Zelenski pide aumentar la presión sobre Rusia tras el ataque contra Kiev

  • Ucrania dice que los ataques rusos socavan los esfuerzos de paz de EE UU
  • Si Rusia gana tendríamos un régimen de terror, dice el pacifista ucraniano Maksym Butkevych

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que a lo largo de la semana Rusia lanzó sobre Ucrania “más de 1.580 bombas aéreas guiadas”
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que a lo largo de la semana Rusia lanzó sobre Ucrania “más de 1.580 bombas aéreas guiadas” / EFE
EFE / Luis Lidón

23 de marzo 2025 - 10:29

Kiev / Viena/El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este domingo aumentar la presión sobre Rusia para que ponga fin a los bombardeos contra la población civil tras fallecer al menos tres personas, incluida una menor y su padre, en el ataque nocturno con drones contra la capital del país.

“Se necesitan nuevas soluciones, nueva presión sobre Moscú para detener estos ataques y esta guerra”, escribió el jefe de Estado ucraniano en su cuenta de Telegram.

“Debemos fortalecer a Ucrania y nuestro Ejército: más defensa aérea y asistencia real”, añadió el mandatario, quien agradeció a los socios su apoyo. Zelenski recordó que Rusia atacó anoche el país con casi 150 drones suicidas. En Kiev fallecieron tres personas, una mujer, un padre y su hija de cinco años.

Este ataque se suma al de la víspera contra la ciudad sureña de Zaporiyia, en el que fallecieron una familia: el padre, la madre y su hija de 17 años. “Este tipo de ataques ocurren a diario”, dijo Zelenski, quien resumió que a lo largo de la semana Rusia lanzó sobre Ucrania “más de 1.580 bombas aéreas guiadas, casi 1.100 drones kamikaze y 15 misiles de diversos tipos”.

“Se necesitan nuevas soluciones, nueva presión sobre Moscú para detener estos ataques y esta guerra”, dice Zelenski

Zelenski enfatizó que en estas armas “hay al menos 102.000 componentes extranjeros”, por lo tanto, “las sanciones contra los terroristas rusos deberían funcionar de manera más efectiva. Todo esquema que les permita eludir el régimen de sanciones debe ser eliminado”.

Por su parte, el ministro ucraniano de Exteriores, Andrí Sibiga, afirmó que los ataques rusos contra la población civil, como el nocturno en Kiev, contradicen sus propias declaraciones sobre la posibilidad de dar pasos hacia un alto el fuego y socava los esfuerzos mediadores de EE UU. 

“El terrorismo sistemático y deliberado de Rusia contra la población civil contradice sus propias declaraciones sobre la paz y socava los esfuerzos de paz de EE UU y otros socios”, escribió el jefe de la diplomacia ucraniana en su cuenta de la red social X después de que un ataque ruso con drones contra Kiev se saldara con al menos tres muertos.

“Ucrania necesita capacidades adicionales de defensa aérea para proteger a su población del terrorismo ruso y una mayor presión sobre el agresor para que ponga fin a la guerra”, enfatizó.

Mientras tanto, el pacifista ucraniano Maksym Butkevych, quien pasó más de dos años como prisionero de guerra de Rusia tras alistarse en febrero de 2022 para combatir la invasión del Kremlin, está convencido de que si Rusia gana se tendría un régimen de terror.

“Sabía que si Rusia ganaba, no quedaría rastro alguno de derechos humanos en Ucrania, sólo un régimen de terror”, justifica su decisión en una entrevista con EFE en Viena, donde relató su experiencia en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

“Ucrania necesita capacidades adicionales de defensa aérea para proteger a su población del terrorismo ruso”: advierte el ministro ucraniano

La guerra representaba para este hombre de 47 años una amenaza existencial no solo para Ucrania, sino también para los derechos humanos y las libertades fundamentales por las que había luchado.

Oponerse al militarismo, dice Butkevych, no implica negarse a la autodefensa cuando la supervivencia y la justicia están en juego. “Si pacifismo significa rechazar la violencia bajo cualquier circunstancia, entonces no soy pacifista”, admite. “Pero sí significa oponerse a la guerra y buscar siempre la paz, entonces sí lo soy”, matiza.

Para Butkevych, que es teniente del Ejército, solo hay una manera real de acabar con la guerra: que Rusia detenga su agresión y retire sus tropas. Al mismo tiempo cuestiona al pacifismo que ignora el sufrimiento de los agredidos.

Butkevych, quien fue capturado el 21 de junio de 2022, pasó más de 850 días como prisionero de guerra de Rusia, primero en condiciones de detención militar y luego condenado a 13 años en una colonia penal bajo cargos fabricados. 

Los medios rusos lo presentaban como “espía británico” o como “neonazi” pese a su documentado antifascismo. ONG como Amnistía Internacional y Human Rights Watch lanzaron campañas para pedir su liberación y criticaron su juicio como una farsa.

Durante su cautiverio sufrió palizas, aunque se considera afortunado porque salió mejor parado que otros, pero confirmó lo que ya sabía en la teoría sobre el respeto de los derechos humanos en Rusia.

Oponerse al militarismo, dice Butkevych, no implica negarse a la autodefensa cuando la supervivencia y la justicia están en juego 

“Una cosa es conocer racionalmente lo que ocurre en Rusia; otra, muy distinta, es vivirlo”, dice. Las violaciones de los derechos humanos no eran simples excesos individuales, sino una estrategia sistemática y deliberada. “Lo sospechaba, pero nunca supe hasta qué grado el ser humano y el individuo no significan nada dentro de Rusia, mientras que el Estado lo es todo”, destaca.

Tras su liberación en un intercambio de presos el pasado octubre, Butkevych se ha volcado en la lucha por conseguir la puesta en libertad de otros prisioneros de guerra y civiles ucranianos detenidos. Sin embargo, el proceso es opaco y difícil.

El Kremlin se niega a colaborar con el Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones internacionales. “Si Rusia no está dispuesta a liberar a los prisioneros, es una señal clara de que no está interesada en una negociación real”, sostiene.

La Comisión Independiente de Investigación de la ONU sobre Ucrania indicó esta semana que Rusia ha cometido crímenes de lesa humanidad, incluyendo desapariciones forzadas y tortura, como parte de un ataque sistemático contra la población civil ucraniana.

A pesar del cansancio y la dureza de la guerra, la sociedad ucraniana sigue comprometida con resistir la invasión, según relata.

“Ucrania no aceptará un acuerdo que implique reconocer la ocupación rusa de nuestros territorios”, afirma, y recuerda que en esos territorios viven millones de conciudadanos “rehenes de Rusia”.

Una de sus preocupaciones es la afinidad del presidente de EE UU, Donald Trump, con el líder ruso, Vladimir Putin. Butkevych teme que una negociación entre ambos líderes sin la participación de Ucrania pueda tener graves consecuencias para su país. “Solo con garantías de seguridad reales podrá haber paz”, afirma el militar, que recalca esa condición, dado que Moscú ya rompió tratados y acuerdos anteriores.

El trauma que ha dejado el conflicto es profundo, reconoce Butkevych. Muchos ex prisioneros, como él, necesitan apoyo psicológico, legal y social. Sin un sistema adecuado para atender a las víctimas de la guerra, el impacto a largo plazo en la sociedad ucraniana puede ser devastador.

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