Zelenski se queja ante la ONU de su incapacidad para detener la guerra

España, Francia, Alemania y otros países de la UE expulsan a 275 diplomáticos rusos

Ucrania retoma terreno mientras crecen las denuncias de crímenes rusos

EE UU anuncia un equipo internacional para investigar crímenes en el país y perseguirá la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este 5 de abril de 2022, ante el Consejo de Seguridad de la ONU. (EFE/Peter Foley)
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este 5 de abril de 2022, ante el Consejo de Seguridad de la ONU. (EFE/Peter Foley)

05 de abril 2022 - 11:09

Madrid/(Agencias).- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se quejó este martes amargamente ante el Consejo de Seguridad de la incapacidad de las Naciones Unidas para detener la guerra en su país, que ha entrado ya en su séptima semana y ha obligado al desplazamiento de la cuarta parte de su población.

En una intervención por videoconferencia, el mandatario ucraniano reclamó al Consejo la expulsión de Rusia o algún tipo de reforma que permita superar el derecho a veto de Moscú, que ha tornado al Consejo en un órgano inefectivo.

"Si esto continúa, los países confiarán únicamente en el poder de sus propias fuerzas para asegurar su seguridad y no en la ley internacional o las instituciones internacionales", señaló un Zelenski visiblemente molesto, ante de proponer un nuevo Consejo basado en una "representación justa de todas las regiones del mundo", con verdadera capacidad para detener guerras.

Zelenkski presentó un vídeo con macabras imágenes de muertos en Bucha, Mariúpol o Irpin, mostrando cadáveres de civiles maniatados, calcinados o semienterrados en lo que parecían fosas comunes.

Las imágenes no frenaron las acusaciones por parte de Rusia, cuyo embajador, Vasili Nebenzia, aseguró que sus soldados no pudieron haber cometido esas matanzas, y las atribuyó a "radicales ucranianos" que son apoyados por "delincuentes, ladrones y extranjeros" a los que se ha equipado con las armas entregadas a Ucrania por los países occidentales.

Linda Thomas-Greenfield anunció que trataría de suspender la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU e insistió en que la presencia de Moscú en ese organismo "mina su credibilidad"

Debido al derecho de veto de los países con asiento permanente, el Consejo de Seguridad ha sido incapaz de aprobar una sola resolución sobre la guerra de Ucrania, y sus sesiones se han convertido en una mesa de combate dialéctico entre Rusia y los países occidentales, con los países asiáticos –China e India, principalmente– manteniéndose en la equidistancia.

La subsecretaria general para Asuntos Políticos, Rosemary Di Carlo, tras enumerar los numerosos ataques a civiles documentados en Ucrania, reconoció este martes ante el Consejo que "cuanto más dure esta guerra, mayor es el riesgo de que debilite todavía más las instituciones globales y los mecanismos dedicados a preservar la paz y la seguridad".

El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó este mismo día una investigación "con garantías de rendición de cuentas" después de ver "las horrendas imágenes de civiles asesinados en Bucha", y su propuesta fue saludada por la mayoría de miembros del consejo.

Para China, que en el Consejo siempre se muestra comprensiva con Rusia, "deben depurarse las responsabilidades" de lo sucedido en Bucha, pero sobre todo "no sacar conclusiones precipitadas y evitar así acusaciones infundadas", oponiéndose así al eco generalizado de condenas a Moscú.

Estados Unidos anunció este lunes que se unía a un equipo internacional que apoyaría a la Fiscalía de Ucrania "para recolectar, preservar y analizar pruebas de atrocidades" cometidas supuestamente por las tropas rusas en Bucha y otras zonas tras su retirada para concentrarse en el este del país.

En paralelo, la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, anunció que trataría de suspender la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y este martes insistió en que la presencia de Moscú en ese organismo "mina su credibilidad".

Le contestó el embajador ruso recordándole que Estados Unidos carece de credibilidad cuando abandonó ese consejo en 2018 en época de Donald Trump -aunque regresó en la era Biden-, y añadió sobre esa iniciativa para su suspensión: "Espero que nuestros colegas en Naciones Unidas no se dejen manipular por Washington en esos juegos peligrosos".

Actualmente, hay un equipo de la fiscalía de la Corte Penal Internacional de La Haya investigando supuestos crímenes de guerra cometidos en Ucrania, aunque por la propia naturaleza del trabajo del CPI no se esperan resultados a corto plazo.

Rusia ha prometido responder a la ola de expulsiones y el viceministro de Exteriores, Alexandr Grushkó, la atribuyó a una "campaña planificada"

Por otra parte, Europa ha acelerado la expulsión de diplomáticos rusos tras difundirse imágenes de la matanza atribuida a las tropas rusas en la ciudad de Bucha, al norte de Kiev. Alemania, Francia, Dinamarca, Italia, Suecia y España se han unido a otros países que ya habían decidido expulsiones con anterioridad.

