No hay diferencia sustancial entre los Cuatro Puntos y la Hoja de Ruta
La disidencia interna ha publicado en Cuba dos documentos en tres semanas
La Habana/El pasado 22 de diciembre se celebró en La Habana una reunión del Espacio Abierto de la Sociedad Civil Cubana (EASCC). En ese cónclave —entre otros acuerdos— se adoptó el de precisar los Cuatro Puntos de Consenso que habían sido aprobados previamente en un encuentro celebrado en Madrid en febrero de 2014. El referido escrito, en la forma concisa que conviene a los de su tipo, recoge los reclamos fundamentales que suelen formularle al régimen las organizaciones de la disidencia interna.
En el evento de diciembre hubo ausencias significativas; entre ellas destaca la de Berta Soler, líder de las Damas de Blanco. No obstante, el Espacio Abierto y su documento contaron con el apoyo de la mayoría de los líderes alternativos más importantes del país. Esta afirmación no es arbitraria ni gratuita. Basta un solo dato numérico: de la docena de miembros del emblemático Grupo de los 75 que permanecen en Cuba, asistieron siete; es decir, más de la mitad.
En vista de ese apoyo preponderante, el Espacio Abierto y sus Cuatro Puntos cuentan con posibilidades reales para convertirse en base de consenso para las organizaciones independientes de la Isla. Es por esta razón que, aunque su derecho a hacerlo es innegable, lamento que, tres semanas más tarde, el líder de Estado de SATS, Antonio Rodiles, convocara un Foro por los derechos y libertades, que emitió una Hoja de Ruta.
¿Qué resultado podemos obtener al comparar los dos documentos? Los Cuatro Puntos del EASCC ocupan menos de media página y sólo contienen reclamos fundamentales formulados de manera sucinta. Esto hace más improbable que su texto resulte inaceptable para algunos. El otro escrito tiene más características de manifiesto o de declaración, y para ello utiliza casi por entero ambas caras de una hoja.
En cuanto al contenido esencial, las discrepancias no son tan grandes. Los dos —cada uno en su propio estilo, como es natural— reclaman la liberación de los presos políticos, el respeto de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de los derechos humanos, así como la ratificación de los correspondientes pactos de la ONU. Ambos demandan reformas de la Constitución y las leyes, solo que la Hoja de Ruta es más casuística y menciona textos legales específicos.
"Los dos reclaman la liberación de los presos políticos, el respeto de los derechos humanos, así como la ratificación de los pactos de la ONU"
Uno y otro documento reclaman el empoderamiento del pueblo cubano, aunque con lenguajes distintos. Los Cuatro Puntos, con gran claridad, exigen “elecciones libres, democráticas y competitivas”. La Hoja de Ruta utiliza con ese fin frases más nebulosas: pide una “nueva ley electoral” y la “restauración de la soberanía nacional”.
También hay diferencias, aunque no en cuestiones sustanciales. Un ejemplo es el tercer acápite del documento emitido por Espacio Abierto: “Reconocimiento de la legitimidad de la sociedad civil cubana independiente dentro de la Isla y en la diáspora como interlocutora válida”. El otro escrito no contiene frases similares, aunque sí una alusión al “diálogo político”.
El manifiesto del Foro por los derechos y libertades, gracias a su extensión notablemente mayor, menciona toda una serie de cuestiones accesorias. Hace consideraciones generales y una evaluación de los recientes acuerdos entre Cuba y Estados Unidos; también alude al papel de países extranjeros y a varias opciones para solucionar el problema cubano. Es obvio que, al abordar esa variedad de temas, introduce otros tantos potenciales elementos de discordia.
Para un observador imparcial, las discrepancias son más bien de detalle. Ambos documentos, pese a las diferencias ya señaladas, tienen análoga validez. No lo estiman así los periodistas que se agrupan en Primavera Digital, que señalan la existencia de supuestas diferencias abismales entre el Espacio Abierto de la Sociedad Civil Cubana y el Foro. También entre los documentos respectivamente emitidos por ambas concertaciones. La abundancia de los calificativos que emplean —peyorativos en un caso; elogiosos en el otro—, así lo demuestra.
Por ejemplo, en los números 358 y 359 de la publicación se alude a los documentos con frases como “ambiguos desde su redacción hasta su espíritu”, “obra maestra de la manipulación o, si pensamos positivamente, sólo de torpeza”, “petitorio light”, “los ambiguos cuatro puntos”. Con esta última cita sabemos a qué escrito se refieren. Del otro: “Una iniciativa opositora que pone las cosas en su lugar”.
Existen otras afirmaciones discutibles en lo que plantea la Primavera, pero será necesario abordarlas en otro artículo.