Trump y Harris empatan en Dixville Notch, el primer pueblo en votar en EE UU
- Trump concluye su campaña convencido de su ventaja: "Podemos ganar con bastante facilidad"
- "¡Ganaremos!": Harris cierra la campaña en una gran fiesta con Lady Gaga y Ricky Martin
Grand Rapids/ Filadelfia/El ex presidente estadounidense y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, empataron esta madrugada en la pedanía de Dixville Notch (Nuevo Hampshire), que históricamente es la primera localidad en votar en el país en la jornada electoral.
Los seis votantes de Dixville Notch depositaron sus papeletas en la medianoche e inmediatamente pudieron certificar el resultado: tres votos para Trump y otros tres para Harris, un empate que parece dar la razón a las encuestas que muestran márgenes muy estrechos en los estados más importantes en estos comicios.
En 2020, el actual presidente, el demócrata Joe Biden, ganó en Dixville Notch por cinco votos a cero y los resultados de los últimos comicios allí han estado relativamente alineados con la tendencia a nivel nacional.
La tradición de votar en los primeros minutos de la jornada electoral en esta zona del noreste de Estados Unidos se remonta a 1960 y desde entonces solo dos mandatarios han obtenido todos los votos de sus pobladores: Richard Nixon, en ese mismo año, y Biden en 2020.
La tradición de votar en los primeros minutos de la jornada electoral en esta zona del noreste de Estados Unidos se remonta a 1960
Los colegios electorales del resto del país comenzarán a abrir a primera hora de la mañana de hoy y empezarán a cerrar a partir de las 6 de la tarde hora del este de Estados Unidos. Si los márgenes son muy estrechos, como se espera, el país podría tener que esperar días a recuentos y a tabular todos las papeletas en los estados más competitivos.
La media de las últimas encuestas recopiladas por el portal FiveThirtyEight coloca a Trump con una ventaja de dos puntos en Arizona, mientras que en el resto de estados considerados bisagra (Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte y Nevada) los márgenes son de un punto o menos para uno de los dos candidatos.
Los dos candidatos cerraron esta ajustadísima campaña con una jornada maratoniana de actos electorales, en total ocho mítines y tres estados clave.
Trump se prodigó en Carolina del Norte (Raleigh), Pensilvania (Reading y Pittsburgh) y Míchigan. En ese último eligió como escenario la localidad de Grand Rapids, la misma en la que concluyó sus anteriores dos carreras a la presidencia: en 2016, año en que venció a Hillary Clinton, y en 2020, cuando perdió ante Joe Biden.
"Creo que deberíamos poder hacerlo con bastante facilidad. Está totalmente en nuestras manos", apuntó en ese último mítin. En su discurso, Trump criticó la lentitud de las máquinas que leerán los resultados electorales. "¿Qué diablos está pasando dentro de esas máquinas? Queremos la respuesta mañana, esta noche", dijo, en su constante interés en poner en duda los resultados, que por los márgenes ajustados en varios estados podrían tardar días en llegar.
Ese cuarto mítin arrancó después de la medianoche, con casi dos horas de retraso, en el Van Andel Arena, un estadio de ligas menores de la NBA con capacidad para unas 12.000 personas, abarrotado para recibir al ex presidente.
Esta ciudad de poco más de 195.000 habitantes, afirmó, es "un lugar especial". De hecho, en ella ha cerrado sus tres campañas a la presidencia. En 2016 ganó Míchigan y desde entonces este estado ha pasado a la lista de estados clave.
Arropado en el escenario por varios de sus hijos y aupado por sus seguidores, el político de 78 años definió a Harris como "una lunática de izquierda radical".
"Pero no tenemos que conformarnos con la debilidad, la incompetencia, la decadencia (…) Con su voto de mañana, podemos solucionar todos los problemas que enfrenta nuestro país y llevar a Estados Unidos, de hecho, al mundo, a nuevas alturas de gloria", dijo. Todo lo que hay que hacer, afirmó, es "conseguir que la gente vote". "Ustedes hagan que la gente vote. Ellos (los demócratas) no pueden hacer nada al respecto. Ganaremos", aseguró.
