Santos advierte a las FARC que proceso de paz se puede acabar por atentados
Bogotá/(EFE).- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, advirtió el martes a las FARC que el diálogo de paz en Cuba "puede terminar" si esa guerrilla persiste en la escalada terrorista que ha desatado en los últimos días en el país.
"Nosotros les decimos: ustedes continúan con eso, pues están jugando con candela y este proceso puede terminar, porque no puede seguir indefinidamente en esta situación porque el pueblo colombiano se confunde y no entiende", dijo el presidente durante la celebración de los 150 años de la compañía azucarera Manuelita en Palmira, departamento del Valle del Cauca (suroeste).
En las últimas semanas, la guerrilla ha perpetrado ataques contra camiones cisterna que transportan crudo, contra acueductos y contra la infraestructura energética del país, ocasionando grandes daños ambientales.
El presidente añadió: "Lo que hicieron hace unos días de atacar un acueducto es un acto de terrorismo totalmente condenable", en referencia a la destrucción del acueducto del Ariari, que abastece de agua a varios municipios del departamento del Meta (centro).
Santos, quien ha defendido la negociación de paz sin un cese del fuego bilateral, dijo "que sabía desde el principio que iba a ser difícil explicar" a la población "por qué hablan ustedes (las FARC) en La Habana de paz y siguen en guerra" en Colombia.
En el más reciente ataque contra la infraestructura del país, perpetrado el lunes, las FARC dinamitaron varias torres de energía en las cercanías de Buenaventura (suroeste), lo que dejó sin electricidad a más de 400.000 personas de esa ciudad, el principal puerto de Colombia sobre el Pacífico.
"Este ataque que hicieron a las torres de energía en Buenaventura, que dejó a mucha gente sin luz, es algo demencial", agregó el mandatario.
En opinión de Santos, con sus acciones contra la población las FARC "están cavando su propia fosa política, porque es eso lo que hace que la gente los rechace".
Santos, por otra parte, se defendió de las críticas al proceso de paz de parte de sectores que alegan que en las negociaciones se ha acordado que las FARC no entreguen las armas una vez se firme un eventual acuerdo de fin del conflicto.
"No hay la menor la posibilidad de que acordemos algo sin entrega de armas, eso sería perfectamente ridículo y absurdo", dijo.
Igualmente, el mandatario rechazó que se esté negociando en La Habana una "total impunidad" de los crímenes de la guerrilla y afirmó que lo que ocurre es todo lo contrario porque las víctimas, que son el próximo punto de la agenda de diálogos, "son el centro de la resolución del conflicto".
"Se tienen que respetar los derechos de las víctimas, a la verdad, la reparación, la justicia" y la garantía de no repetición, sentenció.
El mandatario rechazó que se esté negociando en La Habana una "total impunidad" de los crímenes de la guerrilla
Después del tema de víctimas, las delegaciones del Gobierno y las FARC tienen previsto abordar el del fin del conflicto, que contempla "la desmovilización, la dejación de armas y la reintegración" de los guerrilleros.
"Si logramos ponernos de acuerdo en los próximos dos puntos, se termina este conflicto y ahí, yo diría que comienza la construcción de la paz", agregó.
El Gobierno colombiano y las FARC llevan a cabo diálogos de paz en La Habana desde noviembre de 2012, producto de los cuales las partes han logrado acuerdos parciales sobre los puntos de tierras y desarrollo agrario, participación política y drogas y narcotráfico.
Las partes iniciarán el 11 de agosto la discusión del tema de víctimas, a propósito del cual el jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", exigió este martes al presidente Santos "responder" por la muerte en una operación militar, en noviembre de 2011, de su antecesor "Alfonso Cano".
Asimismo, las FARC anunciaron que pedirán que la muerte de Cano se aborde en la mesa de negociaciones dentro del punto referido a las víctimas del conflicto armado.
A las acciones violentas de las FARC se suman las perpetradas por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país, que detonó en la madrugada de este martes en Bogotá dos artefactos que causaron algunos daños materiales y zozobra entre la población.
Con unos 1.500 combatientes activos, el ELN ha incrementado en los últimos tiempos su actividad armada, al tiempo que mantiene conversaciones exploratorias con el Gobierno para iniciar un proceso de paz.