Liberado un ‘marielito’ tras una semana en un centro de procesamiento migratorio en EE UU
Otro cubano, Eduardo Núñez González, ha solicitado su deportación a España
La Habana/El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) mantiene en el limbo el futuro del marielito José Francisco García Rodríguez y el de Eduardo Núñez González. Pese a que el primero fue liberado tras permanecer una semana en el centro de procesamiento en Pine Prairie, Luisiana, debe retornar a la oficina migratoria en un futuro. El segundo, que cuenta con nacionalidad española, ha pedido su deportación a Madrid porque “no soporta las fétidas condiciones” del centro de detención en Nuevo México donde se encuentra actualmente.
García Rodríguez, de 73 años, que llegó a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel –la estampida por mar de más de 125.000 cubanos en 1980– aceptó que cometió errores en los primeros años de su llegada al país, pero pagó por esa “equivocación”.
El Gobierno de EE UU está aplicando la Ley Laken Riley, firmada por el presidente Donald Trump al inicio de su segundo mandato, para detener y deportar a migrantes irregulares que estén acusados –todavía sin ser condenados– de delitos como robo o agresiones.
“Sin embargo, en este caso específico, eso no sucedió porque el individuo era de Cuba”, dijo la abogada Tala Voosoghi al canal de televisión local KATC 3. De acuerdo con la letrada, el marielito tiene una condición de refugiado y por ello “no puede ser deportado a su país de origen”. De ahí que este migrante “se encuentre en una especie de limbo”.
Voosoghi explicó que cuando son detenidos “muchas veces, al cumplir su condena, como en este caso, son liberados y reciben una orden de supervisión, lo que significa que tienen que reportarse al ICE periódicamente y mientras lo sigan haciendo, generalmente permanecen aquí indefinidamente”.
La liberación de García Rodríguez es sólo el principio, “falta mucho por resolver”, reconoció su hijastro Tyler García.
Christian Cooper Riggs, hijastra del cubano, subrayó: “El camino que nuestro país tiene por delante en materia de inmigración es delicado. Creo que podemos proteger nuestras fronteras al analizar casos individuales. No es una cuestión política, sino de humanidad”.
En tanto, Eduardo Núñez González, el cubanoespañol que fue detenido por el FBI el pasado 20 de marzo cuando sacaba la basura, se encuentra recluido en el centro de detenciones del condado de Torrance, en Nuevo México, que ha sido denunciado por la Unión Americana de Libertades Civiles (Aclu) debido a las condiciones en que mantienen a los migrantes.
Vilma Pérez Delgado contó al Nuevo Herald que su esposo “permanece inmovilizado permanentemente en el centro, con una cadena alrededor de la cintura; además de que lo mantienen aislado, sin visitas, y sufre de bronquitis crónica sin atención médica”.
Las condiciones en que lo mantienen llevaron a la familia a considerar la deportación a España. El cubano ha recibido una tableta electrónica para llevar a cabo su solicitud. La abogada gerente de Catholic Legal Services en Miami, Rebeca Sánchez-Roig, dijo al mismo medio que para que esto se dé, se requiere de una orden oficial de un juez de inmigración.