Díaz-Canel se ve feliz compartiendo con los ayatolás misóginos y homofóbicos
Para la Federación de Mujeres y el Cenesex, el país islamista no merece ni una crítica ni una condena
La Habana/El reclamo por "una Palestina libre de la ocupación israelí" y una felicitación al personal sanitario en el Día de la Medicina Latinoamericana son las más recientes publicaciones en las cuentas de Facebook de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex). Para ambas entidades, la visita de Miguel Díaz-Canel a Irán, un país con una de las políticas más misóginas y homofóbicas del mundo no merece ni una crítica ni una condena.
El silencio de la FMC y el Cenesex apenas sorprende. Con una mirada selectiva al denunciar ataques a las féminas y a la comunidad LGBTI, estas dos instancias tienen un largo historial de señalar el menor atisbo de violencia en las democracias occidentales y callar, con complicidad, sobre los jóvenes iraníes ahorcados por mantener una relación homosexual. Si la agresión de género ocurre en Nueva York o Berlín la amplificarán, pero si el escenario es Teherán o Moscú no se mencionará en los periódicos controlados por el Partido Comunista de Cuba (PCC).
La prensa oficial escamoteó, por ejemplo, la importancia de las protestas "Mujer, vida, libertad", que comenzaron como una reivindicación por los derechos de las mujeres y pasaron a convertirse en un movimiento social que busca el fin del régimen de los ayatolás, la apertura económica del país y el establecimiento de un modelo político de respeto a las libertades cívicas.
El detonante de esas manifestaciones históricas, que llenaron las calles iraníes de jóvenes dispuestos a todo por sacudirse a unos gobernantes autoritarios e hipócritas, también fue poco mencionado en los medios de la Isla. Basta revisar los artículos publicados sobre Irán a partir de septiembre de 2022, cuando murió bajo custodia policial la joven Mahsa Amini, detenida por no llevar el velo islámico, para percatarse de que las loas a la actuación de Teherán fueron la tónica informativa que eligió el PCC.
La Habana tampoco se ha pronunciado sobre los manifestantes iraníes asesinados por las fuerzas del orden, un número que varias organizaciones cifran en cerca de 500
La Habana tampoco se ha pronunciado sobre los manifestantes iraníes asesinados por las fuerzas del orden, un número que varias organizaciones independientes cifran en cerca de 500, a los que hay que sumarles miles de heridos y al menos unos 20.000 arrestados. Menos aún ha informado a la audiencia dentro de la Isla que en septiembre pasado el Parlamento iraní aprobó una nueva ley que hace más severos los castigos por incumplir el código de vestimenta.
Si antes se penalizaba a las mujeres con entre diez días y dos meses de prisión por llevar mal o no llevar el velo islámico, ahora pueden estar de cinco a diez años en prisión. Las multas por estas contravenciones también se multiplicaron considerablemente y la normativa castiga a los dueños de comercios que atiendan a mujeres que incumplan las estrictas reglas.
A ese país, donde los pilares ideológicos de la República Islámica se levantan sobre el cuerpo femenino y aplastan la libertad de elegir desde cómo llevar el cabello hasta la preferencia sexual de cada cual, ha llegado Díaz-Canel. Al igual que la FMC y el Cenesex, el gobernante cubano no dirá una sola palabra sobre el "apartheid de género" que han impuesto los ayatolás y que obliga a segregar por sexo en universidades, hospitales y otros espacios públicos. Dócilmente, su esposa, la no-primera dama Lis Cuesta, se cubrirá con un velo mientras esté en esa nación.
Con su silencio y oportunismo, ambos buscan congraciarse con el régimen iraní para que apuntale con recursos, combustible y apoyos diplomáticos a la renqueante dictadura cubana. De paso, aprovecharán para criticar duramente a Israel, la Unión Europea y Estados Unidos mientras aseguran que los "lazos de amistad" entre La Habana y Teherán son inquebrantables. Unos vínculos que, en lugar de centrarse en el bienestar de ambos pueblos, han servido todos estos años para que ambos regímenes se cuiden las espaldas.
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