Verdades a medias sobre el dólar y las remesas
La presión sobre las familias puede ser una maniobra para incentivar a la Administración de Biden a suavizar las reglas
Boston/La suspensión esta semana de los depósitos de dólares en efectivo en la banca cubana y del cambio de esa moneda por los viajeros internacionales han dejado perplejos tanto a familias en Cuba y en el exterior como a muchos expertos en finanzas internacionales. ¿Por qué se ha tomado esta extraña medida?
La explicación oficial es que se ha hecho imposible colocar en el exterior los dólares en efectivo. A mi entender no existen prohibiciones para la colocación de efectivo. Las sanciones de Estados Unidos en relación a los bancos se dirigen a la prohibición de financiamiento en dólares, no a la transferencia en especie proveniente de actividades como las remesas. Es cierto que con las sanciones estadounidenses los bancos internacionales han aumentado su supervisión de transacciones con Cuba para asegurarse el cumplimiento normativo de sus operaciones especialmente las de crédito.
Aparte de las sanciones, la precaria liquidez internacional de Cuba -los depósitos de Cuba en bancos externos han caído un 51% en 2018-2020- ha mermado el interés de los bancos por tener negocios con la Isla
Aparte de las sanciones, la precaria liquidez internacional de Cuba -los depósitos de Cuba en bancos externos han caído un 51% en 2018-2020- ha mermado el interés de los bancos por tener negocios con la Isla. Además, el mundo se digitaliza y los bancos se salen del negocio de aceptar y transportar billetes, lo que aumenta su costo. En los últimos años muchos bancos internacionales han eliminado este servicio o sólo lo mantienen para clientes de primera, como empresas multinacionales.
Este problema tiene una solución sencilla que se aplica normalmente. Las transacciones en efectivo se hacen a un descuento en relación a las transacciones electrónicas para cubrir los costos adicionales de la transferencia en especie. Es lo mismo que ocurre en todo el mundo cuando se cambian billetes en casas de cambio en vez de utilizar tarjetas magnéticas. Esto es precisamente lo que los bancos y las Cadeca podrían hacer en un sistema normal, descontar los dólares en efectivo. Igual en el mayoreo, los bancos cubanos deben ser capaces de hacer estas transacciones a mayor escala en moneda a descuento en Europa o Asia.
La prohibición de Estados Unidos de hacer transferencias electrónicas a través de Fincimex y otras entidades es una dificultad prominente, pero hay soluciones, como la creación en Cuba de una entidad autónoma con transparencia a cargo de transacciones cambiarias. Este organismo autónomo idealmente sería un mercado de cambio como el que tienen casi todos los países, incluso los comunistas. Tanto las personas como las entidades del Estado podrían comprar y vender dólares a gusto. Esto reemplazaría el complejo y nocivo mecanismo de extraer divisas a través de tiendas de dólares con márgenes de distribución altos que constituyen un impuesto efectivo cruel sobre la población que busca comprar bienes necesarios.
Una liberalización cambiaria en Cuba que abra el acceso de la población a las divisas le allanaría el paso a la Administración de Estados Unidos a permitir el flujo electrónico de remesas a través de Western Union y otras empresas
Una liberalización cambiaria en Cuba que abra el acceso de la población a las divisas le allanaría el paso a la Administración de Estados Unidos a permitir el flujo electrónico de remesas a través de Western Union y otras empresas. Dado que más del 90% de las remesas a Cuba provienen de Estados Unidos, esto sería muy beneficioso para familias en ambos lados del estrecho de Florida.
Se piensa que el euro podría tomar el papel del dólar en la economía cubana. El euro como moneda clave en Cuba para determinar precios, mantener ahorros y en la compra de bienes necesarios y de alto valor es menos atractivo que usar dólares. La oferta de euros en efectivo está limitada por el menor tránsito de emigrados provenientes de la zona euro que de Estados Unidos. Y los turistas de Europa en buena parte vienen con paquetes prepago y usan tarjetas para sus transacciones. En algunos países del norte de Europa, como Holanda y Suecia, el uso de efectivo ha casi desaparecido de la vida cotidiana.
La presión sobre las familias cubanas de la nueva medida contra el dólar en efectivo se especula es una maniobra para incentivar a la Administración de Biden a suavizar las reglas de las remesas. El pobre perfil del Gobierno cubano sobre los derechos humanos y civiles coloca a la nueva Administración en una posición compleja para alterar sus reglas.
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Nota de la Redacción: El autor ha sido Economista Jefe en la OEA y Director para América Latina en el Institute of International Finance en Washington.
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