 160 dólares.