Otro himno del desterrado
Las espinelas de esta semana, dedicadas a todo lo perdido por el autor cuando salió al exilio
Nueva Jersey/Los amigos que perdí
cuando me fui de La Habana
me duelen esta semana
de releer a Martí;
los versos que no escribí
en mi calle, en mi ciudad,
por temor a la verdad,
por miedo a la policía,
me visitan cada día
en mi vida en libertad.
Aquel sereno horizonte
–que mostraba la bahía
y en donde algún policía
(o, más bien, un mastodonte
grande, cual Jano bifronte),
para cumplir la rutina
del rencor y de la inquina
de la junta militar,
no se va de mi retina.
–que se puso a defender
que se enemistó conmigo,
para darme, de castigo,
toda aquella rabia rancia
y el rencor y la ignorancia
de su mente provinciana–,
cuando escapé de La Habana,
las conservo en la distancia.
Las cartas de aquella "hermana"
–que me acusó de "traidor",
de gusano desertor;
que se creyó miliciana
y despertó una mañana
y al sentir la luz inquieta
del sol, montó una rabieta
y maldijo mis razones–
se añejan en mi gaveta.
–de juventud, de alegría,
de risas, de algarabía,
en esa tierra funesta
donde el director de orquesta
no dirige; dictamina,
con la cúpula asesina
de la junta militar–
una Habana viperina.
Pienso en esa invitación
que un buen día me llegó
por las redes. Me pilló
de sorpresa. ¡Qué emoción!
Era un llamado a la acción
–de quien me había insultado,
(¡al estado de terror!)
sin haberse disculpado.
invencibles, inocentes,
fugaces, incandescentes,
joviales, indispensables.
–o el Gran Cable, en singular–
que la junta militar
nos servía, como alpiste.
Cuba, qué vida nos diste.
Te evoco a través del mar.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.