Para 2023: Entre los deseos y los pronósticos, mejor los propósitos
Este diario seguirá reflejando el doloroso día a día de los cubanos, al mismo tiempo que no cejará en su empeño de denunciar las violaciones de derechos humanos
La Habana/Los cubanos que pretenden, planifican o no tienen otro remedio que vivir los próximos 365 días en esta Isla no pueden sustraerse a la tentación de, más allá de las ilusiones personales, tener deseos, propósitos y pronósticos para Cuba durante 2023.
Quizás el deseo más compartido sea el mejoramiento de la situación, lo que se traduce en menos apagones, que el dinero eleve su capacidad adquisitiva y sea más fácil adquirir productos y disfrutar de los servicios. Pero a nivel individual resulta muy difícil materializar propósitos que contribuyan a esos sueños.
Se presenta un dilema cuando la gente se percata de que la eliminación de los cortes eléctricos, la rebaja de los precios, la facilidad para usar el transporte público y la posibilidad de que ya no sea necesario enfrentar un proceso kafkiano para comprar pollos o salchichas, si bien resuelve un problema, puede traer como consecuencia la demora en resolver El Problema. Y El Problema es que los ciudadanos siguen atados de pies y manos (y amordazados) para emprender proyectos que incidan en la solución de El Problema.
Ante la evidencia de que lo puntual no arregla lo sistémico y de que el bálsamo momentáneo puede representar otros largos años de malvivir, muchos podrían terminar preparando sus maletas, convencidos de que el tiempo de la historia aún puede darle un giro a la situación pero el tiempo de la vida humana deja un margen muy estrecho para que ese cambio lo disfruten varias de las actuales generaciones.
Pero aun para esos posibles migrantes, la partida lleva tiempo, y las interrogantes sobre los próximos meses continúan.
Los deseos en la redacción de 14ymedio son que en el año venidero se abra un espacio de participación ciudadana plural, incluyente y con garantías legales en el que quede definitivamente despenalizada la discrepancia política
¿Dónde quedan además los deseos? ¿A qué se reducen? O mejor, ¿hasta dónde se amplían?
Los deseos en la redacción de 14ymedio son que en el año venidero se abra un espacio de participación ciudadana plural, incluyente y con garantías legales en el que quede definitivamente despenalizada la discrepancia política, donde quepan todas las voces y se procure un consenso. Sin violencia, sin venganza, sin olvido.
Mientras haya personas encarceladas por motivos políticos, esto no será posible. Todos deben ser liberados.
Para contribuir al cumplimiento de estos deseos, este diario seguirá reflejando el doloroso día a día de los cubanos, al mismo tiempo que no cejará en su empeño de denunciar las violaciones de derechos humanos y de proponer soluciones para sacar al país del proceso de destrucción en el que está atascado.
¿Y los pronósticos para 2023? Los pronósticos son un péndulo que oscila entre el pesimismo conformista y el optimismo triunfalista.
Ni este sistema es para siempre ni va a cambiar mañana mismo. Se trata de empujar en la dirección correcta. Llegarán las aperturas por las presiones de la sociedad civil independiente y sus medios de comunicación, que irán ganando poco a poco el espacio que un régimen anclado en el pasado les niega tercamente.
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