La victoria de Sheinbaum en México, la continuidad del cambio
El legado histórico de ser la primera mujer presidenta en México
Ciudad de México/Los primeros meses de Claudia Sheinbaum como presidenta de México tras unas elecciones que la convirtieron en la primera mujer al frente del país han estado marcados por la continuidad respecto a su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, y la persistencia de problemas enquistados como la violencia en diferentes regiones del país.
Uno de los pocos elementos de diferenciación ha sido el regreso de México a los foros internacionales, plasmado en el viaje de Sheinbaum a la cumbre del G20 en Brasil, en noviembre pasado.
A diferencia de López Obrador, que nunca viajó a esta cumbre anual, Sheinbaum aprovechó su papel como la primera mujer jefa de Estado de México para sostener reuniones en Rio de Janeiro con líderes mundiales como el presidente chino, Xi Jinping; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; el presidente brasileño y anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva; y el mandatario francés, Emmanuel Macron, entre otros.
A diferencia de López Obrador, que nunca viajó a esta cumbre anual, Sheinbaum aprovechó su papel como la primera mujer jefa de Estado de México para sostener reuniones en Rio de Janeiro
En el plano interno, Sheinbaum, que se impuso en las elecciones presidenciales de junio con una victoria aplastante, ha mantenido los ejes marcados por su predecesor, de quien se ha reivindicado heredera, al frente del denominado proceso de renovación del país conocido como "Cuarta Transformación".
De López Obrador (2018-2024) ha dicho que es el dirigente político y luchador social "más importante de la historia moderna" y que había sido un honor "haber luchado" con él, al que se refiere como "hermano", "amigo" y "compañero".
Tal es la sensación de continuidad política, que los problemas que encara Sheinbaum, de 62 años, ya existían en el final del sexenio de López Obrador: la ola de violencia en varias regiones del país, especialmente dramática en los estados de Chiapas, Guerrero y Sinaloa, y las polémicas surgidas a raíz de la aprobación de la reforma judicial y el consecuente paro de los trabajadores judiciales.
El asesinato del Padre Marcelo Pérez, un sacerdote conocido por su labor humanitaria en Chiapas, el 19 de octubre, se convirtió en un símbolo de la creciente inseguridad en la zona y puso de relieve el clima de violencia en ese estado fronterizo con Guatemala, donde grupos delictivos luchan por el control de territorios.
El Padre Marcelo había recibido amenazas previas, lo que ha hecho que se cuestione la efectividad de las políticas de seguridad implementadas hasta ahora.
En Sinaloa (oeste de México), los conflictos entre los hijos del Chapo Guzmán y los fieles de El Mayo Zambada han escalado a niveles alarmantes desde la captura de este último por Estados Unidos en julio.
Cientos de personas han muerto desde que empezaran los enfrentamientos en agosto y la situación de inseguridad parece continuar, haciendo imposible la vida normal de los habitantes del estado y con graves consecuencias para las economías locales.
Sheinbaum respondió con el envío de su secretario de seguridad, Omar García Harfuch, y con un incremento de la presencia militar en la región, pero la situación sigue siendo muy problemática
Sheinbaum respondió con el envío de su secretario de seguridad, Omar García Harfuch, y con un incremento de la presencia militar en la región, pero la situación sigue siendo muy problemática y los habitantes de la capital de Sinaloa, Culiacán, han denunciado el toque de queda con el que viven desde hace semanas.
Por otro lado, la reforma judicial promovida por López Obrador e impulsada por Sheinbaum, quien asumió el poder el 1 de octubre, ha sido un tema constante de controversia desde su aprobación en septiembre.
Esta reforma, con la que el Gobierno sostiene que busca aumentar la legitimidad y la transparencia en la administración de justicia, establece la elección popular de jueces y magistrados, un cambio radical en la estructura del sistema judicial mexicano, lo que ha generado una fuerte oposición por parte de los trabajadores del Poder Judicial, que secundaron un paro laboral prolongado.
