El café 'desaparece' de los mercados en Cuba
El café es uno de los productos que se distribuye a través de la red de bodegas que el Estado mantiene para vender alimentos racionados y subsidiados
La Habana/El café, uno de los productos más emblemáticos de Cuba, vuelve a ausentarse de los mercados de la Isla debido a problemas en la producción ocasionados por "el arribo tardío del envase", según ha reportado la prensa oficial en respuesta a las quejas de los consumidores.
Desde hace semanas los clientes han reportado el desabastecimiento del producto en los mercados en moneda nacional y en pesos convertibles. La falta de café ha provocado un amplio malestar en una población altamente consumidora de esta infusión, pero también entre quienes tienen cafeterías, restaurantes y hostales dedicados al turismo.
"Estoy pagando más de 15 CUC por un kilogramo de café porque en algunas tiendas solo quedan los paquetes más grandes, esos que tiene menos salida", cuenta a 14ymedio una emprendedora que gestiona cuatro habitaciones para turistas a pocos metros de la Plaza de San Francisco, en La Habana. "La otra opción es comprar en el mercado negro el café que viene de Miami", agrega.
Con un amplio surtido, el mercado informal de la Isla ofrece paquetes de las marcas La Llave, Bustelo y Pilón. Los sobres de un poco más de 280 gramos cuestan alrededor de 8 CUC en ese mercado, el salario de toda una semana de un profesional cubano. "A mí me da negocio porque mis clientes pagan en pesos convertibles, pero tengo vecinas que no toman café hace más de una semana", explica la cuentapropista.
El café es uno de los productos que todavía se distribuye a través de la red de bodegas que el Estado mantiene para vender alimentos racionados y subsidiados, conocidos en Cuba como "la cuota". Aunque al inicio de su comercialización costaba centavos, en la actualidad el paquete de café de unas 7 onzas -del que cada cubano solo puede comprar uno al mes- cuesta 4 pesos cubanos.
El café se vende mezclado con un 50% de otros granos, especialmente chícharos, porque según dijo el entonces gobernante, Raúl Castro, Cuba no se podía "dar el lujo" de gastar 50 millones de dólares en adquirir en el mercado internacional el café que no produce.
El mercado informal de la Isla también se abastece del café que los empleados roban en las bodegas, en las torrefactoras y en los campos estatales. Un vendedor ilegal de café dijo a 14ymedio que esta semana se vio obligado a usar bolsas de nylon para envolver el producto. "No puedo dejar que se me caiga el negocio. Si no hay bolsas regulares lo vendo a granel", dijo. El precio de una bolsa de café mezclado en el mercado informal ronda los 3 CUC. A inicios de este año las autoridades del sector anunciaron que esperaban producir 9.000 toneladas de café, como parte de un plan de recuperación del sector, severamente dañado por el paso del huracán Sandy en 2012 y los problemas que por décadas han padecido las áreas forestales donde se siembra el grano.
La cifra fue anunciada por el director de café, cacao y coco del Grupo Empresarial Agroforestal (GAF) Elexis Legrá, pero con el paso de los meses no ha sido confirmado que se vaya a cumplir para el cierre de 2019. El país importa anualmente cerca de 8.000 toneladas de café desde Vietnam y el resto de otros países de la zona para poder satisfacer una demanda que se calcula en unas 24.000 toneladas al año.
El artista César Leal fue uno de los que dio la alarma en las redes sociales. En su cuenta de Facebook, el pintor escribió que "como suele ocurrir cíclica e inesperadamente en La Habana, y creo que en el resto de Cuba, el café está de nuevo desaparecido de los mercados y tiendas estatales, y hasta del mercado negro".
Leal cuestionó "¿cómo el llamado ‘bloqueo’ ha influido en la producción de éste, si es un producto nacional, que históricamente sólo ha necesitado de manos cubanas que lo cultiven y cuiden para lograrlo comercializar? ¿También necesitamos la colaboración de los EE UU para incrementar nuestra producción de café? Ello significaría la admisión de que El Enemigo es necesario", ironizó.
Por su parte, desde Miami algunas familias han comenzado a enviar más café para paliar la escasez en la Isla.
"Tuve que mandar dos paquetes grandes de café La Llave para Cuba porque aquello está en candela. No hay café ni en las tiendas", dice Yesenia Cortinas, una cubana que reside en Hialeah.
Cortinas dice que su abuela, de 93 años "no puede vivir" sin una taza de café en las mañanas.
"Mi abuela es lo único que me queda en Cuba. Uno aquí hace mil sacrificios para mandarles lo poquito que puede. Ahora es café, pero así mismo he hecho con jabones, pasta, harina… hasta los culeros desechables se los tengo que mandar yo", lamenta.
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