El barrio de La Pequeña Habana, en Miami, declarado Tesoro Nacional de EE UU

Esquina de La Pequeña Habana. (Urban Enviroment League/ Kim Scott)
Esquina de La Pequeña Habana. (Urban Enviroment League/ Kim Scott)

27 de enero 2017 - 20:27

Miami/(EFE).- La Pequeña Habana, el emblemático vecindario del exilio cubano en Miami, fue declarada este lunes Tesoro Nacional y, como tal, emprenderá un plan de revitalización a largo plazo apoyado por diversas organizaciones.

Durante la ceremonia de designación, en presencia del alcalde de Miami, el cubano Tomás Regalado, el National Trust for Historic Preservation destacó el espíritu inmigrante que construyó La Pequeña Habana y la comunidad que la hizo su hogar.

"La Pequeña Habana no es solo el Parque del Dominó ni el Teatro Tower, es una isla de Ellis del sur", destacó el alcalde en referencia al famoso punto masivo de entrada de inmigrantes en Nueva York.

Regalado, nacido en La Habana, recordó que desde los años sesenta este enclave "ha sido el destino de cientos de miles de inmigrantes latinoamericanos buscando la promesa de una nueva vida en Estados Unidos"

La presidenta del National Trust, Stephanie Meeks, aseguró que la historia de la Pequeña Habana es la misma de Estados Unidos y resaltó además que el vecindario "sigue siendo dinámico, rico en cultura y asequible".

Regalado, nacido en La Habana, recordó que desde los años sesenta este enclave "ha sido el destino de cientos de miles de inmigrantes latinoamericanos buscando la promesa de una nueva vida en Estados Unidos".

El National Trust, que realizó luego un recorrido por el barrio en compañía de autoridades y líderes locales, explicó que pese a ocupar el 7 % de la superficie de Miami, contiene cerca del 20 % de las viviendas de alquiler de la ciudad y más de una cuarta parte de las alquiladas por menos de 1.000 dólares mensuales (932 euros).

Este refugio de cubano-estadounidenses, que dieron al que fuera un antiguo suburbio de tranvías alejado del centro de la ciudad un sabor más caribeño con sus restaurantes típicos y cafés, es también hogar de inmigrantes de Centroamérica y otras islas del Caribe.

La líder cívica se mostró preocupada de las "amenazas" que enfrenta el barrio y confía que el plan conjunto, a largo plazo, ayude a preservar "su accesibilidad, riqueza cultural y carácter"

Sus antiguos edificios son variaciones locales de bungaló de los años treinta, de apartamentos con pasillo central de los veinte, casas de coral, otras muy miamenses de marco de madera e incluso edificios de apartamentos art decó.

Meeks, quien agradeció el resurgimiento urbano que está dando nueva vida a ciudades en todo el país, dijo, sin embargo, que éste no debe sacrificar barrios como La Pequeña Habana "que hacen de las ciudades lugares únicos y deseables".

La líder cívica se mostró preocupada de las "amenazas" que enfrenta el barrio y confía que el plan conjunto, a largo plazo, ayude a preservar "su accesibilidad, riqueza cultural y carácter".

El National Trust, organización sin ánimo de lucro, precisó que este vecindario enfrenta la presión de desarrollo, la demolición de edificios históricos, el desplazamiento de residentes y cambios de zonificación, que muchas veces encarecen las zonas y dan pie a la desaparición de valiosas estructuras.

Por eso, en colaboración con el Dade Heritage Trust, Meek presentó un proyecto de planificación que busca trabajar con residentes del barrio, líderes cívicos y alianzas locales para asegurar que La Pequeña Habana "honre su pasado mientras crea un futuro brillante".

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