Del petróleo a las redes sociales: aumenta la colaboración entre Cuba y Venezuela
Pdvsa duplicó en abril las exportaciones a Cuba mientras, en La Habana, ambos países hablan de "avanzar en el perfeccionamiento de la comunicación social"
Madrid/Venezuela ha reducido sus exportaciones de petróleo en abril, pero las duplicó para Cuba. Según datos publicados por la agencia Reuters, el país sudamericano envió 70.000 barriles por día (bpd) a la Isla de crudo, diésel, gasóleo, coque de petróleo y fuel oil.
El dato refleja una fuerte subida respecto al promedio del primer trimestre, cuando Cuba importó 22.000 barriles por día de crudo y combustible. En aquel momento, la agencia británica subrayó que La Habana libraba una "batalla" por cubrir el déficit.
Las cifras contrastan con el complicado mes que ha afrontado Venezuela en lo referente a su principal materia prima. Las exportaciones en conjunto cayeron un 8% y los problemas con la calidad del crudo y su capacidad para mejorarlo aumentan. El principal receptor sigue siendo otro importante aliado político de Caracas, China, que acapara el 70% de los embarques, ya sean directos o a través de Malasia. El total de ventas al exterior de Pdvsa, la petrolera estatal, fue de 644.870 bpd de crudo y otros refinados.
El principal receptor sigue siendo otro importante aliado político de Caracas, China, que acapara el 70% de los embarques, ya sean directos o a través de Malasia
Según la información de Reuters, Venezuela trabaja en un producto mejorado, Petromonagas, con el que intenta alzar el vuelo, ya que tiene más de 4 millones de barriles de crudo diluido almacenados por falta de ventas, mientras que de Merey, el más exitoso en Asia, guarda 1,3 millones.
Venezuela sigue contando, también, con Irán para sus despachos y el suministro de diluyentes, equipos de refinación y alimentos, entre otras cosas.
En abril, y después de siete meses sin enviar nada de diésel, Pdvsa gestionó el envío de 190.000 barriles para Cuba, además de otros 200.000 barriles de fuel-oil. La carga fue a la terminal de almacenamiento de Matanzas y confirmó que, pese a los aprietos de Venezuela para producir y el peso de las sanciones de EE UU a su industria petrolera, el suministro a la Isla no se para.
Pdvsa proveía a Cuba de unos 60.000 bpd desde 2019, cifra que bajó a 44.000 bpd en 2020 y apenas 21.000 bpd en 2021. Las cantidades son ínfimas para las necesidades de Cuba, sumida en una fuerte crisis energética y con el verano, que requiere mayor demanda, encima. Lejos quedan los años del inicio de los acuerdos entre Hugo Chávez y Fidel Castro, que en 1999 se comprometieron a intercambiar petróleo por médicos y otros profesionales, incluyendo técnicos e ingenieros y militares, cuando los envíos ascendían a unos 100.000 bpd.
Este jueves, Nicolás Maduro se reunió con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, que visitó Caracas para revisar la cooperación entre ambas partes
"Con este ameno encuentro se ratifican las relaciones diplomáticas sólidas forjadas por los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez y que, en la actualidad, mantienen el presidente Nicolás Maduro con su homólogo, Miguel Díaz-Canel", dijo la cadena estatal venezolana.
En el encuentro estuvieron también la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, y la primera dama, Cilia Flores, mientras que Rodríguez asistió en compañía del embajador de Cuba en Venezuela, Dagoberto Rodríguez.
Se habló, entre otros asuntos, de "sobrepasar el marco de la propia relación de nuestras revoluciones, para buscar una articulación de la izquierda en un escenario como es el de las redes sociales"
A la vez, en Cuba había viajado un día antes el ministro de Comunicación venezolano, Freddy Ñáñez, que fue recibido en Cuba por Díaz-Canel y el canciller en una visita en la que se reafirmaron "lazos de hermandad, solidaridad y cooperación" entre ambas naciones, escribió Rodríguez en su cuenta de Twitter.
En ese encuentro, cubierto por la prensa estatal se habló, entre otros asuntos, de "sobrepasar el marco de la propia relación de nuestras revoluciones, para buscar una articulación de la izquierda en un escenario como es el de las redes sociales". La críptica frase, según Granma, se refería a la "necesidad de librar, desde las posiciones del socialismo, la actual batalla comunicacional", una pobre explicación cuyas implicaciones hicieron temblar a muchos.
"De tal manera, comentó sobre varios procesos que se llevan a cabo en nuestro país para avanzar en el perfeccionamiento de la comunicación social y la articulación de trabajo en las redes sociales. Estamos dispuestos a trabajar codo a codo en todos estos asuntos", añadió el texto. "Huele a censura", fue la conclusión que se instaló, a la espera de más concreción, entre la prensa independiente.
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