Cuando llega el camión de los medicamentos, la cola enloquece
Largas filas ante las farmacias a la espera de unas medicinas que no llegan a pesar de estar, muchas de ellas, presuntamente garantizadas
La Habana/La encargada de la farmacia de la calle Estancia, en La Habana, ha movido el mostrador hasta la puerta para evitar los contagios de coronavirus pero, cuando llega el camión para entregar las medicinas, la cola enloquece y la policía interviene para poner orden.
"Es que vienen pocos medicamentos y todo el mundo quiere estar entre los primeros, yo marqué tempranito pero si dejo que se me metan delante en la cola luego no alcanzo nada", se queja una de las señoras que espera su turno a la sombra de un árbol.
La crisis por el coronavirus ha acaparado toda la atención de las autoridades sanitarias en los dos últimos meses, pero los habituales problemas de salud siguen para toda la población, que ha visto empeorar la cantidad de medicamentos disponibles en las farmacias. De los 757 productos del cuadro básico, la mayoría de fabricación nacional, 619 se consideran prioritarios, hasta el punto de que Emilio Delgado Iznaga, director de Medicamentos y Tecnologías médicas del Ministerio de Salud Pública, indicó que "no pueden faltar".
"Se dijo que los medicamentos que se venden por el tarjetón (cartulina que indica las medicinas autorizadas para cada enfermo crónico) siempre estarían garantizados y ni eso han podido mantener"
Pero la realidad es distinta. "Se dijo que los medicamentos que se venden por el tarjetón (cartulina que indica las medicinas autorizadas para cada enfermo crónico) siempre estarían garantizados y ni eso han podido mantener. Lo peor es que no explican nada, ahora es como si solo existiera el coronavirus y muchos tenemos que seguir viviendo a pesar de tener varias enfermedades y enfrentarlas sin las medicinas para su tratamiento", lamenta Lupe Aguirre, vecina del municipio de El Cerro, mientras espera, desde hace más de cuatro horas, a que lleguen los medicamentos a la farmacia de la esquina de su casa.
Faltan ansiolíticos, diuréticos y medicamentos para la hipertensión. Lo mismo pasa con los antihistamínicos, los antibióticos o la mayoría de las pomadas.
"Vine ya tres veces y no he podido comprar el enalapril (para la presión). No entiendo nada, es por tarjetón. Y no sé por qué cuando traen no sitúan en la farmacia toda la demanda. Tengo 79 años y me es imposible andar de un lugar a otro, ahora menos puedo ponerme a recorrer toda La Habana con esto del coronavirus y, además, sin transporte", añade Aguirre.
"Estos medicamentos se suponía que nunca podían faltar", responde una mujer de 89 años que, después de llegar la tarde anterior, es la primera de una cola que se alarga dos cuadras alrededor de la farmacia.
"No hay permetrina (repelente) por ejemplo. Para la sarna, ahora mismo, no hay un solo medicamento en ninguna farmacia del barrio, he recorrido muchas, y nada. Mi nieto pasó tres días preso por un problema que tuvo en una cola con un policía y salió con sarna. He tenido que comenzar a darle baños de escoba amarga a ver si se le cura porque en ninguna farmacia hay medicinas para eso", dijo.
El problema no está circunscrito a La Habana, que suele estar mejor abastecida que el resto del país. En las provincias, como Camagüey, Matanzas y Pinar del Río la escasez es similar.
"Los jueves, cuando entran los medicamentos, las colas duran el día entero, porque las medicinas se acaban", explica a este diario desde Camagüey Cecilia Hernández, que a sus 64 años madruga para tratar de conseguir medicinas para ella y su esposo. "Hay meses que no alcanzamos ni uno solo de los medicamentos que necesitamos para la presión arterial y hemos ido resolviendo con cocimientos de reseda y tilo", suspira.
En Camagüey hace casi un año que no entran medicamentos como la aspirina. "Desde agosto del año pasado no la consigo", puntualiza Hernández.
En Camagüey hace casi un año que no entran medicamentos como la aspirina. "Desde agosto del año pasado no la consigo", puntualiza Hernández
"En este momento faltan más de 84 fármacos del cuadro básico de medicamentos", explica a este diario una farmacéutica de esa provincia que prefiere el anonimato, por temor a represalias.
"El abasto de los medicamentos que supuestamente están en existencia es muy reducido, por eso cuando termina el jueves la mayoría se acaba. Los demás días, las farmacias se mantienen vacías y la única respuesta para los clientes es que traten de venir el próximo jueves, cuando llegue la siguiente entrega", lamenta la farmacéutica.
Entre los medicamentos más demandados están los que se expenden por tarjetón a pacientes con enfermedades crónicas. Según cifras oficiales, en 2017 había en 2.246.799 ancianos de los que al menos el 80,6% requerían tratamiento médico habitual.
Cecilia Hernández lo explica así: "La ausencia de estas medicinas incide directamente en nuestra calidad de vida y nos obliga a convivir con padecimientos, dolores y otros síntomas que son molestos y hasta peligrosos para nuestra salud".
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