La 'motorina’ alivia las deficiencias del transporte público
La Habana/ Miami/Carlos comenzó a viajar a Ecuador cuando los cubanos no necesitaban visado. Traía ropa y electrodomésticos para vender en el mercado informal, hasta que descubrió un negocio más lucrativo: la importación de motos eléctricas, el producto insigne de quienes no quieren esperar horas por un ómnibus ni pagar las tarifas de los almendrones.
Al inicio, vendía estos ligeros vehículos de manera discreta en el garaje de su casa de la céntrica calle 23, en el Vedado habanero, según explica a 14ymedio. Podía pedir por cada moto entre 2.500 y 3.000 pesos convertibles, tres o cuatro veces más de lo que había invertido. Era "un negocio redondo", confiesa.
"Así tuvimos varios meses hasta que se pusieron malas las cosas", recuerda, en referencia a los controles de visados que el Gobierno de Rafael Correa impuso a los cubanos a finales de 2015.
La exención de visados para cubanos que existía en Ecuador desde 2008 junto con la reforma migratoria aprobada por Raúl Castro en 2013 tendió un puente aéreo con miles de viajes cada año realizados por particulares, que permitía abastecer el mercado informal cubano con productos de la nación andina. Al cerrarse la puerta ecuatoriana surgieron otros destinos para ir de compras, entre ellos Rusia, Guyana y Trinidad y Tobago.
Para Yamilet García, una cubana radicada en Miami, las 'motorinas', como se les llaman también, son "una bendición"
"Ahora es más difícil" encontrar clientes que estén dispuestos a pagar aquellas cifras de antaño por una moto eléctrica, explica Carlos. "Son muchas las personas viajando", por lo que se disparó el número de "motos de diferentes marcas y colores" que están a la venta.
En el sur de Florida, donde se encuentra la mayor concentración de cubanos fuera de la Isla, esta oportunidad de negocios no pasó desapercibida.
Yudelkis Barceló, propietaria de la agencia Envíos y Más radicada en Miami, explicó a 14ymedio que desde hace al menos tres años están en el negocio de envíos de motores eléctricos a Cuba.
"El cliente adquiere el producto y en un período de seis a ocho semanas puede recogerlo en la agencia Palco, en la zona oeste de La Habana. El pago se efectúa en Miami. La compañía ofrece equipos marca Voltage de 750 Watts y 1.000 Watts, que tienen un costo de 1.450 y 1.600 dólares respectivamente, más los gastos de aduanas (70 CUC y 400 CUP en el primer caso y 170 CUC y 400 CUP en el segundo caso).
Hay también otros modelos de scooters, como también se les conoce: el Ava Aguila tiene un costo de 1.950 CUC, el Avispón de 1850 y el Mitshozuki de 1.750.
Barceló destaca que el envío de estos equipos está destinado al uso personal exclusivamente, por lo cual su empresa no viola el embargo estadounidense. Los envíos se realizan por vía marítima.
A favor de las motos juega también otra circunstancia y es que no se necesita tener matrícula y solo se exige una licencia para conducir equipos ligeros
Para Yamilet García, una cubana radicada en Miami, las motorinas, como se les llaman también, son "una bendición".
"Todo el mundo sabe cómo está la situación del transporte en Cuba. Le envié una a mi hermano que vive en el Cotorro y está feliz porque el P7 no hay quien lo coja y los almendrones también están perdidos", dice.
La agencia Caribe Express es otra de las que se encarga de enviar motorinas a la Isla.
"Están demorando de cuatro a cinco meses", explica una de las agentes de venta que por motivos protocolares prefiere no ser identificada.
"Solo la agencia Palco está recibiendo este tipo de productos porque tiene el scanner para analizarlos, por eso hay demora", agrega.
Otro artículo popular entre los familiares que envían productos a Cuba son las bicicletas eléctricas, mucho más económicas que las motos y con una velocidad entre 26 km/h y 50 km/h.
El deterioro del transporte público, que se ha agudizado en los últimos meses, ha contribuido a un repunte de los pedidos
En la Isla se puede comprar los modelos LT1060 de 60 voltios con motor trifásico de 1.000 watts que la empresa Ángel Villareal Bravo de Santa Clara ensambla a partir de componentes provenientes de China.
Se trata de un equipo de mayor potencia que los producidos por esta fábrica con anterioridad, capaz de alcanzar una velocidad de hasta 50 km/h. Cuenta con mando a distancia para activar la alarma, pantalla digital y freno de pastilla, entre otras prestaciones.
Este modelo "posee características similares a las importadas en la actualidad por muchas personas naturales" y se venderá en "las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) a un precio de 1.261 CUC", explicó a Granma, Elier Pérez Pérez, director adjunto de la fábrica, que espera producir 5.000 unidades antes de fin de año.
El deterioro del transporte público, que se ha agudizado en los últimos meses, ha contribuido a un repunte de los pedidos.
Muchos automovilistas y transeúntes se quejan: "Cualquiera te choca, se da a la fuga y ni siquiera puedes ver un número de chapa para denunciarlo", cuenta Pascual, conductor de un vehículo estatal
A favor de las motos juega también otra circunstancia y es que no se necesita tener matrícula y solo se exige una licencia para conducir equipos ligeros. Una condición que muchos no cumplen.
Sin embargo, muchos automovilistas y transeúntes se quejan: "Cualquiera te choca, se da a la fuga y ni siquiera puedes ver un número de chapa para denunciarlo", cuenta Pascual, conductor de un vehículo estatal.
"Me he encontrado hasta con menores de 16 años conduciendo estas cosas", se queja.
"La cuido como una niña y la verdad es que me ha sacado de mil apuros", cuenta Maikel ingeniero informático que tiene una Voltage Racing.
Sus problemas van en otra dirección. "Hay pocos parqueos donde me puedo sentir seguro dejando la moto y los carros me respetan poco en la vía", se queja.
No obstante, dice que la motorina le ha cambiado totalmente la vida al darle una libertad de movimiento que no tenía antes.