Con contrato, pero sin comunicación
Los más de 250 días de espera de José Alberto Álvarez Bravo no significan mucho para lo que posiblemente le falte por esperar. Desde el 3 de enero tiene bloqueado el servicio telefónico de su móvil, pese a contar con un contrato vigente con el monopolio Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA). La interrupción se produjo luego de enviar varios mensajes telefónicos a disidentes cubanos en los que informaba de un amplio despliegue represivo en contra de opositores pacíficos en la ciudad de Santiago de Cuba.
Primero le impidieron realizar llamadas telefónicas. Solo podía recibir y enviar mensajes de texto. El pasado 8 de junio, se le suspendió también este servicio, quedando sin forma de comunicación.
Se personó en la oficina de ETECSA en 17 y A en el Vedado, en La Habana, donde recibió una respuesta evasiva. "La trabajadora que me atendió revisó mi móvil, alegó que el mismo no parecía tener problemas funcionales y me indicó que me dirigiera hacia la oficina de la empresa situada en Quinta Avenida y 16, en Miramar", dijo Álvarez Bravo. Al llegar allí, la única información que obtuvo fue: "El funcionario Norberto Rodríguez, encargado de atender, no se encuentra".
Se personó en la Gerencia General de Cubacel, donde fue atendido por la Supervisora General, quien le comunicó que el funcionario Norberto Rodríguez, a quien había procurado ver meses atrás, se comunicaría con él para explicarle el motivo de la ausencia del servicio. Hasta el momento espera la llamada.
Al no obtener respuesta alguna, en agosto Álvarez Bravo llevó el caso ante la instancia de la Sala de lo Civil del Tribunal Provincial Popular, por representación de una abogada de Bufetes Colectivos. Está a la espera de que la demanda por incumplimiento de contrato de telefonía celular prepago contra ETECSA sea aceptada.
Esta demanda convertirá a ETECSA en parte del proceso, pues la norma jurídica que regula esta actividad en la Isla, comenzando por el contrato del cliente con dicha empresa, plantea derechos, deberes y obligaciones de ambas partes.
Los usuarios no tienen como opción contratar otra compañía más competente
La institución jurídica que protege a los clientes es el contrato de telefonía celular prepago. De acuerdo con el mismo, el servicio solo puede ser suspendido "a solicitud del cliente o por interés de ETECSA, por uso inadecuado del mismo, se utilice tarjeta SIM en equipos terminales reportados como sustraídos o extraviados, cuando existan irregularidades fraudulentas tanto en el uso del servicio como en la recarga de este, si el uso atenta contra la moral, el orden público, la seguridad del Estado o sirva en la realización de actividades delictivas contempladas y sancionadas por la legislación cubana vigente, por voluntad de las partes".
Según el contrato, ETECSA informará con 30 días de antelación cualquier modificación en la prestación del servicio. Este tipo de contrato tiene su base legal en una reglamentación preestablecida a la cual las partes dan su consentimiento. Es una especia de "tómalo o déjalo". Si no lo firmas con las condiciones que establece, simplemente no disfrutas el servicio. Pasa lo mismo con la electricidad, el agua, el gas, los contratos de transportes por empresas del Estado, de ómnibus, de ferrocarriles y de aviación, etcétera.
Álvarez Bravo, entre tanto, es uno de los afectados que padecen la deficiente prestación del servicio telefónico y la falta de profesionalidad de trabajadores y funcionarios. Y esto seguirá así mientras exista el monopolio estatal.