La reapertura del caso Litvinenko revela que pudo ser envenenado dos veces

Judith Mora

27 de enero 2015 - 18:37

Londres/(EFE).- El exespía ruso Alexander Litvinenko pudo ser envenenado dos veces antes de morir en un hospital de Londres el 23 de noviembre de 2006, según se supo este martes en la apertura de una investigación pública sobre su muerte.

Al iniciar la primera audiencia, el juez encargado del caso, Robert Owen, afirmó que la muerte del antiguo agente, envenenado con la sustancia radioactiva polonio-210, plantea cuestiones "de extrema gravedad", incluida la posible participación del Estado ruso.

Durante la vista, el abogado de la acusación, Robin Tam, dijo al exponer el caso que Litvinenko fue envenenado "no una, sino dos veces", según parecen indicar muestras de su pelo.

De acuerdo con el examen forense, habría ingerido polonio-210 por primera vez en una reunión en una empresa de seguridad en octubre de 2006 y después otra vez -la ya conocida- el 1 de noviembre, durante una cita en un hotel de Londres con sus antiguos colegas del servicio secreto Andrei Lugovoi y Dmitry Kovtun.

La Policía británica considera a estos agentes rusos principales sospechosos del asesinato, si bien ellos lo niegan y el Gobierno de Rusia ha rechazado su extradición.

Tam aseguró hoy martes que, tras la muerte de Litvinenko, se encontraron rastros de "radiación alfa" en la habitación de hotel de Lugovoi, pero no así en los autobuses que la víctima había tomado para dirigirse al lugar de reunión.

El juez constató que la sustancia empleada para envenenar a Litvinenko pudo haberse utilizado para "matar a un gran número de personas"

El juez Owen constató que la sustancia empleada para envenenar a Litvinenko pudo haberse utilizado para "matar a un gran número de personas o para propagar el pánico y la histeria entre la ciudadanía".

Explicó además que hay pruebas que aparentemente apuntan a la implicación del Estado ruso, lo que comparte su viuda Marina Litvinenko, que ha acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de ser responsable de la muerte de su esposo.

El exespía del KGB, crítico con el régimen de Putin y que estaba exiliado en el Reino Unido desde el año 2000, murió envenenado con polonio-210 tres semanas después de haber tomado el té en el Millennium Hotel con Lugovoi y Kovtun.

En la audiencia en las Cortes de Justicia se leyó un comunicado de Lugovoi en el que niega haber cometido el asesinato, mientras que tanto él como Kovtun han sido invitados por el juez Owen a declarar por videoconferencia durante este proceso, que se espera dure unas diez semanas.

En su turno de argumentación, Ben Emmerson, el abogado de la viuda, Marina Litvinenko, alegó que Livinenko fue asesinado como acto de "venganza política", para disuadir a otros y también para evitar que declarara "en un proceso criminal en España" que hubiera expuesto supuestamente los lazos de Putin con el crimen organizado.

Tam adelantó que, durante el proceso, se analizará si la muerte del exagente pudo estar ligada a su apoyo al empresario ruso Boris Berezovsky, también exiliado en el Reino Unido y perseguido por el régimen de Putin, que en marzo de 2013 apareció ahorcado en su mansión inglesa, en un aparente suicidio.

El abogado también reveló detalles del pasado de Litvinenko, que en 1998 denunció públicamente corrupción en el Servicio Federal de Seguridad ruso (sucesor del KGB), al que pertenecía.

"¿Podría ser que las acciones de Litvinenko en Moscú en noviembre de 1998 llevaran a que fuera envenenado en Londres ocho años después?", se preguntó.

En otro interesante giro en esta historia, Tam explicó además que el exagente ruso había servido en la primera guerra chechena, en 1995, se había solidarizado con la causa y se había convertido al islam antes de su muerte.

Ya en el Reino Unido, continuó haciendo campaña contra Putin, acusándole en 2006 de pederastia en una web chechena, lo que éste pudo haber percibido como "algo irritante o mucho peor", apuntó el letrado.

Durante el proceso, se analizará si la colaboración de Litvinenko con el servicio de espionaje británico MI6 pudo ser también acicate para su muerte, así como su posible cooperación con la inteligencia española, precisó Tam.

La investigación judicial pública que este martes empezó fue autorizada por el Gobierno en julio de 2014, ocho años después del suceso, tras presiones de Marina Litvinenko, que ganó una batalla legal para forzar su celebración.

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