"Si vuelvo a Cuba será por mis propios pies"

Madrid/Las esperanzas de los cubanos que quedaron varados en el aeropuerto griego de Zakynthos el pasado jueves se desvanecen por el despliegue mediático que ha tenido la noticia. Así lo cree Yanelis, la cubana emigrada que contó su historia a 14ymedioel viernes y permanece en el país europeo con la cuenta atrás activada para la expiración del documento de expulsión que le dio la policía helena.

"El altercado del aeropuerto puso en alerta al país entero y ahora no dejarán volar a ningún cubano a menos que tenga visa", lamenta la migrante, que está perdiendo las energías para continuar su viaje hacia España.

"Me estoy pensando regresar a mi país", cuenta sin disimular la tristeza que le produce un posible mal final para la odisea que inició hace dos meses en Rusia y que la llevó a ser detenida en tres ocasiones por la Policía en Macedonia del Norte y pasar más de tres semanas en un campamento de refugiados.

La Cancillería cubana anunció este sábado que estaba en contacto con las autoridades griegas "a partir de la situación presentada por 84 migrantes irregulares cubanos en el aeropuerto de Zakynthos".

El ministerio aseguró en este mensaje de su cuenta de Twitter que su intención era "brindar asistencia consular y garantías para un retorno voluntario y seguro" así como a "recibir a todos los migrantes cubanos que salieron legalmente del territorio nacional y se encuentran hoy en terceros países en condición de irregulares, en apego a lo establecido en la legislación cubana vigente".

Yanelis considera hipócrita el mensaje de la cancillería, pero cree que podría ser de utilidad a algunas personas que se vean forzadas a regresar por la falta de recursos

Yanelis considera hipócrita el mensaje de la cancillería, pero cree que podría ser de utilidad a algunas personas que se vean forzadas a regresar por la falta de recursos. "Tal vez haya cubanos que quieran retornar. Hay muchos que no tienen dinero ni familiares que los ayuden". Aunque ella rechaza volver en esas condiciones. "En mi caso, si vuelvo a Cuba será por mis propios pies", dice rotunda.

La mayoría de los cubanos que quedaron atascados en Grecia no desean volver a un país del que salieron por motivos políticos y económicos, por lo que el ofrecimiento de las autoridades solo podría ser aprovechado por quienes se encuentran en una situación límite.

Los migrantes confiaban en la laxitud de los trabajadores de los aeropuertos europeos, pero la ruta era compleja, ya que implicaba contar con el despiste en distintos países. El personal de tierra aeroportuario debe pedir la visa no solo en la ventanilla de facturación, también al acceder a la puerta de embarque se requiere presentar la documentación.

En Europa, antes de abandonar las terminales y poner un pie en la calle, los viajeros son divididos en dos grupos, pasajeros nacionales y de la zona Schengen por un lado e internacionales por otro, y en cada cola han de presentar la documentación requerida. Es el último escollo antes de llegar al destino final.

Mientras algunos afortunados como Yanelis esperan que se abra una ventana de oportunidad de tomar otro vuelo a Italia o España, un grupo de trece cubanos permanece detenido sin que haya trascendido el motivo, en un centro de detención para migrantes de Corinto, en Grecia. El grupo está aparentemente a la espera de asilo político, aunque algunos de ellos aseguran que no lo han solicitado.

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