Rusia ha prometido responder a la ola de expulsiones y el viceministro de Exteriores, Alexandr Grushkó, la atribuyó a una "campaña planificada", al tiempo que advirtió de que sus consecuencias se percibirán durante mucho tiempo.

El Gobierno alemán ha declarado persona non grata a 40 diplomáticos rusos de la embajada de Berlín, a los que se ha instado a abandonar el país, informó la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock. El comunicado emitido alude a la "increíble brutalidad" de la cúpula rusa, plasmada en las imágenes procedentes de la ciudad ucraniana de Bucha. "Tememos que se hayan producido imágenes parecidas en otras poblaciones ocupadas por las tropas rusas", agregó.

El ministro de Exteriores italiano, Luigi di Maio, anunció que se ha comunicado la expulsión de 30 diplomáticos de la embajada rusa por ser un riesgo "para la seguridad nacional" y siguiendo las decisiones que han tomado otros países europeos. Di Maio anunció que hoy se convocó al embajador ruso en Italia, Sergei Razov, para comunicarle la expulsión de estos 30 diplomáticos considerados "persona non grata" y además, agregó que se produce "en el contexto de la situación actual de crisis consecuente a la injustificada agresión a Ucrania por parte de la Federación de Rusia".

El Gobierno español decidió expulsar a 25 diplomáticos y personal de la embajada rusa en Madrid por considerar que representan "una amenaza para la seguridad" de España y como muestra de rechazo de la actuación de las tropas rusas en Ucrania. El Ministerio de Asuntos Exteriores está ultimando la lista de expulsados, que podrían ser "tal vez algunos más", dijo en rueda de prensa el ministro, José Manuel Albares.

El Ejecutivo francés anunció la expulsión del país de "numerosos" diplomáticos rusos al considerar que su actividad es contraria a los "intereses de seguridad" nacionales. La nota del Ministerio de Exteriores señaló que este paso "se inscribe en una iniciativa europea" y recalcó que su primera responsabilidad es "garantizar la seguridad de los franceses y de los europeos".

Dinamarca expulsará del país a quince diplomáticos rusos, a los que acusa de actuar como espías y ser un riesgo para la seguridad nacional, anunció este martes el ministro de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod. "No queremos espionaje en suelo danés, por eso serán expulsados de Dinamarca ahora", afirmó.

El Gobierno sueco anunció la salida de tres diplomáticos rusos por realizar supuestamente actividades de espionaje, explicó la ministra de Asuntos Exteriores, Ann Linde. "Se trata de que no han actuado de acuerdo con la Convención de Viena y han realizado actividades de inteligencia ilegales", dijo en rueda de prensa la titular de Exteriores sueca.

"Se trata de que no han actuado de acuerdo con la Convención de Viena y han realizado actividades de inteligencia ilegales"

Anteriormente, Eslovaquia anunció el pasado 30 de marzo la expulsión de 35 diplomáticos rusos a los que acusó de realizar actividades de espionaje. Ya había hecho lo propio el 14 de marzo con otros tres empleados de la legación diplomática, acusados también de haber cometido actos de espionaje.

Irlanda expulsó a cuatro diplomáticos el pasado 29 de marzo porque no han desempeñado sus actividades "de acuerdo con los estándares internacionales de comportamiento diplomático". Bélgica decidió el mismo día expulsar a 21 personas acreditadas como diplomáticos en la embajada de Rusia en Bruselas y en el consulado general ruso en Amberes por su implicación en operaciones de espionaje e influencia que amenazan la seguridad del país.

Países Bajos también lo hizo el 29 de marzo, cuando expulsó a 17 "oficiales de inteligencia" de Moscú que estaban adscritos a las representaciones rusas en ese país "bajo cobertura diplomática" y argumentó que la presencia de estos espías suponía "una amenaza para la seguridad" nacional.

Los tres países bálticos, Letonia, Lituania y Estonia, abrieron la veda y expulsaron el 18 de marzo a diez diplomáticos en una acción aparentemente coordinada. La formulación similar de los tres anuncios sugiere que los rusos expulsados trabajaban para los servicios de inteligencia de Moscú y que estos servicios fueron cómplices en la planificación de la invasión de Ucrania.

Polonia lo hizo el 23 de marzo, expulsando a 45 diplomáticos de ese país. El Gobierno polaco dijo que "trabajan para el servicio de inteligencia de Rusia".Las fuerzas ucranianas han retomado "terreno clave" en el norte del país y han forzado a los efectivos rusos a replegarse de áreas alrededor de Cherníhiv y el norte de Kiev, según destaca este martes el ministerio británico de Defensa.

Según los últimos datos de inteligencia militar que divulga a diario en Twitter esa cartera, "es probable que continúen los combates a bajo nivel en algunas partes de regiones recién recapturadas, pero que disminuyan significativamente durante esta semana mientras se retira el resto de fuerzas rusas".

