El Socialismo del Siglo XXI usa el narcotráfico contra EE UU, según un politólogo boliviano
El evento estuvo auspiciado por el Centro para una Cuba Libre, el ICCAS y el Instituto Interamericano para la Democracia
Miami/El narcotráfico, el terrorismo islámico y la presión descontrolada en la inmigración son las principales armas que los países del Socialismo del Siglo XXI utilizan contra los Estados Unidos, aseguró en Miami este jueves el politólogo y escritor boliviano Carlos Sánchez Berzaín.
El intelectual realizó la afirmación durante la conferencia La política de Estados Unidos hacia Cuba: Donald Trump y Barack Obama, que se desarrolló en la Casa Bacardí del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS). En el evento participaron además como ponentes los periodistas Carlos Alberto Montaner y Juan Manuel Cao y los investigadores Sebastián Arcos y Frank Calzón.
“El tradicional exilio cubano se ha convertido en un exilio latinoamericano. Miles de venezolanos, bolivianos, ecuatorianos y nicaragüenses han tenido que salir de sus países por el castrismo”, indicó Sánchez Berzaín.
“El tradicional exilio cubano se ha convertido en un exilio latinoamericano. Miles de venezolanos, bolivianos, ecuatorianos y nicaragüenses han tenido que salir de sus países por el castrismo”
El escritor explicó que el cambio de política hacia Cuba anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la semana anterior fue un cambio de política hacia toda la América Latina “controlada por la ideología castrista”.
Sánchez Berzaín enumeró las acciones emprendidas por “las dictaduras del Socialismo del Siglo XXI” (Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua) para enfrentar a Estados Unidos: “Expulsaron a la DEA (Agencia para el Control de Drogas de EE UU), han hecho vínculos con Irán y estimulado la emigración masiva”, argumentó el intelectual.
El evento estuvo auspiciado por el Centro para una Cuba Libre, el ICCAS y el Instituto Interamericano para la Democracia.
Sebastián Arcos, director asociado del Instituto de Investigaciones sobre Cuba de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), se mostró favorable al cambio anunciado por el presidente Trump, sin embargo objetó la distinción entre el aparato militar y productivo del Gobierno y el Estado cubano.
“Si le quitamos el pan a GAESA (Grupo de Administración Empresarial, perteneciente al Ejército cubano) hay que quitarle el pan al resto del aparato económico del régimen que controla el 90% de la economía. El Estado cubano es el enemigo no GAESA. Esa empresa es solamente un brazo del Estado cubano”, explicó Arcos. Arcos lamentó que no se limitaran los permisos de viajes en cruceros a la Isla y que no se reinstaurara el Cuban Medical Professional Parole, eliminado por el expresidente Barack Obama en enero último.
“La campaña frenética del Gobierno cubano y su lobby en Estados Unidos demuestra hasta qué punto el régimen cubano se beneficiaba de la política de Obama”, dijo el académico, que cuestionó las cifras facilitadas por algunos grupos pro deshielo sobre el costo de la nueva política hacia la Isla.
“Los que cambian la realidad de un país son los que viven en ese país, no lo que hagan en Washington. La política norteamericana es importante, pero no es lo más importante”
“Los que cambian la realidad de un país son los que viven en ese país, no lo que hagan en Washington. La política norteamericana es importante, pero no es lo más importante”, agregó Arcos y enfatizó que el cambio en Cuba solamente puede venir “desde dentro”.
Para Carlos Alberto Montaner lo que ha hecho Trump es “recuperar la política de contención de Harry Truman”.
“Cuando Raúl y sus peones aseguran que los cambios ya se hicieron en 1959 y no hay nada sustancial que cambiar están diciendo algo en lo que creen”, dijo Montaner, para quien el principal asidero de Trump para eliminar el acercamiento a La Habana fue el inmovilismo de Castro.
El intelectual cubano calificó como “positiva” la nueva política hacia la Isla porque considera a Cuba “un enemigo perseverante y tenaz”.
“La nueva política le devuelve a la oposición la idea de que el Gobierno cubano para reconciliarse con Estados Unidos tienen que respetar la libertad de asociación, excarcelar a los presos políticos y respetar la libertad de expresión. Queda muy claro que existe una tarea pendiente: democratizar Cuba”, dijo.
Sin embargo, Montaner considera que hay elementos negativos en la política hacia Cuba como el hecho de perpetuar el mito engendrado por La Habana del combate entre “el pequeño David empobrecido por el embargo” contra el gran Goliat.
“Estamos viendo el enfrentamiento de dos versiones, de cómo afrontar a un enemigo: la contención o el abrazo. La historia ha determinado que la política de firmeza ante los Gobiernos totalitarios es más eficiente”, dijo Montaner.
Juan Manuel Cao, quien conduce el programa El Espejo en América TV, coincidió con los panelistas y argumentó que con la decisión del presidente Donald Trump, Estados Unidos retomaba su reclamo por una Cuba libre.
“El presidente Donald Trump puso las cosas en su lugar, mientras que Obama claudicó”, dijo Cao.