Regocijo en Kiev por la "humillación" de Putin, abrazos de Maduro, "solidaridad" tardía en Cuba

La Habana/Con un mensaje escueto, publicado cerca de las nueve de la noche de este sábado en Twitter, Miguel Díaz-Canel hizo la única alusión oficial que ha salido de Cuba sobre la rebelión del grupo paramilitar Wagner contra Vladímir Putin. La Habana se mantuvo cautelosa durante toda la jornada y las principales portadas informativas nacionales apenas reportaron lo sucedido en Rusia.

"Expreso la solidaridad del pueblo y gobierno de Cuba al estimado presidente Putin y al hermano pueblo de la Federación de Rusia, ante intentos de provocar una rebelión armada en la nación", publicó Díaz-Canel, quien este mismo sábado regresó a la Isla de una gira que lo llevó al Vaticano, Italia, Serbia y Francia. "Tenemos total convicción de que prevalecerá la unidad y el orden constitucional".

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, se limitó a compartir el mensaje de Díaz-Canel mientras el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista cubano, ni siquiera ha publicado la noticia de la rebelión armada protagonizada por el jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, contra la cúpula militar rusa.

El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista cubano, ni siquiera ha publicado la noticia de la rebelión armada protagonizada por el jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin

Finalmente Prigozhin dio marcha atrás, previa mediación del presidente bielorruso, Aleksander Lukashenko, y anunció el retorno de los mercenarios a sus bases permanentes, con lo que quedó zanjada una grave crisis de 24 horas que hizo tambalearse al poder en Rusia.

La cautela de Díaz-Canel y su retraso en posicionarse ante la rebelión contrastan con la actitud del gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, quien se apresuró a enviar un "abrazo de solidaridad y apoyo" a Putin y condenó las acciones de Prigozhin. El mandatario calificó lo sucedido como "un intento de guerra civil", en un discurso durante un acto con militares en el estado de Carabobo.

El pronunciamiento de Maduro se produjo horas después de que su Gobierno condenase en un comunicado lo que consideró como una "amenaza irracional" por parte del grupo Wagner y de su líder a quien acusó de "promover una insurrección armada en la Federación de Rusia, a través de métodos terroristas". Venezuela expresó "su absoluto respaldo" a Putin.

De una forma similar reaccionó el dirigente nicaragüense Daniel Ortega, quien afirmó que su Gobierno estará "siempre pendiente" de lo que ocurra en Rusia. "Hermano presidente, compañero y camarada Vladimir Putin: desde esta Nicaragua valiente y luchadora, saludamos al gran pueblo ruso, a usted, a su Gobierno, y a las familias de toda Rusia", escribió Ortega a Putin en una carta divulgada por Managua.

En la medida en que pasan las horas también han salido nuevas informaciones a la luz. Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos sospechan que Putin había sido avisado de una posible rebelión del grupo de mercenarios aproximadamente un día antes de la rebelión, que comenzó la tarde-noche del viernes con la toma de la ciudad de Rostov, sede del cuartel del mando sur del Ejército ruso y donde se coordinan las operaciones contra Ucrania.

Las fuentes de Inteligencia estadounidenses, con las que se ha puesto en contacto The Washington Post, entienden que durante la última semana comenzaron a acumularse los "indicios suficientes" como para que el Kremlin "concluyera que ahí estaba a punto de pasar algo". Sin embargo, los propios servicios de Inteligencia expresaron a la CNN que la naturaleza exacta del conflicto y el momento concreto en el que iba a producirse era una incógnita para todo el mundo, salvo para Prigozhin y sus tropas.

"A pesar de los indicios que habían, nadie podía saber qué era exactamente lo que iba a ocurrir, ni cuándo. Sin embargo, creo que estaban preparados para algo así", argumenta, no obstante, una fuente de Inteligencia al citado rotativo.

Las mismas fuentes estiman que el momento clave ocurrió el 10 de junio, cuando el Ministerio de Defensa ruso ordenó a Wagner que se acogiera a la política del Gobierno, que constataba que todos los grupos de voluntarios armados debían firmar contratos con el Ejército, algo que Prigozhin entendió como una anexión forzosa a las filas militares oficiales. "Esto supuso la gota que colmó el vaso tras meses de discrepancias con la cúpula militar rusa sobre el desarrollo de la guerra de Ucrania", apuntan.

Las fuentes de Inteligencia estadounidenses entienden que durante la última semana comenzaron a acumularse los "indicios suficientes" como para que el Kremlin "concluyera que ahí estaba a punto de pasar algo"

Si bien la Inteligencia de EE UU no tiene conocimiento preciso del momento en que Putin fue avisado de que Prigozhin podría responder con la fuerza a estas tensiones, "estamos seguros de que lo sabía al menos con 24 horas de antelación" a la operación de Wagner, aseguran.

Lo que sí desconocen es por qué Putin no tomó una respuesta inmediata sobre el terreno a la toma de Rostov, si bien sospechan que la lentitud de la reacción se debió a una falta de coordinación a alto nivel dentro del Kremlin, "probablemente por rivalidades internas".

Por su parte, la presidencia ucraniana considera que Prigozhin humilló al Kremlin y evidenció el desgaste del poder del presidente Vladímir Putin, pese a su renuncia a avanzar sobre Moscú tras negociar su retirada con Bielorrusia.

"Fue una elección fenomenal... Casi anulas a Putin, tomas el control de las autoridades centrales y de pronto te retiras... porque un intermediario de dudosa reputación (Alekandr) Lukashenko te promete garantías de seguridad", escribió el asesor de la presidencia, Mijailo Podoliak, en su cuenta en Twitter.

La "élite de Putin" ha vivido 24 horas de temor, prosigue el mensaje del asesor del presidente Volodímir Zelenski, para aseverar finalmente que Prigozhin "humilló" con ello al líder del Kremlin y demostró que no tiene el "monopolio de la violencia".

Las columnas de Prigozhin quedaron a unos 200 kilómetros de Moscú y, tras el anuncio de retirada, los propios wagneritas iniciaron su retorno a las bases permanentes del grupo desde la ciudad de Rostov del Don.

Según el Kremlin, parte del acuerdo alcanzado por mediación de Lukashenko consiste en que Prigozhin se traslade a Bielorrusia y en que se anule los cargos contra él, así como que tampoco se procese a los soldados que formaron parte de su motín.

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