Trump sugiere un posible cambio de rumbo sobre el Acuerdo de París

El presidente de EE UU cree que no hay que construir un muro que abarque toda la frontera con México porque hay barreras naturales disuasorias

La reforma sanitaria es más difícil de aprobar que lograr la paz en Oriente Medio para el mandatario

Donald y Melania Trump cenaron junto a Emmanuel y Brigitte Macron este jueves en el restaurante Jules Verne de la Torre Eiffel. (@realDonaldTrump)
Donald y Melania Trump cenaron junto a Emmanuel y Brigitte Macron este jueves en el restaurante Jules Verne de la Torre Eiffel. (@realDonaldTrump)

14 de julio 2017 - 10:52

París/(EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asiste este 14 de julio en París al desfile de la Fiesta Nacional Francesa, que conmemora este año el centenario de la entrada de las tropas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial. El mandatario fue recibido este jueves por el presidente Emmanuel Macron con quien exhibió una imagen de sintonía en la que, frente a sus diferencias, apostaron por su trabajo conjunto en los grandes desafíos a nivel internacional.

Tras una ceremonia de recepción con honores militares en Los Inválidos y de una reunión bilateral en el Palacio del Elíseo, sede de la Presidencia francesa, los dos expresaron ante la prensa su voluntad de que sus divergencias en temas como el medioambiental no frenen su necesaria cooperación.

La lucha contra el terrorismo, la seguridad, el comercio o la necesidad de alcanzar una estabilidad en Oriente Medio protagonizaron su reunión en el Elíseo, que será seguida por una “cena de amigos” en el restaurante Jules Verne de la Torre Eiffel.

El Acuerdo de París, del que Trump retiró a EE UU el pasado junio, acaparó parte del protagonismo y dejó entrever un posible cambio de rumbo por parte del presidente estadounidense

El Acuerdo de París, del que Trump retiró a EE UU el pasado junio, acaparó parte del protagonismo y dejó entrever un posible cambio de rumbo por parte del presidente estadounidense.

"Hay que dejar que EE UU trabaje en su hoja de ruta y seguir hablando", dijo Macron, mientras que Trump señaló que "algo podría ocurrir" sobre la postura estadounidense al respecto: "Ya hablaremos llegado el momento. Si pasa algo sería maravilloso y si no pasa nada estará bien también".

Donde no mostraron fisuras fue al hablar del combate contra el terrorismo. Los dos mandatarios, según Macron, comparten el objetivo de erradicar "a todos los grupos terroristas", y en concreto la intención de construir una solución política para Siria duradera e incluyente.

Esa meta hizo afirmar a Macron que Francia ha dejado de hacer de la salida del presidente sirio, Bachar al Asad, una condición sine quae non para negociar una solución al conflicto en ese país, pues, subrayó, solicitar su retirada en estos últimos años no ha sido eficaz.

Macron anunció que París y Washington mantendrán el trabajo común para llevar a cabo iniciativas diplomáticas que permitan trazar una hoja de ruta para después de la guerra, como el lanzamiento de un grupo de contacto, con representantes de Al Asad "pero también de otras sensibilidades".

La línea roja, sostuvo, es el uso de armas químicas, que dijo que "será objeto de represalias inmediatas sobre el lugar de utilización o de almacenaje".

Trump no pudo escapar a la crisis que afronta en su país por la reunión entre su primogénito y una abogada rusa, que ha dado alas al conocerse a las investigaciones sobre una posible colaboración de su campaña y Rusia para influir en el resultado de las elecciones estadounidenses de noviembre.

El presidente estadounidense defendió a su hijo y afirmó que la letrada no trabajaba para el Ejecutivo ruso, que ese encuentro concluyó en "nada" y que "todo el mundo" habría hecho lo mismo que su hijo, al que calificó como un "joven maravilloso".

Durante su viaje hacia París, Donald Trump realizó declaraciones a bordo del Air Force One sobre varios temas de política interna, entre ellos la inmigración y la sanidad.

Lo que me gustaría hacer es un plan integral de inmigración. Pero nuestro país y las fuerzas políticas aún no están listas"

"Entiendo muy bien la situación. Lo que me gustaría hacer es un plan integral de inmigración. Pero nuestro país y las fuerzas políticas aún no están listas", explicó Trump.

Las declaraciones de Trump suponen un cambio de postura, pues poco después de llegar al poder, el 20 de enero pasado, defendió que era "el momento" de impulsar una reforma migratoria para arreglar el sistema de inmigración del país, en el que se calcula que residen 11 millones de indocumentados.

