Recortes de 'Granma' y un llavero del Che en la casa del remitente de las cartas explosivas en España

El jubilado detenido mandó varios sobres al embajador de Ucrania en Madrid y al Gobierno español

La Policía Nacional española detuvo a Pompeyo González en Miranda de Ebro este miércoles. (EP)
La Policía Nacional española detuvo a Pompeyo González en Miranda de Ebro este miércoles. (EP)
14ymedio

27 de enero 2023 - 14:45

Madrid/Un llavero de Che Guevara y recortes del diario Granma formaban parte del pequeño museo que tenía en su casa de Miranda de Ebro (Burgos) Pompeyo González Pascual, un jubilado de 74 años detenido este miércoles por el envío de varias cartas con explosivos a autoridades y edificios oficiales de España a finales del pasado año.

El apacible González, antiguamente funcionario del Ayuntamiento de Vitoria (País Vasco), ingresará este viernes en prisión sin fianza, acusado de seis delitos de terrorismo y empleo de artefactos explosivos inflamables o incendiarios con finalidad terrorista. Sus actividades pusieron en guardia al mundo cuando, el pasado 30 de noviembre, un sobre dirigido al embajador de Ucrania estalló en la sede diplomática de Kiev en Madrid, hiriendo levemente al guardia de seguridad que revisaba la correspondencia. El suceso se repitió en la base aérea estadounidense de Torrejón de Ardoz (Madrid), así como en una empresa zaragozana de armas (Instalaza).

Entonces las autoridades españolas revelaron que también la Presidencia del Gobierno, en la persona de Pedro Sánchez, y el Ministerio de Defensa, para su titular, Margarita Robles, habían recibido cartas con material explosivo casero en los días precedentes. La vinculación con la guerra de Ucrania parecía evidente, hasta el punto de que la Inteligencia de EE UU defendió ante España que un grupo ultra ruso estaba detrás del asunto.

Sin embargo, este miércoles, saltaba la sorpresa en la tranquila localidad de Miranda de Ebro, de unos 30.000 habitantes, cuando la Policía detenía en plena calle al jubilado, que abandonaba su pequeño pìso y, sin oponer ningún tipo de resistencia, apenas dijo: "Se han equivocado".

Los registros han revelado que el hombre, muy activo en redes sociales, era un nostálgico de la Unión Soviética y tenía en su casa lo que el diario El País, que ha tenido acceso al atestado policial, denomina "un santuario comunista". El inventario cubano incluye varios ejemplares de 1988 del diario oficial del Partido Comunista y el citado llavero con una efigie del Che y la inscripción "Hasta la victoria siempre".

Además, había en su habitación un póster de Dolores Ibarruri, conocida como La Pasionaria, líder del Partido Comunista de España desde el exilio y diputada después de la Transición. También se encontró una imagen de Vladímir Ilich Ulianov, Lenin, y crónicas sobre las victorias rusas y austríacas de 1917 en la Primera Guerra Mundial. El repertorio lo completa multitud de recortes y libros vinculados al golpe de Estado en España en 1936 y los voluntarios de la División Azul (cuerpo de militares enviado por Franco en apoyo a Hitler y Mussolini contra Rusia).

Pero además de toda la parafernalia, Pompeyo González tenía material comprometedor. Desde bolsas finas de plástico que la Policía considera que usó para rellenar las cartas a tubos cilíndricos y de metal. Lo más grave, un dron Dji Mavic 2, un modelo antiguo y ligero capaz de grabar imágenes y volar una media hora.

La documentación policial indica que el jubilado estaba preparando artefactos con más potencia y que planeaba depositarlos con el aparato, que había manipulado para que pudiera transportar sobres y depositarlos por control remoto.

La operación para detener a González fue bautizada como Konvert, sobre en ruso, el primer elemento que empezaron a buscar los agentes para localizar al autor de los hechos. Los sellos empleados también constituyeron una importante pista, especialmente tras inspeccionar las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad de las oficinas de correos donde se compraron.

Aunque el ADN no arrojó ninguna coincidencia con los registros policiales, una de las claves fue el análisis caligráfico, que determinó que la letra correspondía a un hombre mayor.

Por el momento, fuentes de la Fiscalía han asegurado a la prensa española que se descarta cualquier vínculo con Rusia y que la tesis es que ha actuado en solitario sin ningún apoyo de redes criminales.

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