Pusieron explosivos en los bípers comprados por Hezbolá y los detonaron por control remoto
La taiwanesa Gold Apollo niega haber fabricado estos dispositivos y señala a una empresa de Hungría
Madrid/Un cargamento nuevo de bípers empleados por miembros del grupo chií libanés Hezbolá que fueron manipulados en origen antes de llegar al Líbano y un mensaje falso que detonó en remoto los aparatos es una de las hipótesis más plausibles de la cadena de explosiones que este martes provocó al menos doce muertos en una operación atribuida a Israel, según informaron diversas fuentes.
A falta de conocer los detalles exactos, incluido quién fue el autor de ese ataque cibernético que desde Líbano se atribuye a Israel, el ministro de Telecomunicaciones libanés, Johnny Corn, aseguró ayer que los dispositivos que explotaron formaban parte de un cargamento que llegó "recientemente" al país y planteó que "a lo mejor se activó a distancia", aunque no sabía aún cómo.
De hecho, indicó que, según las informaciones preliminares, "las baterías de los bípers se calentaron", por lo que incluso algunas personas tiraron esos aparatos antes de que explotaran.
Desde el ataque simultáneo, que hirió a miles de personas, incluido el embajador iraní en el Líbano, Mojtaba Amani –quien según las versiones oficiales se encuentra en buen estado–, y que afectó a miembros de formación armada chií en Siria, han surgido numerosas teorías
La más plausible y que algunos expertos están apuntando, como el analista militar y político independiente, Elijah J. Magnier, es que se colocó una trampa explosiva dentro de los dispositivos, los cuales "no se importaron directamente al Líbano, sino que se detuvieron en un país cercano durante tres meses, donde Israel implantó el explosivo".
En lo que sería una sofisticada infiltración en la cadena de suministro de esos aparatos, Israel habría colocado los explosivos en ese lote de dispositivos, en total alrededor de unos 3.000
En lo que sería una sofisticada infiltración en la cadena de suministro de esos aparatos, Israel habría colocado los explosivos en ese lote de dispositivos, en total alrededor de unos 3.000, según afirmaron varios medios norteamericanos, incluido The New York Times, siempre citando fuentes anónimas.
Dichos explosivos habrían sido implantados junto a la batería de cada uno de los bípers, razón por la que hubo un sobrecalentamiento previo a la explosión, a lo que se añadió un mecanismo para detonarlos de forma remota.
Ese mecanismo era un mensaje falso, que supuestamente provenía de la cúpula de Hezbolá, y que al pinchar activaba los explosivos. Antes de la detonación, de acuerdo a las fuentes, el dispositivo estaba programado para emitir un pitido durante varios segundos.
Este tipo de ataques a cadenas de suministros es una preocupación en el campo de la ciberseguridad por los potenciales hackeos que puede haber en las fases de desarrollo, aunque dichas acciones se limitan normalmente al software y no al hardware, ya que para esto último requiere haber accedido al dispositivo durante la cadena de montaje.
Varios expertos informáticos consultados por EFE respaldaron la teoría de que, para que se produzca esas explosiones, los aparatos tendrían que haber sido manipulados en origen o en destino, señalando que los fabricantes de los componentes de esos bípers son los que deberían responder ante ello.
Y lo han hecho, ya que según el New York Times, Hezbolá encargó a la empresa taiwanesa Gold Apollo los aparatos.
Sin embargo, la compañía asiática negó en un comunicado haber fabricado esos dispositivos –bíper AR-924– e indicó que la responsable de producirlos es una compañía denominada BAC, que tiene sede en Budapest.
La compañía asiática negó en un comunicado haber fabricado esos dispositivos e indicó que la responsable de producirlos es una compañía denominada BAC, que tiene sede en Budapest
"Nosotros solo proporcionamos la autorización de la marca registrada y no estamos involucrados en el diseño ni en la fabricación de este producto. Siempre nos adherimos a las regulaciones pertinentes y mantenemos una cooperación transparente y conforme con nuestros socios", concluyó el comunicado.
En declaraciones previas ante un grupo de periodistas, el presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, explicó que la empresa llevaba dos años colaborando con esta distribuidora europea.
“Los bípers involucrados en las explosiones llevaban menos de dos años en el mercado”, aseveró Hsu, agregando que impulsará una “demanda internacional” por este incidente, según declaraciones recogidas por el medio taiwanés CTI News.
Hezbolá usa entre sus miembros esta clase de dispositivos como medio de comunicación para evitar ser geolocalizados por Israel, que habitualmente lleva a cabo asesinatos selectivos contra sus miembros, entre otras facciones presentes en el Líbano y Siria.
“El teléfono que tenemos en la mano —yo no tengo un teléfono en la mano— es un dispositivo de escucha”, advirtió el jefe de Hezbolá Hassan Nasrallah, en un discurso en febrero.
“Les digo que el teléfono en sus manos, en las manos de su esposa, y en las manos de sus hijos, es el agente. Es un agente mortal, no uno cualquiera. Es un agente mortal que proporciona información específica y fiable. Por lo tanto, hacerle frente requiere una gran seriedad”, agregó, recuerda Associated Press.
“Les digo que el teléfono en sus manos, en las manos de su esposa, y en las manos de sus hijos, es el agente. Es un agente mortal, no uno cualquiera"
Estos aparatos, que se quedaron obsoletos con la llegada del teléfono móvil, son dispositivos inalámbricos de baja tecnología que básicamente reciben mensajes alfanuméricos y bidireccionales, con la capacidad de enviar y recibir mensajes de hasta 100 caracteres.
El AR-924, anunciado como “robusto”, contiene una batería recargable de litio que dura hasta 85 días. Eso podría ser crucial en Líbano, donde los cortes de electricidad son habituales en medio de la debacle económica que afecta desde hace años a la pequeña nación mediterránea. Además, los bípers funcionan en una red móvil diferente de la de los celulares, lo que los hace más resilientes ante emergencias, uno de los motivos por los que hospitales de todo el mundo aún los utilizan.
La reacción de Irán, uno de los principales aliados de Hezbolá, ha sido calificar la acción de “acto terrorista y asesinato en masa”.
“La operación terrorista en el Líbano se llevó a cabo como una continuación de las operaciones combinadas del régimen sionista (Israel) y sus agentes mercenarios, y es contraria a todos los principios morales y humanitarios, al derecho internacional, y esta sujeto a procesamiento, juicio y castigo penal internacional”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí en un comunicado emitido a última hora de la noche.
Kananí llamó a que la comunidad internacional actúe con rapidez para “hacer frente a la impunidad de las autoridades criminales sionistas” de Israel, su acérrimo enemigo.
Kananí llamó a que la comunidad internacional actúe con rapidez para “hacer frente a la impunidad de las autoridades criminales sionistas” de Israel
Irán ha apoyado al grupo chií financieramente y con armamento desde los años 80. Teherán además capitanea el llamado ‘Eje de la resistencia’, una alianza informal anti israelí formada además de por Hezbolá por los palestinos de Hamás y los hutíes del Yemen, entre otros.
Entre las múltiples reacciones internacionales, la mayoría llamando a la calma tras este ataque, el Gobierno de Cuba se pronunció condenando las explosiones y advirtiendo de una "grave escalada" en el conflicto en Medio Oriente.
"Condenamos el ciberataque contra el Líbano atribuido a Israel, que ha causado la muerte de casi 10 personas y dejado otras 2.800 personas heridas", escribió el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, en la red social X.
En su mensaje, el canciller cubano consideró que estos hechos "constituyen una grave escalada en el conflicto en Medio Oriente, con graves e impredecibles consecuencias para la región".