"Las fuerzas ucranianas han retomado terreno clave en el norte de Ucrania, tras negar a Rusia la capacidad de asegurar sus objetivos y obligar a las fuerzas rusas a replegarse de áreas alrededor de Cherníhiv y el norte de Kiev", señala esta última evaluación del ministerio británica.

"Muchas unidades rusas que se están retirando del norte de Ucrania probablemente requerirán un significativo reequipamiento y rehabilitación antes de poder ser desplegadas de nuevo para acometer operaciones en el este de Ucrania"

El parte añade que "muchas unidades rusas que se están retirando del norte de Ucrania probablemente requerirán un significativo reequipamiento y rehabilitación antes de poder ser desplegadas de nuevo para acometer operaciones en el este de Ucrania".

En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, informó que un equipo estadounidense de fiscales y expertos está respaldando a la unidad de crímenes de guerra de la Fiscalía General de Ucrania en la recopilación de pruebas que permitan llevar a Rusia ante los tribunales.

Price aseguró que Estados Unidos cuenta con "informes creíbles" de torturas, violaciones y ejecuciones contra civiles supuestamente perpetradas en zonas dominadas por las tropas rusas, y condenó la "negación desvergonzada" hecha por Moscú de estos hechos.Hace tres semanas que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, califica a su homólogo ruso, Vladímir Putin, de "criminal de guerra", pero subió el tono este lunes al pedir que sea juzgado por lo ocurrido en Bucha.

"Tenemos que conseguir todos los detalles para que pueda haber un juicio por crímenes de guerra", dijo Biden en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, en las que calificó a Putin de "tipo brutal" y tachó de "indignante" lo que ha pasado en esa localidad al noroeste de la capital ucraniana.

Por ahora, la Casa Blanca no tiene diseñada una estrategia para llevar a Rusia ante la Justicia, y pretende consultar con sus aliados si acudir a la Corte Penal Internacional (CPI) es la mejor opción. Estados Unidos no es miembro de la CPI, con sede en La Haya, y ha sido crítico con ese tribunal internacional en el pasado.

"Obviamente, la CPI es un foro en el que se han juzgado crímenes de guerra en el pasado, pero ha habido ejemplos también de otros mecanismos que se han creado en otros conflictos", indicó el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una rueda de prensa.

A pesar de la insistencia por juzgar los "crímenes de guerra" de Rusia, tanto Biden como su asesor evitaron este lunes usar el término "genocidio", que el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, sí que ha utilizado para referirse a Bucha.

"Hemos visto atrocidades, y hemos visto crímenes de guerra. Todavía no hemos visto una privación sistemática de la vida del pueblo ucraniano que se eleve al nivel de un genocidio. Pero eso es algo a lo que seguiremos atentos", remarcó Sullivan.

Estados Unidos no es miembro de la CPI, con sede en La Haya, y ha sido crítico con ese tribunal internacional en el pasado

Todas las agencias estadounidenses coinciden en que la guerra, iniciada el pasado 24 de febrero, ha dado un vuelco con la decisión de Moscú de reubicar las tropas de las inmediaciones de Kiev.

Según Sullivan, Rusia está "revisando sus objetivos" y ahora planea centrarse en el este —donde se encuentra la región del Donbás— y en parte del sur de Ucrania, en lugar de tratar de invadir todo el país.

"Es muy probable que la próxima fase en este conflicto sea larga. No deberíamos caer en el engaño de que Rusia ajustará sus tácticas, que han incluido y probablemente seguirán incluyendo ataques descarados y sin sentido contra objetivos civiles", indicó.

En la misma línea, el portavoz del Pentágono, John Kirby, confirmó que la mayoría de grupos tácticos rusos de las afueras de Kiev han comenzado a reubicarse en otras zonas, por lo que "ha disminuido" la amenaza de una ocupación rusa de la capital, que era uno de los principales objetivos del Kremlin al inicio de la invasión.

Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, anunció que Washington perseguirá la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en una reunión del Consejo de Seguridad en la que participará, por primera vez el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

También ha recordado que el subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, está en Moscú, donde se encuentra explorando los posibles acuerdos y arreglos para un alto el fuego

"El presidente (Biden) cree que es ridículo que Rusia sea miembro del Consejo de Derechos Humanos. La embajadora habló de esto este martes y mientras estaba en su viaje al extranjero y continuará defendiendo el caso en su papel cuando regrese a Nueva York", ha reiterado la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en rueda de prensa.

Por su parte, el portavoz adjunto de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, ha precisado este lunes que "respetan" el derecho de los estados miembros "a tomar medidas y responder a los asuntos sobre el terreno". "Lo que ha sido la preocupación de este lado es el precedente que se está sentando sobre esta acción", ha agregado en rueda de prensa.

También ha recordado que el subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, está en Moscú, donde se encuentra explorando los posibles acuerdos y arreglos para un alto el fuego humanitario en Ucrania con distintos altos cargos rusos, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.

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