Cuba produce mil millones de tabletas de Dipirona: ¿dónde están?

La Habana/Las noticias no son esperanzadoras para los más de 3 millones de cubanos que sufren de hipertensión arterial. La industria farmacéutica nacional atraviesa un momento difícil por la caída en la importación de materias primas, mientras la demanda de antihipertensivos, como el Enalapril, sigue creciendo.

En la Isla se producen cada año cientos de millones de pastillas contra la hipertensión y 1.000 millones de tabletas de Dipirona (metamizol), pero la demanda se ha duplicado en la última década y el pronóstico es que esa tendencia continúe, debido a que más del 30% de la población adulta es hipertensa.

Rita María García Almaguer, directora de Operaciones y Tecnologías de BioCubaFarma, explicó en la Mesa Redonda de este jueves que en el país hay 500.000 pacientes que consumen el antihipertensivo Enalapril. En 2010 la producción nacional alcanzó 151 millones de tabletas de este fármaco, mientras que en 2018 la cifra ascendió a 337 millones y para este año se espera que llegue a 400 millones de unidades.

Una internauta, que se identificó como Dalila, mostró en el foro debate organizado sobre el tema en el sitio oficial Cubadebate su preocupación porque "en los últimos 5 años se ha casi cuadruplicado la demanda, eso lleva análisis y estudio a nivel de país, que hace el Ministerio de Salud Pública para prevenir estos riesgos".

La empresa estatal BioCubaFarma se halla en el centro de las quejas de pacientes y familiares desde hace varios años, por problemas de suministro en la red nacional de farmacias. El déficit ha llegado a un punto en que muchos cubanos dependen de los medicamentos y suplementos que envían sus familiares emigrados.

Aspirinas, bandas adhesivas (curitas), termómetros, sales de hidratación, alcohol para curar heridas y tiras reactivas para colocar en los aparatos que miden la glucosa en sangre son algunos de los productos básicos que resultan difícil, sino imposible, de encontrar en en las farmacias

Aspirinas, bandas adhesivas (curitas), termómetros, sales de hidratación, alcohol para curar heridas y tiras reactivas para colocar en los aparatos que miden la glucosa en sangre son algunos de los productos básicos que resultan difícil, sino imposible, de encontrar en en las farmacias que ofrecen sus servicios en moneda nacional.

La extensa red de mercado informal incluye entre sus ofertas muchas de estas mercancías, provenientes de la importación personal y con una presentación más atractiva, como los medicamentos para aliviar los malestares de un resfriado, la vitamina C, los suplementos vitamínicos y algunas cremas antimicóticas y antibióticas de uso tópico.

Otro comentarista aseguró en el foro que "el colmo es que a una consulta que va un familiar mío el médico que lo atiende es el que le dice en qué casa hay medicamentos vendidos por particulares, porque en las farmacias no se consiguen".

Pero la situación es más complicada con aquellos medicamentos bajo receta médica que son usados por enfermos crónicos. Aunque existe también un mercado negro donde se vende antibióticos, antidepresivos, analgésicos y antihipertensivos, éste depende fundamentalmente del desvío de recursos al sector estatal, que ahora atraviesa un mal momento.

Por ejemplo, la industria nacional debió aumentar la producción del antihipertensivo Amlodipino de 62 millones de tabletas el pasado año a 87 millones en el año en curso, y aún así los pacientes critican la falta de disponibilidad del fármaco y las largas filas en las farmacias estatales cuando llega el producto.

El problema se repite, con la Dipirona, un analgésico no opioide muy demandado en los hogares cubanos para aliviar desde un dolor de muelas hasta un resfriado. Perteneciente a la familia de las pirazolonas, la Dipirona ha sido rebautizada por el humor popular como "resuélvelo todo".

"En 2010 la producción [de dipirona] en nuestras instalaciones estuvo en el orden de los 450 millones. En 2011 la demanda aumentó a 500 millones de tabletas [ ...] lo que conllevó a tener que importar desde ese año este medicamento", explicó García Almaguer. En 2018 la producción se disparó a 1.000 millones de tabletas pero para este año solo se podrán hacer llegar a las farmacias 800 millones de píldoras de este medicamento.

El "cuadro básico" está conformado por 757 medicamentos, en su mayoría producidos en la Isla y de ellos 619 son prioritarios

El "cuadro básico" está conformado por 757 medicamentos, en su mayoría producidos en la Isla y de ellos 619 son prioritarios. Las autoridades han decidido concentrar los recursos en estos, mientras disminuyen las cifras productivas de los sueros, la dipirona, la aspirina y otros, precisó García Almaguer.

No obstante, en abril pasado faltaron 85 medicamentos de ese cuadro básico, incluyendo 16 de los que se venden controlados por tarjetas. La caída en la llegada de materias primas y los problemas financieros influyeron en este déficit, agravado por el cierre debido a la contaminación ambiental de varias industrias en China, donde la Isla compra la mayor cantidad de los excipientes.

La funcionaria aseguró de que en mayo lograron disminuir a 48 los medicamentos deficitarios, ocho de ellos que se venden por tarjetas de control como Glimepiride, Espironolactona, Risperidona, Terazosina, Clonazepam, Dorzolamida [para el tratamiento de glaucoma] y Fludrocortisona.

Sin embargo, García Almaguer se curó en salud cuando habló del futuro. "Nosotros no podemos asegurar que en lo adelante no van a existir afectaciones puntuales de algunos medicamentos que hoy conforman el cuadro básico de medicamentos".

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