"Con su voto de mañana, podemos solucionar todos los problemas que enfrenta nuestro país y llevar a Estados Unidos, de hecho, al mundo, a nuevas alturas de gloria"
Aunque las encuestas digan lo contrario y en ellas Harris y Trump aparecen completamente empatados, el republicano afirmó que su partido está "liderando por cientos de miles de votos". Como hizo en los mítines previos en Carolina del Norte y en los dos de Pensilvania, Trump volvió a insistir en varias de sus promesas de campaña como la deportación masiva de inmigrantes irregulares o la imposición de aranceles a China.
También recordó sus intentos de asesinato y afirmó que está convencido de la creencia de muchos de sus seguidores: "Creo que es verdad, que Dios me puso aquí para salvar este país", dijo. Y de nuevo volvió a presentarse como una víctima de la justicia y afirmó que no sólo se está enfrentando a Harris: "Derrotaremos al sistema corrupto de Washington porque me estoy postulando contra un sistema demócrata malvado", afirmó el ex presidente, quien está implicado en cuatro casos por delitos penales.
Tres de ellos –vinculados con el asalto al Capitolio, la injerencia electoral o la retención de documentos clasificados– están pendientes de resolverse después de que el ex presidente haya logrado dilatarlos hasta después de las elecciones. Mientras, el de los pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels, hizo que se convirtiera en el primer ex presidente estadounidense imputado y condenado por un delito penal.
La candidata demócrata, mientras tanto, concentró sus esfuerzos en un único estado, Pensilvania, con eventos en Scranton, Allentown, Pittsburgh y finalmente Filadelfia, donde tuvo de fondo el Museo de Arte cuyas escalinatas popularizó Sylvester Stallone en la película Rocky (1976).
No fue un mitin electoral cualquiera. El cierre de campaña de la candidata demócrata a la Casa Blanca, la vicepresidenta Kamala Harris, consistió este lunes en una gran fiesta musical, animada por celebridades como Lady Gaga y Ricky Martin, en un último intento de captar a los votantes indecisos.
"Que nadie se equivoque: ¡Ganaremos!'", exclamó Harris ante miles de personas en la mayor ciudad de Pensilvania, el estado donde la demócrata se juega la presidencia, porque sus 19 compromisarios del Colegio Electoral pueden ser esenciales para llegar la Casa Blanca.
La vicepresidenta remarcó que mañana los estadounidenses tienen la "oportunidad" de derrotar definitivamente al ex presidente republicano Donald Trump. "Tenemos la oportunidad de pasar página tras una década de miedo y división. Ya estamos hartos. Estados Unidos está preparado para un nuevo comienzo", declaró.
La tarea que la vicepresidenta tiene en frente no es menos titánica, dado que debe decantar unas encuestas completamente empatadas que muestran un país dividido por la mitad, y hacer historia como la primera mujer presidenta de la historia.
"Estamos en estas escaleras, un tributo a los que comienzan como rezagados y escalan hasta la victoria", afirmó la vicepresidenta, quien construyó una campaña en tiempo récord después de que el presidente Joe Biden tirara la toalla en julio.
Para animar a los últimos indecisos, Harris contó con la ayuda de la superestrella Lady Gaga, quien derrochó torrente de voz al interpretar al piano su clásico Edge of Glory y God Bless America.
"Estamos en estas escaleras, un tributo a los que comienzan como rezagados y escalan hasta la victoria"
Lady Gaga, quien cantó en la investidura del demócrata Joe Biden en 2021, hizo además un alegato a favor del que podría ser la primera mujer presidenta: "Durante más de la mitad de la vida de este país las mujeres no tuvimos voz. Criamos hijos, mantuvimos unidas a nuestras familias, apoyamos a los hombres cuando tomaban decisiones, pero mañana las mujeres formarán parte de la toma de decisiones".
