Ramiro Valdés viaja a Nicaragua para celebrar el aniversario de la revolución sandinista

Al evento asistieron representaciones de varios países aliados del Gobierno de Ortega, incluyendo a Rusia, Venezuela y Bielorrusia

El vicepresidente cubano en los actos nicaragüenses
El viceprimer ministro cubano en los actos nicaragüenses / EFE
EFE

20 de julio 2024 - 13:33

San José/El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) conmemoró este viernes el 45 aniversario de la revolución que derrocó con la fuerza de las armas a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en Nicaragua, en un evento que Ortega ha convertido en un medio para reafirmar su poder, y que contó con la presencia de altos representantes de países aliados como Cuba, Bielorrusia, Venezuela y Rusia.

Entre esos invitados se encontraban el canciller venezolano Yván Gil, el primer ministro bielorruso Román Golóvchenko y el presidente de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), Viacheslav Volodin. También asistieron el viceprimer ministro cubano, Ramiro Valdés Menéndez, y la veterana activista palestina Leila Khaled, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que entre 1969 y 1970 dirigió el secuestro de dos aviones.

"¡No pudieron, ni podrán!", arrancó con ese grito la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, en el acto central de la fiesta sandinista, que se celebró en la Plaza de La Fe, una explanada ubicada a orillas del lago de Managua o lago Xolotlán, bajo un fuerte dispositivo policial.

Ese mensaje fue el que repitió Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, después de neutralizar una revuelta popular que estalló en abril de 2018 por unas impopulares reformas a la seguridad social y que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario tras responder con la fuerza.

El 19 de julio es un día de fiesta nacional en Nicaragua que se celebra desde 1980, cuando fue decretado por el primer Gobierno sandinista

El 19 de julio es un día de fiesta nacional en Nicaragua que se celebra desde 1980, cuando fue decretado por el primer Gobierno sandinista (1979-1990) para recordar el derrocamiento armado de la dictadura de Anastasio Somoza Debayle. La vicepresidenta, que hizo de maestra de ceremonias, dijo que hoy festejaban que "Sandino vive y la lucha sigue": "Somos libres y jamás volveremos a ser esclavos", proclamó.

En un rapto de demagogia, Murillo también saludó a las 700 delegaciones que participaron en los festejos sandinistas, entre las que acudieron representaciones de Angola, Argelia, Bielorrusia, Burkina Faso, Costa de Marfil, Catar, Cuba, Emiratos Árabes Unidos, Federación de Rusia, Ghana, Honduras, Irán, Kuwait, Osetia del Sur, Palestina, República Popular China, Sudáfrica, Venezuela, Vietnam, y Zimbabue.

Durante el acto, el viceprimer ministro cubano, Ramiro Valdés Menéndez, ofreció un discurso en el que rechazó, en nombre del Gobierno de Cuba, "las medidas coercitivas unilaterales impuestas contra Nicaragua por Estados Unidos y otros países", y criticó la "grosera manipulación de la realidad de Nicaragua". Por su lado, el presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin, destacó las históricas relaciones de Rusia con la Nicaragua sandinista, y reafirmó su apoyo al Gobierno de Ortega.

En ese mismo sentido se pronunció el primer ministro de Bielorrusia, Román Golóvchenko, que dijo que a pesar de que son dos países que están en dos continentes diferentes, los une la "libertad" y la "victoria".

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