Un vendedor de piezas de autos arrestado en medio de "la batalla contra las ilegalidades"
Desde el inicio de la pandemia han arreciado la persecución y el castigo a quienes practican "actividades económicas ilícitas", la "especulación", y el "acaparamiento"
La Habana/En la diana de la policía y de las campañas oficiales están ahora los acaparadores y los coleros, a los que el Gobierno culpa del desabastecimiento. El caso de un residente en el municipio habanero del Cotorro, acusado de "actividad económica ilícita" y "contrabando", se suma a otros arrestos de este tipo denunciados en los medios nacionales.
La Policía decomisó cientos de piezas de vehículos, además de efectivo y tres viviendas a un ciudadano que ofrecía servicios de venta de accesorios y reparación de autos, según un reporte transmitido el pasado 29 de julio por el Canal Caribe, en el que se define la detención del comerciante como parte de la "batalla contra las ilegalidades y la corrupción".
En el reportaje se ven imágenes de oficiales de la policía que acceden a una vivienda con varias habitaciones en las que hay centenares de piezas de repuesto para vehículos. El video incluye también el recorrido por otras dos casas vinculadas al acusado. Una de ellas era rentada para que funcionara como una cristalería a cargo de otro ciudadano.
En ese domicilio, la Policía se incautó de 158 planchas de cristal y 17 marcos de ventana "sobre los cuales se trabaja para determinar su procedencia", precisa el reporte. En los registros en las tres viviendas se encontró 15.870 euros, 1.100 dólares, 68.718 pesos convertibles y 57.010 pesos cubanos.
La primer teniente Susana Cañizares Corps aseguró que "la afectación económica" al país supera los 306.000 CUC. Una afirmación que viene acompañada por las declaraciones de Gustavo Reyes Sierra, director comercial de la empresa estatal Autopartes, quien dice no tener idea de cómo el acusado "puede tener ese volumen de piezas" de vehículos.
Sierra recuerda que cuando se importan este tipo de productos como efectos personales, "en ningún caso pueden ser usados con carácter comercial". "Esta es una cantidad demasiado considerable y tiene que haberse adquirido en el país", agrega el funcionario, que deja abierta la puerta a empresas o individuos con capacidad legal de importar comercialmente y que puedan estar involucrados.
"Hay un volumen muy grande y son del mismo lote", puntualiza Sierra sobre los cientos de neumáticos hallados en el lugar. Una declaración que apunta a una posible red de corrupción en los entramados estatales de importación, un camino muy regulado por las autoridades pero frecuentemente usado para la entrada de mercancías al mercado negro.
El reporte de este miércoles no es novedoso. Desde el inicio de la pandemia han arreciado la persecución y el castigo a quienes practican "actividades económicas ilícitas", la "especulación", y el "acaparamiento", delitos especialmente sensibles para un país que sufre de desabastecimiento crónico, agudizado ahora por el covid-19.
Varios juicios contra estos presuntos infractores han sido televisados como "medida ejemplarizante" y la Policía ha permitido que medios estatales acompañen a los agentes en redadas para capturar a delincuentes, quienes son identificados e interpelados en cámara.
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