Desde entonces, Trump no ha hecho ningún esfuerzo concreto para llevar a cabo esa reforma y, además, ha ordenado a las fuerzas de seguridad que apliquen las leyes migratorias de manera estricta.

"Es una decisión que tomaré y es una decisión que es muy difícil. Realmente entiendo la situación ahora. Entiendo la situación muy bien", manifestó el magnate, que desde la campaña electoral ha dedicado declaraciones duras a los inmigrantes. "Hay dos caras de una historia -añadió-, siempre es difícil".

Sin embargo, Trump no se pronunció al ser preguntado por el programa de Acción Diferida (DACA), proclamado por el expresidente Barack Obama y que ha evitado la deportación de 750.000 jóvenes indocumentados que llegaron a EE UU siendo niños y son conocidos como dreamers (soñadores).

En junio, el Departamento de Seguridad Nacional de EE UU emitió un memorando en el que aseguraba que DACA "seguirá en efecto". Por el momento, el Gobierno no ha tomado una decisión sobre el futuro de ese programa, aunque el presidente ha repetido en ocasiones anteriores que este "es uno de los temas más difíciles" con los que se enfrenta en su Presidencia y que lo encarará "con corazón", sin dar más detalles.

Texas y otros nueve estados han amenazado con demandar al Gobierno si no elimina DACA antes del 5 de septiembre.

El presidente hizo además referencia al muro con México, sobre el que dijo no creer necesario que cubra toda la frontera, sino que bastará con erigir una barrera física en "entre 700 a 900 millas" de las más de 2.000 millas que separan a ambos países.

"Hay montañas, hay algunos ríos que son violentos y crueles. Hay áreas que están tan lejos que realmente no hay gente que cruce", dijo Trump

"Es una frontera de 2.000 millas, pero no es necesario tener 2.000 millas de muro, porque tenemos muchas barreras naturales. Hay montañas, hay algunos ríos que son violentos y crueles. Hay áreas que están tan lejos que realmente no hay gente que cruce. Así que no hace falta eso, pero sí harán falta entre 700 y 900 millas", añadió el mandatario.

Trump también aseguró que "no bromeaba" cuando, a finales de junio, propuso que el muro esté cubierto de paneles solares para rebajar la factura que, según él, debería pagar México para sufragar los costes de construcción de la barrera física, algo a lo que el Gobierno mexicano se niega.

"Hay una posibilidad de que podamos construir un muro solar. Tenemos compañías importantes que lo están estudiando. No hay ningún lugar mejor para la energía solar que la frontera con México, la frontera sur. Y hay una muy buena posibilidad de que podamos hacer un muro solar, que además luciría bien", afirmó Trump.

El mandatario aseguró que también será necesario dotar al muro de "transparencia", para que "se pueda ver a través de él", por lo que "podría ser un muro de acero con rendijas".

"Les daré un ejemplo: por horrible que suene, cuando tiran grandes sacos de drogas y hay gente en el otro lado del muro, no los ves, y te pueden dar en la cabeza con 27 kilogramos (60 libras)? (Tu vida) se habría acabado. Así que por muy loco que suene, necesitamos transparencia en ese muro", agregó.

El presidente cree que conseguir una reforma sanitaria es "duro" pero que en dos semanas -el plazo que se suele dar para todo y que no suele cumplir- habrá una propuesta "que gustará a la gente"

Trump dijo que ya hay "diseños increíbles" que se barajan para erigir la barrera física, y agregó que, en cierto sentido, ya se ha empezado a construir porque "se está reparando parte" de la verja que ya existe en parte de la frontera sur.

En cuanto a la reforma sanitaria, que sigue atascada en el Congreso, el presidente consideró que su aprobación es más difícil que alcanzar la paz entre palestinos e israelíes.

"Tenemos una cosa que se llama sanidad. Estoy seguro que no habéis leído mucho sobre ello. Yo diría que la única cosa más difícil que la paz entre palestinos e israelíes es la reforma sanitaria", afirmó.

Trump, que nunca antes había ocupado cargo electo alguno o participado en procesos legislativos, dijo que conseguir una reforma sanitaria es "duro" y que en dos semanas -el plazo que se suele dar para todo y que no suele cumplir- habrá una propuesta "que gustará a la gente".

El presidente estadounidense ya había confesado anteriormente que desconocía lo difícil que podía ser reformar el sistema sanitario estadounidense, que tiene elementos de servicio público, seguros privados e incluye importantes implicaciones fiscales y subsidios.

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