Oprah Winfrey fue otra de las estrellas invitadas de la noche, en la que avisó de que la democracia estadounidense está en juego: "Si no vamos a votar mañana, es posible que ya no podamos depositar el voto nunca jamás".
Si hay algo en lo que Harris ha ganado por goleada a Trump en esta campaña es en el respaldo de celebridades, pues le han expresado el apoyo artistas de la talla de Taylor Swift, Beyoncé, Bruce Springsteen, Stevie Wonder y Eminem.
Una lista que se ha visto engrosada recientemente por los puertorriqueños Ricky Martin, Bad Bunny o Jennifer López, después de que un humorista en un mitin de Trump en Nueva York llamara "isla de basur"» a Puerto Rico.
Ese comentario racista empujó a Ricky Martin a participar en el evento, donde puso al público a bailar al son de Pégate’, Livin’ la vida loca y La copa de la vida, para terminar con un mensaje: «Salven la democracia y voten por Kamala».
Entre las miles de personas disfrutando de la noche estaba James Cotelo, vecino de Filadelfia, que acudió al evento con su prometido para "respaldar a Kamala Harris, ver a Gaga, pasar un buen rato y celebrar, ojalá, una victoria inminente". "Siento que mucha gente está cansada de la retórica de Trump y está lista para ver a una mujer que es más capaz de manejar lo que está pasando en el país", contó a EFE.
"Siento que mucha gente está cansada de la retórica de Trump y está lista para ver a una mujer que es más capaz de manejar lo que está pasando en el país"
Harris cerró su campaña en Filadelfia tras recorrer varios puntos de Pensilvania, el estado al que decidió apostarlo todo en el último día de campaña. Los codiciados 19 votos electorales de Pensilvania, el mayor de todos los siete estados considerados bisagra, son indispensables en casi todas las combinaciones que llevarían a Harris a la Casa Blanca.
Este estado del antiguo cinturón industrial del país votaba tradicionalmente demócrata hasta que Trump le dio la vuelta en 2016 y, cuatro años después, Joe Biden ganó al republicano con un estrecho margen de 80.000 votos.
Proveniente de un suburbio de Filadelfia y envuelta en la bandera estadounidense, la afroamericana Stephanie Thomsen no quiso perderse el último evento de campaña de la mujer que aspira a ser la primera presidenta. "Estoy absolutamente emocionada", dijo a EFE Thomsen, quien pese a las encuestas no pierde la esperanza: Creo que ella ganará Pensilvania. Sé que están 49% a 49%, pero confío en que las personas indecisas saldrán y harán lo correcto".
Los dos aspirantes necesitan el voto de 270 de los 538 compromisarios del Colegio Electoral para proclamarse ganador este 5 de noviembre, pero la disputa se juega en verdad en siete estados: Pensilvania (19 delegados), Carolina del Norte (16), Georgia (16), Míchigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6).
Harris parece tener asegurado el apoyo de 226, por lo que necesita solo 44, y Trump parte con 219, según las previsiones de la cadena CNN
Harris parece tener asegurado el apoyo de 226, por lo que necesita solo 44, y Trump parte con 219, según las previsiones de la cadena CNN.
Unos 244 millones de estadounidenses están llamados a las urnas. De ellos, 80 millones han ejercido su derecho al voto por adelantado, según el recuento de la Universidad de Florida.
Se cierra así una campaña inédita, en la que a la renuncia a la reelección de Biden en julio se sumaron dos intentos de asesinato contra Trump, que a su vez ha hecho historia por los juicios en su contra, dos de ellos, en Washington y Georgia, por intentar revertir los resultados de 2020 y otro en Nueva York donde fue declarado culpable de falsificación de registros comerciales.