La nueva jefa de los servicios secretos españoles tuvo que salir de Cuba en 2009 por espionaje
Su marcha estuvo vinculada a la destitución de Carlos Lage y Felipe Pérez Roque y la detención del empresario e informante Conrado Hernández
Madrid/Esperanza Casteleiro Llamazares, nueva directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español, dirigió brevemente la antena de los servicios secretos en Cuba en 2009 y tuvo que volver de manera precipitada a Madrid para evitar su expulsión después de la detención de un informante.
Según los datos recordados este miércoles por el digital españolThe Objective, la funcionaria llegó a La Habana en 2008 sin ocultar su identidad, ya que había dejado de ser agente anónima al alcanzar puestos de responsabilidad (secretaria general del CNI en 2004).
En junio de 2008 fue relevada de ese cargo y enviada a la Isla para dirigir la oficina del servicio de inteligencia español en Cuba, en un momento en que se esperaba una apertura bajo el nuevo mando de Raúl Castro.
En junio de 2008 fue relevada de ese cargo y enviada a la Isla para dirigir la oficina del servicio de inteligencia español en Cuba, en un momento en que se esperaba una apertura bajo el nuevo mando de Raúl Castro
Según The Objective, el régimen cubano desconfió inmediatamente de Casteleiro y fue constantemente vigilada por el servicio secreto de la Isla. Su caída se produjo en apenas seis meses.
La decisión llegó tras la detención, en febrero de 2009, de Conrado Hernández, empresario cubano y delegado de una entidad comercial del Gobierno vasco, cuando iba a viajar a España.
El arresto se atribuyó a un caso de corrupción empresarial, pero dos semanas después trascendió que el vicepresidente económico Carlos Lage, y el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, visitaban frecuentemente una propiedad que Hernández tenía en la actual provincia de Mayabeque.
Esos vínculos sirvieron para destituir a ambos ministros, a los que el Partido Comunista de Cuba acusó de filtrar información al Gobierno español sobre posibles cambios en la Isla.
La Seguridad del Estado mantenía la vigilancia sobre Hernández, informante del CNI, y lo había grabado con agentes de la inteligencia española, comiendo en un restaurante habanero.
Fidel Castro dedicó al caso una de sus Reflexiones, en las que acusaba a Lage y Pérez Roque de dejarse "seducir por las mieles del poder" con la esperanza de ponerse al frente del país, y haber sido atrapados por los cantos de sirena provenientes de "agentes externos".
Casteleiro regresó a España, mientras el empresario fue juzgado y condenado a 20 años de cárcel. El pasado octubre recibió un beneficio penitenciario que le permite cumplir el resto de su pena en casa
The Objective afirma que la presencia de Casteleiro en Cuba incomodaba, por lo que el Gobierno español optó por retirar a los agentes del CNI antes de que fueran expulsados. Casteleiro regresó a España, mientras el empresario fue juzgado y condenado a 20 años de cárcel. El pasado octubre recibió un beneficio penitenciario que le permite cumplir el resto de su pena en casa.
Casteleiro empezó su carrera en el Centro Nacional de Inteligencia en 1983 y ha tenido distintos puestos de responsabilidad. En 2014 asumió la jefatura de la Unidad de Inteligencia del CNI en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. Desde allí pasó al Ministerio de Defensa, en 2020, como secretaria de Estado y era la mano derecha de la ministra Margarita Robles.
Su llegada al cargo en el CNI se produce tras la destitución de Paz Esteban, relevada del cargo este martes como consecuencia de un caso de escuchas telefónicas dirigidas a políticos independentistas de Cataluña. A este espionaje, autorizado judicialmente por motivos de seguridad nacional, se agregaron interceptaciones ilegales, también por el sistema Pegasus, contra el propio presidente, Pedro Sánchez, y varios ministros, incluyendo los de Defensa e Interior.
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