"Se arman tremendas colas" de cubanos en las fronteras de Chile

Miami/Las solicitudes de cubanos que piden refugio en Chile se han multiplicado por treinta en un solo año. Según los datos facilitados a este diario por el Ministerio del Interior y de Seguridad Pública de ese país, 1.603 cubanos solicitaron ese estatus en las fronteras terrestres en 2017. El año anterior apenas 56 lo habían hecho.

"Cada día los oficiales de migración recogen entre 15 y 30 pasaportes para procesar las solicitudes de refugio. Se arman tremendas colas en la frontera", relata José Yans Pérez, un cubano que formaba parte del grupo de los balseros que ocuparon un faro al sur de Florida en mayo de 2016 y posteriormente fueron devueltos a la Isla. Tras viajar a Guyana, en un segundo intento de escapar del país, atravesó la selva amazónica y Bolivia para emigrar a Chile.

La ruta por estos países es "muy compleja y difícil", explica Pérez, quien después de varios meses de trabajo logró sacar a su mujer de Cuba por el mismo itinerario. En la Isla quedaron sus dos niños. "El mayor problema es que los documentos demoran mucho. Llegué en septiembre a Chile y todavía estoy esperando mi visa", dice.

Tras el fin de la política pies secos/pies mojados, anunciada en enero de 2017, miles de cubanos que tenían como objetivo emigrar a Estados Unidos cambiaron su destino hacia el sur. Países como Uruguay, Argentina, Chile y Brasil han registrado un aumento significativo de cubanos que llegan a sus fronteras.

Chile ya era un destino atractivo para los cubanos antes del fin de pies secos/pies mojados. Las estadísticas del Gobierno chileno dan cuenta de un crecimiento del 77% en el número de residencias permanentes otorgadas a cubanos entre 2014 y 2015. Sin embargo, desde el cambio, en 2017 el movimiento se ha acelerado.

El Estado les ofrece una visa por ocho meses que es prorrogada hasta que las autoridades decidan si son reconocidos o no como refugiados. Con esta visa pueden trabajar y vivir legalmente

Según la ley chilena aquellas personas que puedan demostrar ser perseguidos por religión, raza, opiniones políticas o etnia pueden optar a obtener refugio en el país. Rodolfo Noriega, abogado peruano y dirigente de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes (CNI), considera que los cubanos no están en este caso por norma general.

"Muchos cubanos piden refugio como una forma de sortear los controles migratorios de ingreso en la frontera terrestre", explica Noriega vía telefónica desde Santiago de Chile.

Una vez dentro del país, los solicitantes de refugio se ven abocados a una serie de entrevistas a fin de formalizar su pedido. El Estado les ofrece una visa por ocho meses que es prorrogada hasta que las autoridades decidan si son reconocidos o no como refugiados. Con esta visa pueden trabajar y vivir legalmente puesto que el proceso tarda años, según Noriega.

"Si para obtener el estatus de refugiado alegas que tu país, en este caso Cuba, te persigue, es absurdo que el solicitante retorne a Cuba", puntualiza Noriega, quien señala que muchos de los solicitantes cubanos podrían tener problemas con su estatus de refugiado si deciden ir de visita a la Isla.

"Muchos profesionales cubanos intentan, después que tienen un trabajo y su título legalizado en Chile, cambiar su estatus migratorio y se encuentran con que si ellos renuncian a su solicitud de refugio inmediatamente pasan a la situación previa, es decir, sin documentos", explica el abogado.

La CNI es una organización que agrupa a más de 70 movimientos por la defensa de los intereses de los migrantes en Chile y que actualmente presiona al Gobierno para darle una salida a más de 200.000 inmigrantes irregulares que se encuentran en el país. El movimiento que lidera Noriega ha convocado una marcha este domingo para reclamar un procedimiento extraordinario para la regularización de todos los extranjeros que están en el país.

Muchos de los solicitantes cubanos podrían tener problemas con su estatus de refugiado si deciden ir de visita a la Isla

"Esto no es como lo pintan", dice Marelys Hernán, una cubana que llegó a Chile después de pasar semanas varada en Turbo, Colombia, y no logró seguir a Estados Unidos.

"El cubano piensa que como cerraron en Estados Unidos este es el segundo paraíso. Están llegando en manadas y con una pésima actitud, groseramente. Creen que tienen derecho a recibir ayuda y a exigir refugio pero eso no es así. Muchos cubanos están están en la calle y en albergues de beneficencia porque el Gobierno chileno no ayuda", explica.

En su nueva vida en Chile ha tenido que compartir la suerte de miles de venezolanos y haitianos que ven en este país una segunda oportunidad para recomenzar sus vidas. "Esto es duro, sinceramente, pero salimos en busca de un sueño y lo vamos a lograr", dice con esperanza.

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