Finalmente, Sheinbaum ha decidido mantener las conferencias matutinas, conocidas como "mañaneras", que fueron un sello distintivo de la administración anterior y que se han utilizado como plataforma para abordar temas de relevancia nacional y responder a las inquietudes de los ciudadanos, marcando la agenda pública.
La presidenta continúa así con la agenda comunicativa de López Obrador y poco ha retocado respecto a su antecesor, aunque sí ha dotado a dichas conferencias de un estilo algo más directo, conciso y menos agresivo.
Claudia Sheinbaum, en todo caso, rompió barreras históricas al asumir la presidencia de México en 2024, un año del que, aparte de la continuidad, se despide con reconocimientos internacionales y avances en paridad de género.
La primera mujer presidenta de México debutó en el puesto número 4 de la lista de las 100 mujeres más poderosas del mundo en 2024, según la revista estadounidense Forbes, que advierte de un sombrío panorama global para las jefas de Estado y de Gobierno, que en 2023 eran 38 y actualmente llegan a 26.
Forbes destacó que el respaldo de su predecesor le permitió “sobrevivir a la reacción global contra los partidos en el poder”, y ahora supervisa una economía de 1,7 billones de dólares de PIB y una población de casi 130 millones de personas.
“Apenas dos meses después de su mandato, Sheinbaum se ha enfrentado al (presidente electo) Donald Trump en amenazas arancelarias, posicionándose como uno de los primeros y más vocales contrapuntos políticos del presidente electo” de EE UU, apuntó la revista, que este año no incluyó en su lista a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
También apareció entre las 25 mujeres más influyentes del mundo de 2024 en la lista del diario 'Financial Times'
También apareció entre las 25 mujeres más influyentes del mundo de 2024 en la lista del diario Financial Times, y quedó entre las 10 finalistas a “persona del año” de la revista estadounidense Time, reconocimiento que obtuvo el presidente electo de EE UU, Donald Trump.
Time coincidió en resaltar la respuesta firme de la mandataria mexicana ante los planes de aranceles de Trump, además de su lucha por las personas con menos recursos, por lo que ella ha atribuido el reconocimiento a su Gobierno, no a su persona.
Hija de científicos, de origen judío, Sheinbaum relata en un documental producido por su partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que tuvo la oportunidad de elegir entre el ballet o la física.
Optó por la ciencia y en 1995 se convirtió en la primera mujer en graduarse del doctorado en Ingeniería Energética de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también obtuvo la maestría en Ingeniería de la Energía (1992) y la licenciatura en Física (1989).
Lideró manifestaciones estudiantiles en la década de 1980 y se ha descrito como “hija del 68”, inspirada por sus padres, quienes participaron en las protestas de estudiantes que culminaron en la masacre de Tlatelolco cuando ella tenía seis años.
Pese a ser la mujer que más techos de cristal ha roto en México, a ella no le gusta ese término, según ha comentado en eventos públicos, “porque parece que es el esfuerzo de una sola mujer”, cuando en realidad es de las millones que la antecedieron.
En 2018, se convirtió en la primera jefa de Gobierno de la capital mexicana, cargo del que se separó en 2023 para contender a la presidencia, siguiendo los pasos de López Obrador, que gobernó la Ciudad de México de 2000 a 2005, periodo en el que Sheinbaum entró en la política como Secretaría de Medioambiente.
En 2018, se convirtió en la primera jefa de Gobierno de la capital mexicana, cargo del que se separó en 2023 para contender a la presidencia
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta”, dijo Sheinbaum al asumir el poder el 1 de octubre.
También hizo “una respetuosa invitación” a que se la nombre “presidenta con ‘a’ al final”, al igual que abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniera, “porque, como nos han enseñado, solo lo que se nombra existe”.
Precisamente, gracias a una reforma que ella impulsó, la presidenta ya está en el texto constitucional, uno de los principales legados de Sheinbaum en materia de paridad en sus primeros días en el cargo, antecedido por 65 presidentes y solo cinco mujeres candidatas.
“Ahora las Fuerzas Armadas, incluso, tomaron el (término) comandanta, aunque podría considerarse que comandante incluía a mujeres y hombres”, celebró Sheinbaum.