Seis asuntos que un futuro Gobierno cubano de transición debe considerar

Miami/En vista de los acontecimientos que ocurren con cada vez más frecuencia en Cuba, no es demasiado temprano para pensar más allá de lo cotidiano sobre la Isla y su futuro.

Sin que dejemos por ello de reclamar la amnistía de los presos políticos, como lo hizo Lina Ruz y otras mujeres cubanas hasta lograr la excarcelación en 1955 de los atacantes del cuartel Moncada.

Por lo menos hay seis asuntos con que iniciar ese diálogo entre todos los cubanos con el convencimiento, como escribió José Martí, de que

"...un pueblo está hecho de hombres que resisten y hombres que empujan; del acomodo, que acapara, y de la justicia que se rebela; de la soberbia que sujeta y deprime, y del decoro que no priva al soberbio de su puesto, ni cede el suyo: de los derechos y opiniones de sus hijos todos está hecho un pueblo..."

Uno: El establecimiento de un Gobierno constitucional en el que todos los poderes emanan de la soberanía popular. La Constitución de 1940, la última Carta Magna producto de un consenso nacional en el que participaron todas las fuerzas políticas del país –liberales, conservadores, demócratacristianos, socialdemócratas, marxistas, católicos, hombres y mujeres de todas las razas, líderes sindicales y empresariales, intelectuales y representantes del campesinado–, fue en su día un importante logro que incluyó la jornada de ocho horas y el voto para la mujer, que habían exigido las sufragistas cubanas por muchos años.

Las buenas intenciones de los constituyentes fueron evidentes, pero la Constitución del 40 adolece de fallas que seguramente serán corregidas cuando colapse el actual régimen.

Las buenas intenciones de los constituyentes fueron evidentes, pero la Constitución del 40 adolece de fallas que seguramente serán corregidas cuando colapse el actual régimen

Es por eso que es necesario un estatuto de emergencia basado en sus fundamentos, que inmediatamente restituya la libertad de expresión y de asociación, la independencia del poder judicial y el habeas corpus como paso previo a los comicios para la asamblea constituyente.

Las constituciones de Guáimaro (1869), Jimaguayú (1895), la Yaya (1897) y las de 1901, 1928 y 1940 constituyen precedentes importantes a considerar. Los debates de la Constituyente de 1940 fueron transmitidos en vivo por la radio. La Constitución, además de reconocer derechos fundamentales, prohibía la pena de muerte a no ser por espionaje, prohibición que debe ser incorporada inmediatamente a los estatutos provisionales y a la nueva Constitución.

La Constitución del 40 reservaba para el Estado un papel inmenso en la economía. Más adelante, se demostró que la presencia desproporcionada del Estado retrasa el desarrollo económico y el progreso de la nación. En un esfuerzo por corregir deficiencias del pasado, los constituyentes incluyeron un acápite estableciendo que "...el sueldo mensual del maestro de instrucción primaria no deberá ser, en ningún caso, inferior a la millonésima parte del presupuesto total de la nación". El mismo fue de imposible implementación.

Dos: Existirá una necesidad urgente de una reforma educacional y la revisión de los textos usados para adoctrinar en el marxismo-leninismo a los estudiantes de escuelas primarias, secundarias y en las universidades desde 1959. Un Gobierno de transición debe tomar este factor en cuenta al reestructurar la educación en Cuba.

Tres: Como en el caso de la desnazificación de la Alemania post hitleriana, los cubanos deben conocer en detalle los crímenes del castrismo y su impacto en millones de seres humanos en la Isla y en el exterior.

Cuatro: Establecer políticas que promuevan una economía de mercado, la protección para las personas con discapacidad, la reconstrucción de la industria azucarera y la industria pesquera y el empleo de millones de personas. La creación de miles de puestos de trabajo en la construcción para revitalizar y modernizar la infraestructura del país: acueductos, carreteras, alcantarillado, vías férreas, puertos, hospitales, escuelas y aeropuertos. Esto ayudaría a la recuperación económica y la paz social gracias a la reincorporación de Cuba a las instituciones financieras internacionales.

Una Cuba sin el bloqueo interno comunista ya no tendrá que importar pollos congelados de EE UU y los campesinos cubanos producirán la mayoría de los productos que ahora importa el país

La capacidad productiva y empresarial de los cubanos al norte del estrecho de Florida es tan legendaria como el desarrollo y la miseria que separaban a los alemanes de un lado y otro del Muro de Berlín. Una Cuba sin el bloqueo interno comunista ya no tendrá que importar pollos congelados de EE UU y los campesinos cubanos producirán la mayoría de los productos que ahora importa el país.

Cinco: El Gobierno de transición a la democracia debería establecer un Departamento de Recuperación de Bienes Malversados –de bienes malversados por los jerarcas marxistas y sus familiares- y depositados en bancos extranjeros. Cuba solicitaría apoyo internacional para la identificación de esos fondos.

Seis: El Gobierno de transición también podrá solicitar asesoramiento y ayuda técnica de los Gobiernos de Alemania, Polonia, la República Checa y otros que utilizaron diferentes fórmulas para restablecer el derecho a la propiedad privada, sin el cual la recuperación económica poscomunista es imposible.

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