Pu Zhiqiang, una voz por las libertades en el creciente silencio chino

Pekín/(EFE).- Conocido por defender a famosos disidentes como el artista Ai Weiwei, accesible para la prensa en un país donde muchos tienen miedo a tratar temas "sensibles" e incansable comentarista en internet, el abogado de derechos humanos Pu Zhiqiang es juzgado este lunes por intentar expresar libremente su opinión.

A sus 50 años, el letrado es uno de los más experimentados en casos que, como el suyo ahora, han implicado acusaciones contra ciudadanos chinos por criticar públicamente al régimen comunista.

Algo que acabó convirtiéndole en un activista en un país donde, tras años de persecución a la disidencia, los abogados se han erigido como el principal colectivo en defensa de los derechos humanos, por el mero hecho de que los conocen y quieren que prevalezcan.

Graduado en Historia por la Universidad de Nankai (Tianjin, norte de China), Pu comenzó su activismo político ya a finales de los 80, cuando fue uno de los muchos estudiantes que participaron en las protestas pro democracia de 1989, que el régimen reprimió con la célebre matanza de Tiananmen, el 4 de junio de ese año.

Pu comenzó su activismo político ya a finales de los 80, cuando fue uno de los muchos estudiantes que participaron en las protestas pro democracia de 1989, que el régimen reprimió con la célebre matanza de Tiananmen

Aquellos sucesos probablemente motivaron a Pu a dar a su vida un rumbo diferente e intentar usar contra la injusticia del régimen la herramienta más eficaz, la de la ley, obteniendo en 1991 el título de Derecho en la Universidad de Ciencias Políticas y Leyes de Pekín.

A diferencia de la amnesia colectiva que en China existe acerca de los sucesos de Tiananmen, Pu los ha tenido siempre muy presentes, de tal forma que cada año visita la plaza en el aniversario de la matanza.

Ese deseo por mantener viva la llama de 1989 fue uno de los factores que motivó su actual detención, que se prolonga desde hace más de un año.

En mayo de 2014, pocos días antes del 25 aniversario de la matanza, fue detenido tras participar en una reunión en la que él y otros activistas recordaron el movimiento pro democracia y llamaron a que el régimen comunista levantara el velo de olvido que pesa sobre ella.

Como abogado, Pu es especialmente conocido por haber representado al artista disidente Ai Weiwei en el caso que éste afrontó en 2012 por fraude fiscal -según activistas de derechos humanos, una excusa para acallar a otro "enfant terrible" de la disidencia- y por el que estuvo casi tres meses detenido e incomunicado en 2011.

También en ese año, Pu asumió la defensa de un caso que dentro de China llamó mucho más la atención: el de Tang Hui, una peticionaria que intentaba lograr justicia para su hija -violada y obligada a prostituirse cuando era menor de edad- y que en lugar de ello fue condenada a un campo de reeducación por protestar.

Con ayuda del abogado Pu Zhiqiang, pero también con una opinión pública de su lado, la madre logró que esa sentencia contra ella fuera retirada y más aún, consiguió que aumentaran las llamadas a abolir los campos de reeducación, cosa que el régimen comunista ordenó un año después.

Pu es especialmente conocido por haber representado al artista disidente Ai Weiwei en el caso que éste afrontó en 2012 por fraude fiscal

El abogado, siempre dispuesto a hablar con medios extranjeros no sólo de los casos que él defiende, sino de otros sobre derechos humanos en este país, también ha sido un activo comentarista político a través de internet, especialmente en Sina Weibo, el equivalente chino a Twitter, donde ha publicado textos muy críticos con el Gobierno.

Es en estos cortos pensamientos, donde ha criticado con ironía y sarcasmo desde el sistema político de China hasta sus relaciones con Taiwán, su política "colonizadora" en la región de Xinjiang o las lagunas en su historia reciente, donde parece que el régimen busca cargos con los que condenarle tras el juicio de hoy.

Entradas en el microblogs como una en la que decía que "el Partido Comunista no puede pasar un sólo día sin mentir", y que en un país con Estado de Derecho real serían considerados un libre ejercicio de libertad de expresión, han sido empleados por la fiscalía para acusarle de alteración del orden.

También de "incitar al odio étnico", por simples entradas de microblog que ponía en duda las políticas de China en la región de Xinjiang, con un conflicto abierto entre las autoridades y la minorías musulmanas en esa zona.