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Rubio concluye su gira de "impacto" en Latinoamérica, con el foco en migración y el canal de Panamá

Pekín critica las "presiones" de EE UU después de que Panamá no renovase su acuerdo

Fotografía de archivo de las esclusas de Miraflores en el Canal de Panamá. / EFE/Bienvenido Velasco
EFE

07 de febrero 2025 - 10:58

Santo Domingo / Pekín/Marco Rubio concluyó este jueves su primera gira internacional como secretario de Estados de EE UU, un viaje de "impacto" por Centroamérica y República Dominicana que marcó un cambio de rumbo en la política exterior estadounidense, poniendo el foco en Latinoamérica en asuntos clave como la migración o el canal de Panamá y lainfluencia china en la región.

"Creo que ha sido una visita de tanto impacto que hubo un terremoto, el primer terremoto que yo he tenido en mi vida", bromeó Rubio al inicio de una intervención en Guatemala, en la que fue la cuarta parada de una gira que lo llevó, en este orden, a Panamá, El Salvador, Costa Rica y, por último, a República Dominicana.

El secretario de Estado se encontraba despierto de madrugada cuando sintió un movimiento, y aunque pensó en un principio que simplemente se hallaba "mareado", a la mañana siguiente descubrió que había vivido "un pequeño terremoto" de 5,6 grados, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

A la mañana siguiente descubrió que había vivido "un pequeño terremoto" de 5,6 grados

Rubio, de ascendencia cubana, lo explicó con su acento caribeño en un buen español, idioma que utilizó para abrir sus intervenciones ante la prensa, para luego repetirlas en inglés en referencia a su público estadounidense, en un gesto inédito como primer secretario de Estado de origen hispano.

Con estos precedentes, no podía ser de otra manera que por primera vez en 100 años un secretario de Estado norteamericano escogiera Latinoamérica para su primer viaje internacional.

Una gira que decidió abrir con el plato fuerte, Panamá, después de la tensión desencadenada por la amenaza del presidente Donald Trump, repetida durante su discurso de investidura, de "recuperar" el Canal por la influencia china en la vía interoceánica y los "injustos" peajes a sus embarcaciones.

Los analistas consultados por EFE esperaban que el viaje rebajara la tensión sobre la disputa del Canal, construido y controlado por Estados Unidos desde su inauguración en 1914 hasta el 31 de diciembre de 1999, cuando pasó a manos panameñas, como estipulaban los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977.

El inicio del viaje parecía esperanzador, con una reunión de Rubio con el presidente panameño, José Raúl Mulino, tras la cual el mandatario se comprometió a no renovar el acuerdo comercial con China sobre la Nueva Ruta de la Seda, o la visita del jefe de la diplomacia estadounidense al Canal, cuyas autoridades anunciaron que trabajarían con la Marina de EE.UU. para "optimizar la prioridad en el tránsito de sus buques".

Sin embargo, esa cordialidad estalló por los aires la tarde del miércoles, cuando el Gobierno de Estados Unidos aseguró que Panamá había aceptado no cobrar a sus buques por el tránsito por el Canal, ahorrando así "millones de dólares al año", una información que posteriormente la autoridad de la vía acuática rechazó.

Mulino fue más tajante: "Me sorprende muchísimo el comunicado del Departamento de Estado de ayer, porque están haciendo comunicados importantes (...) en función de una falsedad, y eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable", dijo Mulino este jueves, visiblemente enfado.

El viernes está previsto que el presidente panameño mantenga una conversación con Trump

El viernes está previsto que el presidente panameño mantenga una conversación con Trump, una llamada que no fue confirmada hasta hoy y que quizá sirva para llegar a un punto en común sobre el Canal.

Mientras la vía acuática seguía distanciando a estos dos aliados históricos, hubo un aspecto en el que Rubio se fue particularmente satisfecho, como es el de la gestión de la migración irregular, un asunto que también trató con un resultado favorable en el resto de países de la región.

En Panamá, el secretario de Estado supervisó el proceso de deportación de migrantes colombianos en un vuelo pagado por Estados Unidos como parte de un acuerdo firmado el pasado 1 de julio, el mismo día de la toma de posesión de Mulino, que desde agosto ha permitido al menos 42 vuelos chárter con destino a 14 países, expulsando a más de 1.700 personas.

La mayoría de estos migrantes se dirigían a Norteamérica, y fueron interceptados tras cruzar la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Colombia, donde desde la llegada de Mulino al poder se ha producido un drástico descenso en el flujo migratorio.

"En cierto sentido, nuestra frontera no empieza en Texas y México, empieza mucho antes"

"Así que, en cierto sentido, nuestra frontera no empieza en Texas y México, empieza mucho antes", aseguró Rubio.

En El Salvador, su siguiente parada, el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, mostró una química especial con Rubio, presentándole a sus hijas o llevándolo a su residencia con vistas al lago Coatepeque, en el occidente del país, en una clara señal de amistad.

Allí Bukele, que se consolida como el gran aliado regional de la nueva Administración de Trump, aceptó recibir en su megacárcel a migrantes indocumentados detenidos por crímenes graves en Estados Unidos, y abrió la puerta incluso a albergar a presos de nacionalidad estadounidense, en un acuerdo "sin precedentes".

"Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta", declaró Rubio.

Bukele es, junto al argentino Javier Milei, el mandatario latinoamericano más afín a Trump y, de hecho, fue el primer presidente de la región al que el republicano llamó después de ser investido.

La Administración de Trump ve como un ejemplo la estrategia de seguridad del Gobierno de Bukele

La Administración de Trump ve como un ejemplo la estrategia de seguridad del Gobierno de Bukele, que ha reducido drásticamente la inseguridad en el país con medidas de mano dura policial y militar criticadas por organizaciones de derechos humanos.

En San José, Rubio se reunió con el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, donde confirmaron que continuarán con la cooperación bilateral en temas de ciberseguridad, migración y narcotráfico, en un país que el secretario de Estado calificó de "ejemplo y modelo", donde un gran número de estadounidenses han decidido mudarse y vivir por "la seguridad y estabilidad de esta república".

Además, Rubio felicitó al Gobierno de Costa Rica por su "firmeza" para evitar que empresas chinas participen en concursos públicos para el desarrollo de redes de telecomunicaciones de quinta generación (5G), permitiendo solo "proveedores de confianza" en una tecnología "crítica" para todas las industrias.

En Guatemala, el presidente Bernardo Arévalo de León informó tras una reunión con Rubio que el país centroamericano volverá a recibir a migrantes deportados de otras nacionalidades desde Estados Unidos, y que también aumentarían en un 40% los vuelos de deportados procedentes de la nación norteamericana.

"Esos tres regímenes que existen: Nicaragua, Venezuela y Cuba son enemigos de la humanidad"

Y en la República Dominicana, la última parada de esta gira que comenzó el sábado, Rubio mantuvo un encuentro con el presidente dominicano, Luis Abinader, con el que trató la crisis en el vecino Haití, subrayando que "el primer objetivo es pacificar y acabar" con las pandillas, que controlan el 85% de la capital.

"Estados Unidos seguirá apoyando el futuro de Haití, para que puedan haber industrias en ese país, para que haya estabilidad económica, eso es fundamental para su futuro", opinó Rubio, que aseguró que continuarán apoyando económica y logísticamente la Misión Multinacional de Apoyo a la Paz en Haití (MMS).

Rubio, durante su gira, también tuvo palabras para sus adversarios en Latinoamérica.

"Esos tres regímenes que existen: Nicaragua, Venezuela y Cuba son enemigos de la humanidad y han creado una crisis migratoria, si no fuera por esos tres regímenes no hubiera una crisis migratoria en el hemisferio", sentenció.

El portavoz de la Cancillería china declaró que su país "se opone firmemente a las acciones de Estados Unidos"

Por su parte, el Gobierno chino criticó este viernes "la presión y la coerción" de Estados Unidos tras la decisión de Panamá de no renovar el acuerdo de cooperación con China sobre el proyecto de infraestructuras de las Nuevas Rutas de la Seda, liderado por Pekín.

El portavoz de la Cancillería china Lin Jian declaró este viernes en una rueda de prensa que su país "se opone firmemente a las acciones de Estados Unidos para desacreditar y socavar la cooperación" en el marco de las Nuevas Rutas de la Seda "a través de la presión y la coerción".

Lin aseveró que "más de 20 países latinoamericanos han participado con entusiasmo" en la iniciativa y que "los resultados han beneficiado a los pueblos de todos los países, incluyendo Panamá".

"En los últimos años, China y Panamá han logrado una fructífera cooperación", agregó el portavoz, al tiempo que aseguraba que las Nuevas Rutas de la Seda "han beneficiado continuamente a los pueblos de los dos países".

China "espera que la parte panameña tome la decisión correcta a la luz de la situación general de las relaciones bilaterales"

China "espera que la parte panameña tome la decisión correcta a la luz de la situación general de las relaciones bilaterales y los intereses a largo plazo de los pueblos de los dos países, sin interferencias externas", dijo Lin.

El presidente panameño, José Raúl Mulino, anunció que dejará caducar ese acuerdo después de reunirse el domingo con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.

Mulino explicó que trasladó a Rubio su decisión de no renovar el memorándum de entendimiento de las Nuevas Rutas de la Seda, firmado con China en noviembre de 2017, bajo el mandato del entonces presidente panameño, Juan Carlos Varela.

En varias ocasiones, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con "tomar" el canal de Panamá y criticado la decisión del fallecido expresidente Jimmy Carter (1977-1981) de negociar los tratados que permitieron la transferencia del canal a Panamá, un proceso que se completó en 1999. Además, Trump ha asegurado que el canal está bajo control de Pekín.

China, mientras, ha insistido en que no participa ni en la gestión ni en la operación del Canal, que reconoce como una "infraestructura internacional neutral" en cuyos asuntos "nunca ha interferido".

Las Nuevas Rutas de la Seda es una iniciativa de inversiones y cooperación comercial impulsada por el presidente chino, Xi Jinping, en 2013 para vincular a China con Europa, Oriente Medio, África y, más recientemente, América Latina, algo que ha despertado inquietud en Washington ante la creciente influencia del gigante asiático en la región.

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